HAY UN CAPITULO ANTES DE ESTE...
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Adrien Allard cavilo demasiado cómo debía actuar con respecto a aquella situación.
Su furia por momentos le cegaba.
La traición de su sangre le dolió igual que una puñalada directo al corazón, pero tenía que proceder con cabeza fría, y entender que esa posición la podía poner a su favor moviendo las fichas indicadas.
No tenía demasiado claro a dónde se dirigirían, pues en España no había un Gretna Green y cualquier iglesia los enlazaría si eran demasiado persuasivos.
Tuvo una gran ayuda que le indicó cuál era el camino correcto, solo fue intuición que Madrid sería la parada, que ella llegaría a él sin realmente buscarla.
Por fin la tendría cara a cara.
Expulsaría todo su odio, observando las consecuencias en primera fila disfrutando del momento.
Quizás a un alto precio pero lo pagaría con creces, adhiriéndose a la idea de que su hijo necesitaba un correctivo... y qué mejor que perder a la dama por la cual le dio la espalda sin contemplación.
Por eso cuando por fin la tuvo frente a sí, a pocos pasos de él... luchó con sus ganas de apretarle el cuello y asfixiarla para poder así saldar aquella deuda, pero no se merecía que todo fuese tan fácil.
Morir de una manera tan digna.
No cuando él desde aquel día no pudo vivir en paz.
Con la culpa latente por no llegar a tiempo.
De no poder evitarlo.
De no poder haber intercambiado de lugar.
Era su padre.
El hombre que le enseño todo.
El que fue padre y madre.
El que suplió aquel abandono como mejor pudo.
Un hombre correcto.
Fiel a su país.
Morir de una manera tan vil, como si su existencia no hubiese valido un centavo... sencillamente era algo que no concebía.
Respiro profundamente apreciando el rostro ligeramente desencajado de la dama.
Definitivamente una mujer particular.
No poseía una belleza envidiable, con su altura podía llegar a atemorizar a la par de sus ojos, que se asemejan a dos témpanos de hielo logrando estremecerlo un poco... nada del otro mundo.
Aunque debía aceptar que tenía un aura magnética que atrapaba.
Eso que pocos podían predecir, que envolvía a tal punto de volverla un completo enigma.
Y a todos los hombres les encanta descubrir tesoros, y al parecer la dama era uno de aquellos.
El más putrefacto de todos pero no por eso dejaba de ser intrigante y emocionante llegar hasta ella.
— ¿Usted es?— la vio preguntar casi en un susurro algo ida en sus pensamientos.
—El padre del hombre al que piensa unirse en algunas horas— le otorgó la razón.
Siendo benevolente, jugando a lo mismo que estaba implementando.
Leyendo sus pensamientos.
Esperaría a tomarla fuera de guardia para que le dijera todo lo que deseaba saber.
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OFRENDA DE AMOR (LADY FRIVOLIDAD) TRILOGÍA LADYS #3.0
Historical FictionDe encuentros furtivos, surgen amores perpetuos. Dos corazones anhelantes por un poco de sentir genuino. Las miradas se cruzaron. Los corazones se acompasaron. Las respiraciones se entrecortaron. Los sentimientos se desbocaron. Todo en medio de un...