Capítulo 5

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*Dos meses después*

Las clases ya habían comenzado, mi vida no cambió en nada por completo. Es más, cada día me siento más extraña, como si quisiese arrancarme la piel. Detesto esto. Solo quiero sentirme bien, pero no hago nada para cambiar.
Mi pequeño encuentro con Niall, ambos dejamos de hablarnos luego de ello, incluso se sintió tan culpable luego de que lo pensó, que nunca más volvió a casa.

Esa mañana iba caminando por los pasillos del instituto, observando a todas las personas que se saludaban tras verse después del verano, las sonrisas en todos los rostros, los ruidos de casilleros cerrarse, voces y charlas cuando en eso, pasa por delante de mi un chico, no sé su nombre, pero desde que entró en el instituto hace dos años, mi vida es un infierno.

-Hola rarita- dijo y yo miré al suelo, luego, apareció su novia quien también suele molestarme mucho, y ella, me empujó contra un casillero a la fuerza mientras él escribía algo en mi frente con un marcador.

-¡Basta!- grité yo intentando de correr mi rostro, pero el chico me agarraba con su gran mano impidiéndome moverme. Una vez que me dejaron sola, me arrodille en el suelo, abrazando mi propio cuerpo. Pruebas de que no le importo a nadie: estoy en medio del pasillo, llorando y nadie se detiene a preguntar qué sucede.

Sin dudarlo, corrí al baño donde me miré al espejo, y leí en mi frente lo que había escrito:

“rarita”

Limpié mi rostro con furia, frotando sobre mi frente el marcador negro que no se borraba, pero, luego logre borrarlo un poco más.

Como aún se notaba un poco, me puse una gorra de lana que llevaba en mi mochila ya que afuera hacía frío y limpié mis lagrimas para luego ir a clases.

Sentada en clase pienso… ¿De verdad me importa que alguien me entienda? ¿De verdad quiero que todo esto acabe? Sería peor si estuviese muriendo de una enfermedad terminal, solo que, esto es como morir lentamente, sin morir.
Ahora, yo lloro y todos sonríen, pero algún día, moriré… Y todos lloraran, pero yo sonreiré.

-________-llamó el profesor- ¿Estás prestando atención?- preguntó y tragué nerviosa. Un chico del fondo hizo un ruido de flatulencia con sus manos y yo eché mi cabeza hacia abajo.

-Si…- dije intimidada y la clase continuó.

Mientras volvía caminando a casa, me encontré con Niall sacando la basura. Se veía diferente, solo que, en su rostro, tenía un fuerte moratón que parecía estar yéndose. Ambos nos quedamos mirando, hasta que yo pasé la calle.
Antes de entrar en casa, escuche algo asi como gritos de discusión así que no entré.

-¡Ella está loca!- gritaba mi madre- Tiene algo mal en su cabeza…

-Ella no está loca- decía mi abuela- Solo es una adolescente confundida…

-¡Está mal de la cabeza!- chilló mamá- Primero, se corta los brazos cosa que es demasiado macabro…- dijo estresada- y ahora… No come…- dijo molesta.

-Tal vez debamos hablar con ella…- dijo el abuelo más pasivo.

-¡Ella no escucha!- gritó mamá exasperada.

Simplemente, me quedé allí sentada, sin decir nada.

-Hey- dijo Eric caminando a la entrada y yo me levanté- ¿Está Carl en casa?- preguntó.

-No lo sé- dije amargada.

-¿Sucede algo?- preguntó mientras yo miraba sus pies.

-¿Debería suceder algo?- pregunté levantándome y comencé a caminar.

-¿A dónde vas?- preguntó un tanto tierno.

-Necesito estar sola- dije sin siquiera mirarlo. No contestó, solo se quedó allí mientras yo tomaba el camino por la calle llena de nieve. No sé a dónde estoy yendo, solo quiero desaparecer, quiero dejar de llorar, quiero ser otra persona…

Fui a un parque infantil, donde estaba todo vacio asi que me senté en uno de los columpios, recordando cuando era pequeña. Siempre venía con Carl y sus amigos, recuerdo perfectamente como Eric me empujaba en el columpio y me decía que podría tocar las nubes. Recuerdo la sensación de que estaba tan lejos de la tierra, que de verdad podría tocarlas, sentía que estaba completa, que iba a estallar de tanto reir pero ahora, ahora me doy cuenta de que este columpio es tan pequeño que no me entran ni las piernas.

-Hey- escuché la voz de un chico por detrás y me encontré con Niall. Caminó a mi columpio de al lado y se sentó, con sus manos en sus bolsillos.
Ninguno dijo nada hasta que él habló otra vez:

-¿Estás bien?- preguntó y lo miré, estaba más palido de lo normal, su rostro indicaba el cansancio y el moratón en su ojo izquierdo.

-¿Te importa?- pregunté y rió.

-Siempre me importa- dijo mirándome y negué- Podrías ser amable algún dia- dijo firme.

-Lo siento, no soy una chica amable- dije y sonrió.

-LO sé- dijo y ambos miramos el sube y baja que estaba frente a nosotros.

-Siempre me dejabas arriba- dije recordando como subíamos y bajábamos, pero él siempre me dejaba arriba.

-Te gustaba- dijo y suspiré recordándolo- Te reías mucho- dijo y luego se produjo una larga pausa- ¿Vamos?- invitó y lo miré. Sin dudarlo, ambos saltamos de los columpios hasta llegar al sube y baja, donde ambos nos sentamos. Parecía que iba a romperse, nos quedaba muy pequeño pero igual comenzamos a subir y a bajar.

-Esto es ridículo- dije riéndome mientras subíamos y bajábamos cada vez más.

-¿Tú ves a alguien aquí?- preguntó y negué riéndome- Ahí voy- dijo e hizo un poco más de fuerza dejando su asiento pegado al suelo y dejándome a mi arriba, con mis pies colgando, sin poder tocar el suelo y comencé a reír, sin intención alguna, solo me daba gracia, sentir eso otra vez. Mirar a Niall, me hacia recordar cuando veía aquel niño pequeño juntando todas sus fuerzas para dejarme allí arriba, ahora, solo se quedaba sentado.

-Ya puedes bajarme- dije y negó.

-¿Sigues odiándome?- preguntó desde su lugar y suspiré- ______ ¿Sabías que el sube y baja es un juego de confianza?- preguntó y reí, otra vez cambiando de tema repentinamente.

-¿Por qué?- pregunté.

-Pues, porque, si son dos personas, dejas que una te suba, pero, la que esta abajo podría perfectamente irse y dejar caer a la otra…- dijo pensándolo.

-¿De dónde salieron esas ideas?- pregunté riendo y me bajo, quedando ambos a la misma altura.

-¿Por qué no salimos algún día?- invitó y negué- Vaya que eres solida mujer- dijo mientras se bajaba así que yo también me bajé.

-No podría salir contigo ni en sueños- dije riéndome de la estúpida idea.

-¿Por qué no?- preguntó y lo miré.

-Porque eres tú y yo soy yo- dije.

-Tú odias mi “Arrogancia”- hizo comillas en el aire, parándose frente a mi- Yo odio tu egoísmo. Ambos nos odiamos- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Ninguno dijo nada más, solo tomamos los caminos a nuestras casas, y yo seguí de largo sola a la mía, donde dentro, estaba mamá con la abuela, seguían hablando, y ambas me miraron.

-______-dijo mamá rápidamente- Tenemos que hablar…

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por favor, no dejen de leerla, ya veran, esto es solo los primero caps :) pls ya mejorará

White Flag (N.H) #wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora