Estábamos en el auto, enseguida que subí arrancó y luego de unas cuadras, se adentró en una calle algo vacía donde aparcó el auto y me miró.
-¿Estás bien?- preguntó preocupado.
-si- dije molesta y le tiré el dinero.
-¿Contaste si son 40.000?- preguntó mirándome tiernamente.
-Ya ni me importa- dije furiosa y me bajé del auto.
-¿A dónde vas? Te pueden lastimar- dijo bajándose él también, caminando detrás de mi por esas calles vacías y oscuras, iluminadas por un farol.
-Lejos- dije furiosa y suspiró cansado.
-Mamá me anunció que encontraron un donante- dijo alegre- solo faltan 20.000- dijo alegre y no me di la vuelta aunque en el fondo estaba muy feliz por él.
-Me alegro, bien por ti- dije sin darme la vuelta.
-¿Qué te sucede?- preguntó caminando hacia mí y me tomó del hombro.
-¿Qué me sucede?- pregunté molesta y me dieron ganas de golpearlo bien fuerte, de agarrarlo del pelo y arrastrarlo por el suelo. Recordé la mirada de dolor de esa chica y enseguida me sentí mal, muy mal.
-Si, estás actuando como una completa loca idiota- dijo escupiendo las palabras.
-Necesito que seas honesto conmigo- dije mirándolo a los ojos y asintió, mirándome de la misma forma firme- ¿Tienes novia?
-Claro- dijo como si fuese obvio- tu…- me señaló y negué.
-Entré en ese lugar y había una chica, les dije que yo era tu zorra y le dijeron a esa chica que tu la estabas engañando…- dije molesta, intentando de sonar dura pero en realidad se me quebraba la voz. Sus ojos se abrieron de par en par, y miraron a un costado sin mover su cabeza, buscando una respuesta a eso.
-Tal vez… Debora- dijo rascando su nuca, con dolor en su rostro- Mierda, lo olvidé por completo…
-Si, lo olvidaste por completo- dije cruzándome de brazos y le di la espalda, caminando por esas calles.
-Ven, no te vayas, te lastimarán- dijo tiernamente.
-Tengo un arma, además, no me importa lo que digas, vete al diablo- grité ya que estaba bastante lejos. No quise mirar atrás, porque a decir verdad estoy llorando. Siento un dolor en el pecho, no solo porque me mintió todo este tiempo, si no porque aún recuerdo la mirada destruida de esa chica. Abracé mi cuerpo con luego de volver a ponerme la capucha y escuché a lo lejos como el auto de Niall se iba por las calles. Me conoce, sabe que no me subiré con él.
Me quedé sola en esas calles, caminando en la oscuridad. Sollocé mientras caminaba, podría llorar toda una eternidad sabiendo que todo fue una mentira, sabiendo que lastimé a una chica y que para Niall solo era un número más, o cuestión de interés. Maldito corazón, me dueles mucho.
Pasé por un mercadito de 24hs y allí entré. No había nadie más que algún vagabundo durmiendo, y revisé mis bolsillos.-¿Qué buscas niña?- preguntó el muchacho del mostrador.
-¿Qué puedo comprar con diez dólares?- pregunté y señaló unos cigarros.
-Es lo más barato- asentí y le di el billete.
-los quiero- dije y me dio una caja.
-Ten, quédate con el encendedor- dijo tendiéndome uno y guardé ambas cosas en mi bolsillo.
Furiosa salí caminando y me senté en la vereda. No quiero ir a casa, eso me hace acordar a Niall, y tampoco a casa de papá. Encendí un cigarro y lo miré por unos segundos.
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White Flag (N.H) #wattys2015
Teen FictionUn error, en una sola milesima de segundo, puede cambiar por completo tu vida.