-¿me estas escuchando?- preguntó Eddie y lo miré, aún pensando en lo que acaba de suceder.
-no- dije suspirando- lo siento, estaba distraída... ¿Qué decías?
-estaba diciéndote que- comenzó a decir nervioso, jugando con su sándwich- me gustas mucho y... Ahora empezaremos la universidad y sabes que... Las relaciones cambian pero- me hundí en sus ojos miel, estaba nervioso, muy, y no solo sus manos temblando lo indicaban, sino que se trababa con las palabras.
-¿qué quieres decirme, Ed?- pregunté y rascó su nuca nervioso.
-me gustas y no quiero perderte- habló mirándome a los ojos- sé que aún piensas en ese idiota, pero... ¿Acaso puedes verme? Me falta tirarte señales de humo- dijo enfureciéndose.
-Eddie...- dije suspirando.
-si quieres que vaya en ropa interior a clase lo haré ¿quieres que golpee a alguien? ¿Acaso es eso? Porque, veo que no basta con cuidarte- dijo un tanto desesperado y sonreí.
-Eddie- dije y tomé su mano sobre la mesa- tu eres un gran chico, eres muy lindo y puedes tener a cualquier chica.
-y sigo virgen- dijo riéndose y me reí yo también.
Lo miré y me quedé en sus facciones que indicaban lo joven que es, su mirada desesperada y confundida; solo le sonreí.
¿Cómo no herirlo?-No eres un mal chico solo que…- dije y me miró apenado. Vi la esperanza en sus ojos, y mi corazón se partió a la mitad.
-Entiendo que estés enamorada de ese idiota- dijo sonriendo apenado y miró por la ventana.
DIA 35
Otra vez, instituto, lo mismo de siempre. Pero, a la hora de la salida, no fui a casa, sino que, fui caminando a casa de Niall donde, él me abrió la puerta.
-¿Era tan fácil como venir y tocar timbre?- pregunté y me miró en pánico. Estaba de pijama, con sus ojos bien abiertos.
-¿Qué haces aquí?- preguntó molesto.
-¿Qué que hago aquí?- pregunté entrando a la casa- Explicame que sucedió esa noche- dije molesta.
-No te diré- dijo abriendo la puerta- Ahora, vete…
-No puedes ser así, de un día para el otro dejas de hablarme… ¿Fuiste tu?- pregunté casi que gritándole- ¿Me puse cabrona y me golpeaste o disparaste?- pregunté furiosa.
-Nunca podría hacer algo así- dijo molesto, apretando sus dientes- Ahora, por favor, vete…
-¿O qué?- pregunté y rodó sus ojos.
-Mira- dijo cerrando la puerta y lo pensó- SI te digo la verdad… Tú estarás metida en esto, y una vez que entras, no puedes salir- dijo firme.
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White Flag (N.H) #wattys2015
أدب المراهقينUn error, en una sola milesima de segundo, puede cambiar por completo tu vida.