Capítulo 6

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Mamá me miraba con lastima al igual que la abuela, pero ambas estaban de acuerdo eso me lo decía sus miradas.

-¿Qué sucede?- pregunté y mamá suspiró.

-Hija, sabes que lo hemos intentado todo por tu bien…- dijo tomando mis manos- Así que… Pensamos que lo mejor seria que vivas con papá un tiempo…- dijo y alcé mis cejas.

-¿Con papá?- pregunté alzando una ceja.

-Hablamos con él, le contamos lo que sucede y no vive muy lejos…- dijo la abuela mirándome con ternura.

-No iré a vivir con papá- dije rápidamente.

-Si, y te cambiaras de instituto… Él está emocionado con la idea…- dijo mamá y yo suspiré cansada.

-¿Carl?- pregunté.

-Carl volverá a la universidad el mes que viene- dijo el abuelo- _____... Solo queremos ayudarte

-¡No quiero su ayuda!- grité exasperada y golpeé una pared.

-¡______!- gritó mamá- ve a armar tus maletas… Sera solo un tiempo, además estarás cerca…- dijo rápidamente y bufé molesta. Solo le hice caso.

*Una semana después*

Ya estaba mudándome a lo de papá, solo lleve una maleta y una mochila con mis cosas. Al aparcar en su puerta que era a unas cuantas cuadras de mi casa, pude ver la gran mansión que tenia, moderna llena de ventanas.

-_____-dijo emocionado desde la puerta. Tenía su cabeza calva y siempre usaba un gorro de lana, sobre todo a esta altura del año con nieve.

Una vez que acomodé mis cosas en mi habitación que quedaba en el segundo piso, fui a explorar la casa. El primer piso se trataba de un largo pasillo de piso de madera con paredes de color crema, y de ese pasillo salían muchas habitaciones, por ejemplo, la cocina, la sala, el comedor, la sala de cine, un cuarto de juegos donde allí tenía billar y mini golf. El segundo piso, se trataba de otro largo pasillo que se abría a cuatro habitaciones y cada habitación tenía un baño.

-Aren- llamé a papá por la casa y estaba en la cocina, preparando una deliciosa comida, pues él es chef de un restaurante muy famoso en la ciudad.

-Hija- dijo mirándome con una sonrisa de oreja a oreja, llevaba un delantal azul con pintitas blancas- ¿Tienes hambre?- preguntó con ternura y lo miré sorprendida.

-Un poco- dije mojando mis labios ya que ese tocino en su asadera se veía delicioso. Al final, terminó preparando un sándwich con pollo, cebolla, lechuga, tomate, queso, tocino y huevo frito ¿Cómo decir que no a eso?
Ambos almorzamos entre risas, me agradaba papá, antes no lo conocía, pero ahora tengo la oportunidad de ver que es un hombre divertido, gracioso que sabe que decir.

-Mira… Debo irme- dijo mirando su reloj- Te dejaré dinero, si quieres, puedes ir a comprarte ropa, vi que tu maleta es pequeña… y…- dijo encogiéndose de hombros y le sonreí.

-No quiero dinero- dije mirándolo con ternura.

-Entonces… Cómprate un helado- dijo y dejó el dinero en la mesa y se fue.

Dios, esto es un sueño hecho realidad. A veces, me imagino lo genial que seria haber vivido con mama y papa toda mi vida, pero, luego recuerdo la razón por la que se separaron: mamá solo quería el dinero de papá. O eso parecía.
Esa tarde, me la pasé acomodando mi habitación cuando en eso me llega un mensaje de Eddie, y luego, le conté todo lo que sucedió y estaba apenado porque iban a cambiarme de instituto.

En eso, escucho el timbre sonar, asi que, baje a atender encontrándome con Niall y unas cajas.

-Hola- dijo entrando. Esa mañana llevaba una gorra que dejaba la parte de delante hacia atrás.

-¿Qué haces aquí?- pregunté mientras entraba.

-Que bonita casa- dijo riéndose de lo grande que era- Escuche que entraras en un nuevo instituto- dijo mirándome de arriba abajo- Y mi querida ________, no dejare que seas una idiota.

-¿Qué?- pregunté confundida y se adentró en la sala que estaba a la vista. Allí, dejo la caja en una mesa y la abrió.

-lo compré con mama- dijo y miré el interior de la caja. Maquillaje.

-¿Estás de broma?- pregunté y rió.

-Lo vi en una película- dijo y solté una carcajada.

-Niall, estás loco- dije y suspiró.

-Okay, dados los hechos- dijo en broma- Yo no me quedaré con una caja llena de maquillaje, así que, la conservaras- dijo con una sonrisa mirándome.

-¿Gracias?- pregunté alzando una ceja.

-¿Necesitas ayuda?- preguntó y no contesté.

-Consideraré eso como un si- dijo con una sonrisa- ¿Quieres ir a caminar?- invitó y suspiré mirando afuera. Miré a Niall con la sonrisa en su rostro, pensando que hacer para pasar tiempo conmigo. Se pasó por mi mente aquella tarde en el sube y baja, y, su sonrisa, su rostro con el reflejo de la nieve, todos esos encuentros extraños llenos de insultos que tuvimos, era lo más interesante de mi vida y… Mirandolo allí, parado por mi en esa sala… Me doy cuenta de que, después de todo, no estoy tan sola… ¿Sucederá algo si digo que si?

Acabo de tomar una decisión interna, pero, mientras mi mente discute con mi voz interior, que discute conmigo, que discute con mi curazon y en cualquier momento se mete mi estomago de los nervios que siento, mientras toda esa discusión, la voz que más suena, es la de el impuslo de sonreír y aceptar a este chico en mi vida. Porque ______, lo siento linda, pero estas enamorándote.
Es como una reunión en la que todos mis órganos me excluyen, toman la desición, y luego uno me notifica la idea:

“________, estás enamorándote”

Mierda.

-¿Vamos?- preguntó una vez más y suspiré, volviendo a la realidad.

-Ah... Si- contesté retomando el aire y juntos, salimos caminando por la puerta.

White Flag (N.H) #wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora