White Flag (N.H) #wattys2015

Capítulo 9

Me quedé en shock con eso que dijo así que, simplemente me di la vuelta y le dije:

-No… Niall…- dije rápidamente- No.

No dijo nada, solo me miró y suspiró cansado.
Simplemente volvimos a la sala donde comenzamos a ver películas entre risas hasta que él tuvo que irse ya que su madre lo necesitaba mientras tanto, yo volví a estar sola.
En ese gran silencio. Pensé en llamar a la abuela, pero, de seguro tenía cosas más importantes que hacer. Pensé en llamar a Eddie pero estaba pasando un momento difícil para que lo moleste así que, simplemente me acosté a ver televisión.
Hacía frío y mucho, pero, me gusta el frío. Por mi, saldría corriendo en mis shorts pijama por ahí y no sería una mala idea.
Sin problema alguno, salí en mis pijamas al jardín, donde me senté en la acera de la calle y suspiré. Sentí el aire frío en mis fosas nasales y sonreí como una idiota.

DIA 9

Una semana después, esa semana se pasó muy tranquila, bueno, mi mente estaba centrada en otra cosa que no era solo yo. No me importaba mucho los insultos y burlas en el instituto, eh aprendido a soportarlos, cerrando mis ojos y diciendo “Esto pronto acabará”
Pero en fin, siempre espero con ansías llegar a casa y encontrarme con Niall sentado en la acera como empezaba a ser costumbre.
Notó que yo aún no me prestaré para besos, ni siquiera para juntar nuestras manos ya que odio el contacto, odio que la gente me toque así que, gracias a dios lo comprende.
Eddie siempre me llama por las noches para hablar por skype mientras jugamos un videojuego y, mientras jugamos, me cuenta como va su vida.
Dice que es un desastre, su padre lo critica a cada rato y su hermano es un imbécil.

Esa mañana, estaba cocinando con papá quien era la persona mas tierna del mundo.
Me enseñaba a preparar galletas de vainilla, ambos reíamos mientras me enseñaba.

Esa tarde, Niall pasó a buscarme en su bicicleta la cual muy dudosa monté en la manija.

-Te prometo que no caerás- dijo rápidamente mientras yo enterraba mis dedos en sus brazos.  

Me llevó a lo largo de las calles, en bajadas y adoraba eso, no mentiré.
No sé exactamente a dónde íbamos, pero, parecía estar algo lejos. Cuando estábamos un tanto lejos, frenó la bici y se bajó para luego ayudarme a mi.

-¿Dejaras la bici ahí?- pregunté y miró a todas partes.

-¿Ves a alguien que pueda robarla?- preguntó y miré a un lado: carretera llena de nieve. Al otro: carretera llena de nieve.

-Acabo de darme cuenta…- dije- de que podrías matarme aquí y nadie se enteraría nunca- dije y soltó una carcajada comenzando a caminar delante de mi- ¿A dónde vamos?- pregunté.

-¿Te da miedo?- preguntó mirándome y suspiré.
Caminamos hacia adentro de un pequeño bosque que terminaba en un acantilado y Niall se sentó en el borde- ¿Vienes?- preguntó y suspiré.

-¿Y si caemos?- pregunté abrazando mi cuerpo. Pues, estoy con los pelos de punta.

-Y si caemos- dijo metiendo sus manos en sus bolsillos, mirándome con los ojos entrecerrados, como pensando- Nos caemos- dijo como si nada y suspiré.

-No se, es arriesgado- dije mirando mal a Niall.

-Confía en mi- dijo tendiéndome su mano y dudosa, la tomé. Avancé un poco y me senté a su lado, sin soltar su mano ya que me aferré a ella. Miré mis pies colgando y lo lejos que estaba la próxima nieve.

-Si caigo aquí, me muero- dije riendo.

-No veas que puedes caerte- dijo sacando de sus bolsillos una caja de cigarros- Mira alla- dijo señalando el horizonte. Se veía una hermosa vista de una lejana ciudad, con pequeñas casas y el resplandor de un atardecer naranja sobre la nieve.

-Wow- dije asombrada y sentí su risa mientras soltaba mi mano un minuto para hacer carpa con sus manos alrededor del cigarro y asi encenderlo- No sabía que fumabas- dije mirándolo y sonrió.

-¿Quieres?- preguntó tendiéndome el cigarro y lo miré- Carl me matará si se entera- dijo riendo y negué.

-No quiero- dije.

-Wow- dijo asombrado- la chica Miss Odio-mi-vida rechazó algo que la puede matar lenta y cruelmente- dijo y lo miré.

-Si sabes que te mata ¿Por qué lo fumas?- pregunté y rió.

-Te mata si fumas mas de uno por dia, por 40 años de tu vida- dijo mirando el cigarro- Yo no fumo ni uno por semana- dijo tranquilo- Solo lo hago para sorprender- dijo y lanzó el cigarro al acantilado.

-Podrías provocar un incendio- dije firme y rió.

-Claro, porque no hay nieve alrededor- dijo y solté una risotada ante lo que dijo.- y cuéntame… Wednesday Adams- dijo y yo lo miré extrañada- ¿Cuál es tu mayor sueño?

-¿ Wednesday Adams?- pregunté y reí- ¿Qué es eso?

-¿No conoces a Wednesday Adams? ¿Los locos Adams?- preguntó sorprendido- Sé que tenemos diferencia de edad pero tampoco me hagas ser un viejo- dijo y reí.

-Sé quien es la familia Adams- dije riendo.

-Bueno, me haces acordar a la hija, Wednesday, tan, fría y odiando al mundo, las actividades sociales- dijo y lo fulminé con la mirada.

-NO me dirás Wednesday Adams- dije firme y rió.

-Si lo haré- dijo afirmando.

-Entonces… Yo te diré… Suricato- dije rápidamente.

-Es es injusto- dijo firme.

-Te pareces a una suricato- dije rápidamente y rió.

-Eres tan zorra- dijo riendo y se acostó en la nieve.

-¿Qué haremos cuando anochesca?- pregunté.

-Esperar a que los lobos nos coman- dijo y me asustó.

-¿En serio?- pregunté y se sentó otra vez. Me miró como si fuese obvia la respuesta y luego contestó:

-no- dijo rápidamente.

-Okay, perdona miss Suricato- dije firme.

-Callate Wednesday Adams- molesta, tomé un poco de nieve y se lo enterré en la cara- Ahora si, lo buscaste- dijo levantándose mientras yo me arrastraba hacia atrás para luego levantarme. Simplemente me tomó de la cintura y se sentó arriba mío, atrapándome con sus piernas, sentado en mi abdomen y tomando mis manos.

-Lo siento- dije muerta de la risa mientras él también se reía. Aún tenía nieve en su nariz lo que me hacia reír el doble.

-Deberíamos volver- dijo sin salir de arriba mío y negué.

-No quiero irme nunca de este lugar- dije y suspiró.

-Te prometo que te construiré una casa aquí- dijo mirándome y yo reí.

-Si como no- hablé en burla.

-Es una apuesta.