Costosas joyas cuelgan del cuello de las damas que rodean al joven lord Tomlinson. Él solo sonríe con su rostro afilado y mirada centelleante, ha sido la nueva atracción del palacio.
El rey observa desde el trono. Su reina sujeta su mano fría.
La hija mayor de los Duques de Brisbane se presenta ante el Lord con una sonrisa coqueta y brillantes ojos almendrados.
—¿Está disfrutando su estadía en Palacio, mi lord?
—La encuento muy placentera, mi lady.
—Perdone usted mi atrevimiento, pero dice mi madre que hemos sido bendecidos de tener en palacio una belleza tan cautivante como la suya. —La joven duquesa no era conocida por su prudencia, sin embargo, el lord se sintió halagado—. Y yo creo fervientemente que no se ha equivocado.
—Lamento discrepar. Me temo que la belleza se encuentra entre las joyas de la Corona.
—Es cierto, sí. Sin embargo, se nos priva de entablar conversaciones. —La joven mira hacia el trono mientras habla—. Los dioses no se mezclan con los mortales.
—Cuánto acierto hay en sus palabras.
Ella sonríe, está vez, sin el rastro de coquetería tiñendo su rostro.
—Además, los dioses no tocan tan bien el piano. —Susurra la duquesa mirándolo con diversión.
Lord Tomlinson ríe con ella.
Cuando la celebración ha llegado a su clímax y los invitados se encuentran tan ebrios que apenas pueden mantenerse en pie, Lord Tomlinson camina entre las estatuas de piedra del jardín.
La noche ha caído hace ya un largo rato y las tenues luces brillantes de las farolas lo guían hacia las rosas.
Labios rojos como la sangre y ojos acechantes en la oscuridad.
Louis teme cortarse con sus espinas.
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El rey ha muerto
FanfictionSilencioso y mortífero como el puñal en su mano. Nadie lo ha visto rondar entre los pilares de un hogar roto. Él tan solo acecha en la oscuridad seductora como sus caderas, sus labios venenosos susurran secretos falsos. Cuando el alba se presenta, l...
