Uno de los jugadores se encuentra acorralado.
Sus movimientos ya han sido efectuados y fueron precisos. Sin embargo, las piezas han decidido moverse por sí solas.
Ya es muy tarde para abandonar la partida.
—¿Qué más puedo hacer? —Pregunta mirando las piezas que se burlan descaradamente.
—Dejar que piense que ganó.
La mira con el entrecejo fruncido. Su seguridad se transmite de inmediato y el Lord se pregunta por qué no ha sido ella la jugadora si ya conoce al oponente.
—¿Por qué no lo hiciste tú? ¿Por qué yo?
Ella sonríe con melancolía. Un sentimiento que se ha instalado en su pecho mucho antes de su llegada.
—Es posible gobernar bajo las sábanas, y yo ya no tengo ese derecho.
Él desea poder consolarla. Él quiere decir algo elocuente que endulce su corazón marchito. Sin embargo, sabe que no puede hacerlo. Un corazón que ha tenido veinte años para romperse no podría sanar en dos minutos.
Decide volver al juego.
—¿Me dejo acorralar entonces?

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El rey ha muerto
FanfictionSilencioso y mortífero como el puñal en su mano. Nadie lo ha visto rondar entre los pilares de un hogar roto. Él tan solo acecha en la oscuridad seductora como sus caderas, sus labios venenosos susurran secretos falsos. Cuando el alba se presenta, l...