El rey ha muerto

39. El Cómplice.

Toma su mano y besa su dorso. Es aquello que suele hacer cuando necesita consuelo, cuando necesita un ancla para mantenerse en lo real.

—Es mi deber informarle que tiene razón, mi lord. —Su voz es suave, aterciopelada y cálida. Un bálsamo para el corazón herido de Louis, un corazón que él mismo lastimó y se ha negado a dejar sanar—. Lo ha asesinado a sangre fría.

—¿Cómo lo he hecho? No creo poder recordar.

—Quizás fueron sus ojos, mi lord. O tal vez, fue la manera en que sus caderas manipulaban la naturaleza. —Enumera. Sus dedos aún acarician la mano del lord—. Probablemente fue voz.

—¿Podría tener, este pecador, algún atenuante a su condena?

Él sonríe. Sabe lo que atraviesa su mente. Ha aprendido a leer los tenues destellos de luces en sus ojos. Ha entendido el significado de su silencio. Ha curado aquello que no sabía que estaba roto.

Acaricia su mejilla. Louis acepta la caricia y se apega a ella como un felino.

—Lou. Mi querido, Lou. —No hay más que ternura en sus palabras y Louis siente derretirse entre sus manos—. Ya has sido condenado y yo soy tu verdugo.

Louis ríe tan bajo que él apenas lo nota.

—¿Cómo puedes ser mi víctima y mi verdugo, Harry? Eso no tiene sentido.

—No arruines mi ritual de seducción, Louis. —Se queja queriendo apartarse. La rápido mano del Lord toma el borde de su camisa y lo arrastra hacia él para besarlo.

—Pues, creo que ha funcionado.

Harry asiente. Es incapaz de responder nada más cuando las cálidas manos de Louis recorren el borde de su camisa deshaciéndose de los botones que encuentra a su paso.

Él quiere imitarlo y explorar con sus manos curiosas el cuerpo que ya conoce y que, sin embargo, continúa siendo un enigma.

Louis se detiene y lo mira. Una sonrisa peligrosa decora su rostro.

—¿Puede el condenado ser dirigido a su celda?

Harry parpadea y asiente, aún aturdido.

—El verdugo ejecutará la sentencia enseguida.

Louis vuelve a reír cuando Harry toma su mano y lo guía con pasos torpes de regreso a la habitación. Harry agradece que el encantador lord le haya permitido quedarse a su lado, está feliz de ser él quien le recuerde cada día lo mucho que es adorado.

Louis agradece haber cometido un asesinato.