𝐑𝐔𝐍, 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐄 | 𝐍𝐞𝐰𝐭

|5| Empieza el caos 2/2.

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Ya para el día siguiente el novato ya había despertado, según las docs este estaba bastante alterado por todo lo que pasaba y Hipatia se encargo de tranquilizarlo de una manera no tan agresiva como solía hacerlo con sus chicas. Aunque sus chicas estaban algo alteradas ahora, desde la llegada del chico las cosas se complicaron, hubieron un par de problemas y creen que el chico es el culpable de todo, aunque Hipatia lo encuentra algo estúpido. 

-Mi nombre es Hipatia pero puedes decirme Hop... ¿Recuerdas algo? ¿Tu nombre?- pregunto Hipatia mientras veía al chico sentado al frente de ella sobre una de las camas improvisadas en la enfermería. 

-Aris, ese es mi nombre.- dijo todavía algo nervioso. 

-Aris, es un lindo nombre.- dijo la pelirroja y con una sonrisa logro calmar un poco a Aris. ¿Recuerdas algo más? ¿Antes de llegar hasta aquí?

-...Solo recuerdo estar en una especie de ascensor, este subía, pensé que se iba a estrellar.- 

-Ey tranquilo, todo estará bien.

-¿Porque no puedo recordar nada? ¿En donde estoy?

-Ven.- le guio para mostrarle el lugar.- Yo lo llamo el área y por donde llegaste es la gran caja, cada mes llega una chica pero este mes llegaste tu.- le comentó con una sonrisa.- Cada vez que una astilla llega, no recuerda nada tan solo su nombre pero luego de un par de horas. 

-¿Quién nos puso en la caja? ¿Quién nos envió hasta aquí?- pregunto Aris. 

-No lo sabemos.... Ven. 

Hipatia guio a Aris a uno de los fuertes que tenían en el área, una o dos veces habían entrado penitentes al área siguiendo a unas torpes corredoras, como le llamo Hipatia, aquella vez habían perdido a varias chicas y desde aquel día hicieron unos fuertes por si ocurría de nuevo. 

-¿Cuanto tiempo llevan aquí?- 

-Como hace tres o cuatro años. Primero llegue yo, y te aseguro que no te gustaría estar solo un mes en un lugar desconocido.- le dijo Hipatia algo divertida, más de una vez se burlaba de su sufrimiento.- A sido difícil pero logramos vivir en paz, y por eso debes cumplir tres reglas. Primero debes cumplir con tus trabajos, no nos gusta los holgazanes, aquello se lo puedes preguntar a Cassandra. Segundo, jamás agredas a las otras astillas. 

-¿Astillas?- pregunto Aris confundido. 

-Son palabras que inventamos, tranquilo te acostumbraras. Y tercero, jamás salgas del área sin mi permiso.

Desde aquel día Hipatia se había llevado bastante bien con Aris, eran muy buenos amigos junto a las tres chicas. Pero las cosas habían empeorado un poco, Chris una de las corredoras fue infectada por algún penitente a pena luz del día, las astillas estaban alteradas. 

-Hop... Ya paso.- hablo Isabel apareciendo en sus espaldas y llamando la atención de más de una. 

Hipatia había recorrido por completo el laberinto, no había ningún lado que le faltara y con aquello, no había ninguna salida, esa información solo la tiene Hipatia y con dos de sus corredoras más confiable, ni siquiera le había contado a sus amigas. 

-Bien, iré sola.- dijo con voz decidida mientras se levantaba de su puesto para ir a la choza en el bosque. Ahí se preparo, guardo dos de las armas que tenía, navajas y una katana además de un papel y un mapa que tenía, había espero aquel momento hace mucho tiempo. 

-¿De que hablaba Isabel?- pregunto Sonya llegando de la nada con Harriet, Raquel y Aris. 

-Entrare al laberinto, sola.- dijo Hipatia con el rostro serio mientras tomaba una especia de soga que había creado con mucha de las enredaderas firmes. 

-Mañana te toca salir sola, no hoy.- hablo Raquel. 

-Lo se, pero hay algo nuevo haya afuera que no aparece siempre y hoy está aquí.-

-Pero puede ser peligroso si vas sola... iré contigo.- dijo segura Harriet. 

-Eres una de mis mejores amiga y la co-lider, tu no puedes ir.- dijo Hipatia y miro a los otros tres integrantes.- Ni ninguno de ustedes, protejan a Aris mientras no estoy. 

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Hipatia había entrado al laberinto no hace mucho, estaba algo nerviosa como todas las veces que había entrado ahí pero sentía que llevaba mucho más tiempo ahí de lo que conocía, sentía como esos muros eran su hogar por el bien hecho que lo conocía. 

Corrió hacía la sección más lejana que había, aquella no se identificaba con un número como todas, sino con una letra, la letra P. Cuando el sol ya se estaba ocultando y todo estaba oscureciendo, encontró dos muros juntos y en su centró había una rara figura. 

La pelirroja tomo los papeles que había traído junto a una brújula, todo aquello lo tenía gracias a la persona llamada Dash. La brújula apuntaba hacía el norte, según el mapa estaba bien y con el dibujo le decía que aquel era lo que buscaba. Ahora guardo todo y cuando iba a empezar a correr escucho unos ruidos metálicos provocando que se diera la vuelta, conocía aquellos ruidos. 

Hipatia se puso alerta mientras apuntaba la pistola hacía todas las direcciones esperando encontrarse con algún penitente y luego de unos segundos lo encontró pero no estaba solo, sino con cinco más. Hop recordó la vez que se habían encontrado con un número algo numeroso de penitentes, pero aquella vez eran cuatro y estaba junto a sus compañeras, ahora eran cinco y estaba sola. 

Le empezó a disparar al más cercano y no en mucho tiempo los penitentes la empezaron a seguir. Hipatia solo corría y intentaba alejarse lo más posible de ellos. Llegó a una parte que la conocía bien, enrollo la cuerda en su cintura y del otro extremo la ato a unas cuerdas improvisadas, subió un poco y del muro, con fuerza empezó a patear cierto punto mientras veía como los penitentes se acercaban a ella, uno de ellos le causo una herida pero rápidamente la cosa que Hipatia estaba pateando, cayó al suelo con velocidad y logrando que la chica llegara arriba. 

-Foder.- se quejo la pelirroja mientras veía una mancha roja en su muslo, corto un poco su ropa en aquella zona para saber si los penitentes la habían infectado pero para su suerte ahí no había nada. Cortó un poco su camisa para enrollarla en la zona afectada y para que no sangrara tanto como sucedía en aquellos momentos. 

Se impulso con una lanza y empezó a caminar sobre los muros como había planeado, bajo por unas enredaderas pero ya abajo algo la detuvo, y fue el ruido de como el laberinto empezaba a cambiar y el suelo temblaba. 

Hipatia empezó a correr como podía, podía sentir como la herida se abría con cada paso que daba pero no se detuvo, debía llegar. Ya estaba tan cerca, casi fue aplastada por los muros pero lo había logrado, había dado un salto y el cuál logro que llegara a lo que ella creía que era su salida. 

Hop se quedo un rato ahí recostada y cuando se levantó se gano una gran decepción, los muros seguían cambiando, ella seguía en el laberinto. 

-¡Foder! ¡Casi muero! ¿¡Y para que!? ¡¡Para nada!- gritaba Hipatia molesta pero no tuvo mucho tiempo ya que tuvo que huir de ahí y encontrar un lugar seguro para pasar la noche.