El ultimo gira tiempo -DRARRY-

Capitulo 31

Después de comprar sus túnicas y libros, se dirigieron a la tienda de los gemelos Weasley. Después de dejar Hogwarts, compraron un local en el callejón Diagon y, aunque la mayoría de las tiendas habían cerrado, era increible como la de ellos seguía teniendo miles de visitas.

Entraton junto con Ginny y los señores Weasley. Era asombroso lo que los gemelos habían hecho. Pronto, Fred y George jalaron a Harry a un rincon de la tienda para poder hablar con el.

-Harry, todo esto es gracias a ti.
-Si, si no nos hubieras dado el dinero de tu premio hace 2 años, probablemente no hubieras conseguido esto.
-Y por eso, puedes tomar cualquier cosa que te guste de la tienda y de cualquier sección.
-¿Qué? No, chicos, yo pagaré lo mío.
-No Harry, ven, mira esta es nuestra seccion privada.

Atravezaron una cortina y habia articulos raros, a Harry le llamó la atención una piedra negra que parecía brillar.

-Es una piedra de la oscuridad, cuando la lanzas aparece un tipo de niebla negra, perfecta para un escape rapido.
-Si, los aurores nos han pedido miles.
-Creo que me llevaré una.
-Gran elección Harry.

Volvieron a salir. Harry se apresuró a volver con los Weasley cuando vio algo afuera. Draco corría hacia el Callejon Knortun y parecía algo preocupado.

Como todo niño bueno, Harry, con mucho cuidado, salió de la tienda para ir a ver porque su rubio iba a un callejón de artes oscuras. Lo siguió unos minutos hasta que entró a la tienda de Borkins.

Harry se asomó por arriba de un tejado, como Draco hablaba con el dueño de la tienda y este parecía explicarle algo. Unos minutos después, Draco abrió la puerta y salió.

Harrý lo siguio de vuelta, y Draco, tras toparze con su madre, ya no pudo ir a ningun otro lado. Harry regresó a la tienda de los gemelos, donde los señores Weasley estaban histericos.

-¡Harry! Dios mio, pense que te habiamos perdido.
-Estaba atrás, viendo las maravillas de los gemelos.
-Sera mejor que regresemos a casa, hemos estado fuera suficiente tiempo.

Harry se había quedado los siguientes días, sobre el raro comportamiento de Draco, se decía a si mismo, que solo hablaba con el dueño, si era eso. No estaba planeando nada malo, si.

El día de regreso a Hogwarts, Harry les conto lo sucedido a Ron y a Hermione. Y como era de esperar Hermione le riñó por haber salido solo. Harry intentó explicarse pero sabía que no tenía caso.

-Voy a tomar un poco de aire.

Tomo su capa invisible y la piedra y se dirigió al compartimento de las serpientes. Se pusó la capa donde no había gente y siguió caminando. Abrió la puerta del compartimento y arrojó la piedra.

El aire se llenó de gritos y a Harry le dió tiempo de subirse al portaequipaje y esconderse bajo la capa invisible, encima de donde se encontraban sentados Pansy Parkinson, Blaise Zabini y Draco Malfoy.

No tardo en distinguir su voz.

-Calmense todos, probablemente fue un estudiante de primero.

Draco se volvió a sentar y siguió hablando con sus amigos.

-Draco, en serio, ¿vas a hacerlo?
-Tengo que ¿no?
-Pero, no puedes hacer a un lado a Harry nada más porque así.
-Es la única manera de mantenerlo a salvo.
-No le escribiste en todo el verano.
-Le vi una vez y le escribí una vez también.
-Draco, son pareja desde hace 2 años.
-Si amigo además, le reclamaste por tu collarcito encantado, cuando tu tampoco lo usas.
-Si lo uso. Pero en cuanto Harry se quitó el suyo, senti...
-¿Cómo si te faltará algo?
-Si... es parte de la magia del collar.
-Lo sabemos.

Hubo un pequeño silencio. La noche ya estaba apunto de llegar, por lo que todos empezaron a cambiarse. Las chicas fueron a los baños de sus respectivas casas y algunos chicos tambien lo hicieron.

-Date vuelta Zabini.
-¿Te das cuenta de que los 2 somos hombres?
-A comparación de ti, mi belleza podría cegarte.

Ambos rieron divertidos mientras Zabini se volteba y Draco se quitaba el chaleco negro y la camisa. DIOS MIIOOO. Harry estaba a unos segundos de que se le saliera la sangre por la nariz.

Shit. ¿Cómo es que Draco podía lucir tan bien? Se puso la camisa blanca y la corbata de la escuela. Pero lo dejo hasta ahí.

-Vamonos... ¿Por qué no te has cambiado completo?
-Adelantate, antes quiero checar una cosa.

Zabini abrió la puerta y se fue. Draco cerró la cortina de la puerta a ma vez que todas las del tren lo hacian. Sacó su varita. Harry volvió a sentir esa sensación. Eso ya lo había vivido.

Solo que esa vez, veía a Draco vestido completamente de negro y le decía:

-Ya se que estas aquí Potter. ¡Petrificus Totalus!

Harry caía, Draco me quitaba la capa invisible y le partía la nariz.

-Eso es por mi padre, disfruta el viaje a Londres.

Lo tapaba con la capa y se iba. Con su expresión de odio en el rostro. Volvió a la realidad y escuchó un:

-¿Qué haces aquí Harry? Deberías de estar con Hermione y Ron.

Harry bajó del portaequipaje y se quito la capa. Abrazó a Draco y le dió un tierno beso en los labios. Este correspondió y si  embargo, con un movimiento de varita, los cambio por completo a los 2.

-Ahorrate el trabajo de llegar a cambiarte. Pero en serio, tienes que dejar de meterte en problemas.

Bajaron juntos del tren, Harry pudo vislumbrar que casí no había carruajes, apenas iba a decirle a Draco que subieran a uno cuando este dijo:

-Alejate de los problemas, Potty.

Y se alejo, caminando hacia el castillo. En eso Luna Lovegood llegó y se subieron a un carruaje. Luna le contó que había tejido una manta con su cara y la de Ron, Hermione, Neville y Ginny unidas con destellos dorados que decian: amigos.

Harry sintió un gran apreció por la bruja de ojos soñadores a la que podía llamar su amiga.