El ultimo gira tiempo -DRARRY-

Capítulo 28

Todo marchaba bien (excepto por la cara de sapo) todo iba bien, habían formado su ejercito de estudiantes llamado: Ejército de Dumbledore apodado ED. Entre los estudiantes estaban: Hermione, Ron, los gemelos Weasley, Ginny, Luna, Cho, los hermanos Creevy etc.

Iban muy avanzados en magia defensiva, Hermione había encantado la hoja donde firmaron con sus nombres para asegurarse de que nadie los delatara. Se reunían cada que podían en la Sala de los Menesteres (sugerida por Dobby).

Harry había intentado (muchísimas veces) convencer a Draco de que se les uniera, ya que el conocía más magia oscura que él, pero este se negó cada vez que se lo preguntó.

-No Harry, es peligroso, no te preocupes por eso.

Si, eso había dicho desde esa vez, la gente empezaba a creer que terminarían (algo absurdo en su opinión) pero supuso que tenía una buena razón para oponerse. Lo que Harry no sabia (otra vez) era que Draco había convocado a una reunión en la Sala Común de Slytherin.

-"¡Ok, reúnanse todos ya!. ¡Todos los de primero también! ¡Rápido! ¿Ya están todos? ¿Pansy? Gracias. Ok, esto es lo que quiero que hagan este año. Como ya verán la cara de sapo tiene favoritismo por nosotros, y esto es muy importante. Lo que les voy a contar es TOP SECRET así que  o quiero que se divulgue. Harry Potter esta creando un club de DCAO para protegerse, desde que volvió el Señor Tenebroso. Umbridge tratará de despedir a Dumbledore y etc., ¿nuestra misión? Hacer como que apoyamos a Umbridge, cuando en realidad apoyamos a Potter. ¿Entendido? Bien, si alguien delata a Potter se las verá conmigo. Ahora todos a dormir."

Aunque los miembros del ED no lo creyeran estaban mas protegidos que nunca. Tenían a la Sala de los Menesteres y a todos los de Slytherin a su lado. Todo era perfecto, pero, se acercaba la Navidad, lo que significaba vacaciones, familia etc.

Harry estaba dando las palabras de despedida a su equipo, diciéndoles que les enseñaría el encantamiento Patronus. Todos se estaban despidiendo, aunque Fred y George se quedaron para sugerirle sus dulces de broma, y que estaban buscando un lugar en el Callejón Diagon para poner su tienda de artículos de broma.

Harry estaba guardando la decoración de Navidad que había puesto la Sala (ya que no le correspondía llevársela) hasta que una voz, peculiar llamó su atención.

-Eres un gran maestro Harry.
-Oh, gracias Cho.
-Estoy segura de que a Cedric le hubiera gustado estar aquí.

Incomodo, muy incomodo, que una chica se pusiera a llorar por la muerte de su novio y que tú supieras que tenias la culpa, bueno no era la mejor manera de decir Feliz Navidad.

-Cho, mm, ¿por qué no estás con los demás? Pensé que querías despedirte de tu amiga Marietta.
-Es que Harry, quería agradecerte por todo, todo es, muy lindo...
-Eeeeh.

Harry no sabía que decir, primero Ginny y ahora ella, las 2 eran geniales, si, eran buenas amigas pero, pero esto era demasiado, para Ginny había quedad de qué a el le gustaba alguien pero ella...

De pronto cuando levanto la cabeza pudo ver a Cho, que se había acercado más a el, y más y más y... ¿Cómo se rechaza un beso amablemente? Ayudaaaaa. Harry empezó a hacerse un poco hacia atrás. Cho estaba casi que encima de sus labios cuando...

¡PUM! La puerta de la Sala se abrió, Harry pudo ver que Cho abrió los ojos como platos, se sonrojaba y empezaba a balbucear algo inatendible. Harry de volteó también. Oh Dios. Corre.

Draco, estaba ahí, por no decir que se veía molesto, se veía peor que molesto, furioso. Estaba rojo de la furia y sus ojos no tenían brillo. Se acercó lentamente, como si le diera igual que alguien hubiera estado apunto de besar a su novio. Llego hasta la altura de Harry y lo tomó posesivamente de la cintura y lo rodeó con sus brazos. Miro con asco y odio a Cho y después de unos minutos de silencio incomodo...

-Lárgate Chang.

Cho, se apresuró a salir corriendo de la Sala mirando con temor a Draco. Harry también tenía miedo, pero ya no tanto como antes. Se volteo lentamente, sabiendo que encontraría esos ojos furiosos, pero se sorprendió mucho cuando se dio cuenta de que la mirada del rubio se enterneció al verlo. Sus ojitos grises volvieron a brillar y el rojo se volvió un leve rosa.

-¿Cómo...
-Shh..
-Pero...
-Tuve una corazonada y vine tan pronto como pude.
-¿Fue eso o el collar?
-Los dos...

Harry también se enterneció, abrazó al rubio esperando a que este empezará a acariciar sus cabellos (que hizo rápidamente) y Harry solo quería quedarse ahí, en esa posición.

-Harry...
-Uhmm
-Tengo que decirte algo.
-¿Si?
-Te invitaría a pasar Navidad en mi casa pero, no se si sea buena idea.
-Podría ir una semana y otra con los Weasley.
-¿Seguro?
-Claro.
-Bien, le escribiré a mi padre para que venga a recogernos.

Harry sonrió ampliamente para depositar un piquito en los labios del rubio que amablemente el respondió. Pasaban los días y ya casi llegaba el tren que los llevaría a pasar Navidad con sus familias. Harry estaba emocionado, hasta que tuvo un sueño raro, estaba soñando con una puerta y esta vez, esta se abría, y veía al señor Weasley.

Este era atacado, por el, por Harry, pero no en forma humana, si no como la forma de la serpiente de Voldemort. Harry se despertó sudando, tan real... Harry despertó a Ron y le contó lo sucedido. Fueron a la oficina del director al pronto se le unieron los demás Weasley.

Harry estaba empapado de sudor y Dumbledore no dejaba de hablar con todos los presentes, menos con él. Hablaba con los retratos, con la profesora McGonagall, los Weasley... Harry tuvo una idea: atácalo. Luego gritó:

-¡Míreme! ¿Qué me está pasando?

De pronto, entro Snape, y sorpresa sorpresa. Dumbledore había sugerido de que Harry empezará a tomar lecciones de Oclumancia para evitar que Voldemort entrará en su mente. Snape era muy atemorizante y Harry no se sintió bien hasta que se sentó en el sillón de la sala de la Mansión Malfoy.

-Solo es oclumancía Harry.
-Si tu estuvieras estudiando no dirías lo mismo.
-No, porque yo ya se resistirme.
-¿Qué?
-Aprendí el año pasado.
-Serías un excelente auror.
-No es lo mío.
-¿Qué es lo tuyo?
-Dormir.
-Que flojo.

La señora Malfoy había preparado una comida deliciosa y Harry se había servido muchísimo, la señora Weasley se desmallaría cuando se enterará. En las noches, aunque Harry durmiera plácidamente en el colchón de Draco, el rubio no podía dormir. Cada vez le dolía más fuerte la Marca Tenebrosa, escondida hasta el siguiente año.

Se sentaba en la punta del balcón a observar a su alrededor, todo estaba bien, si, al menos, ahorita, estaba bien. El pequeño Harry dormía plácidamente como un bebe. Solamente con eso podía dormir tranquilo.

-¿Por qué estas despierto?
-Estás despierto...
-Tú también.
-No podía dormir.
-Ven, vamos a dormir.

Draco se metió en la cama, y Harry besó suavemente su mejilla, con unas leves caricias en sus cabellos rubios cayó dormido al lado de su pequeño azabache.