El ultimo gira tiempo -DRARRY-

Capitulo 24

Una vez pasada la navidad, las clases del segundo trimestre y otra vez estaba esa sensación  de nerviosismo.  Lo que pasaba era que después de navidad el 24 de febrero parecía acercarse cada vez mas. 

Esa mañana le tocaba Cuidado de las Criaturas Mágicas junto con los de Slytherin, pero para sorpresa de Harry, no estaba el, si no una mujer: 

-Vamos! Apúrense!
-Disculpe, ¿Dondé esta Hagrid?-preguntó
-Eso no te incumbe.

Harry se calló, si le importaba y mucho. Tuvieron una clase larga y aburrida, y podía ver las cortinas de la cabaña de Hagrid cerradas.

De pronto, Draco se acercó y le pasó un periodico:

EL GIGANTESCO ERROR DE DUMBLEDORE

Albus Dumbledore, el Director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, nunca ha tenido miedo de contratar a gente controvertida, nos cuenta Rita Skeeter.

En Septiembre, contrató a Ojoloco Moody como profesor de Defensa de Artes Oscuras, el antiguo auror que se ha vuelto realmente paranoico.

Aun así, a Dumbledore le parecio encantador contratar a un peculiar profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas.

Rubeus Hagrid, que fue expulsado de Hogwarts, cuando cursaba tercer grado, habia ocupado el puesto de guardabosque hasta hace 2 años.

Hagrid es un hombre enorme y según nos cuenta Rita Skeeter, no es lo que aparenta ser. No es un mago de sangre limpia como dice ser.

En realidad, Hagrid es un semi-gigante, su madre es la giganta Fridwulfa, que de haya en paradero desconocido.

Los gigantes se han considerado casi extintos, y los que sobrevivieron se unieron a las filas de El-que-no-debe-de-ser-nombrado.

Tal vez Dumbledore se este equivocando al contratar gente de 'su clase' para los alumnos de Hogwarts.

Harry terminó de leer y paso una mirada preocupante a Draco, este le devolvía la mirada, serio.

Al volver al castillo, se lo contaron a Hermione, que estalló en furia. Estaban hartos de que Rita Skeeter hiciera historias falsas sobre todo el mundo.

Cuando tuvieron su próximo permiso para ir a Hogsmade, no lo desperdiciaron. Fueron con la esperanza de ver a Hagrid ahí. Pero no lo vieron.

Entraron a las 3 escobas, acompañados de 5 alumnos de Slytherin. Iban Harry, Ron, Hermione, Draco, Crabbe, Goyle, Pansy y Blaise.

Se sentaron en una mesa vacía mientras Blaise y Pansy pedían las bebidas. Harry divisó a varios alumnos pero ni rastro de Hagrid.

Blaise y Pansy regresarón y bebieron sus cervezas de mantequilla cuando Harry vio a Rita Skeeter hablando con el camarografo:

-¿Qué te parece: Ludo Bagman, el desafornutado Director de Departamento?
-¿Qué, intentando arruinar la vida de alguién más-preguntó en voz alta.

Rita lo vio y sonrió.

-¡Harry! ¡Estás aqui!
-¿Cómo se le ocurre hacerle eso a Hagrid?
-Nuestros lectores tienen derecho a conocer la verdad.
-Hagrid no es así.
-¿Me consedarías una entrevista para hablar del Hagrid que tú conoces?
-No me acercaría a usted ni con una escoba de 10 metros.

Hermione habló:

-¡Usted es una mujer horrible!
-Sientate estúpida, yo se cosas de Ludo Bagman que te pondría los pelos de punta y casí te vendría bien.-Dijo viendo el pelo de Hermione.

Los de Slytherin se pusieron de pie y Rita volvió a hablar:

-¿Qué? ¿No te puedes defender sola? ¿Necesitas a un perro rubio para que te defienda?

Pero en cuanto vio a quien le había dicho: perro rubio, se le calló el alma a los pies. Draco la mirava con asco y odio absoluto.

Rapido Rita se apresuró a bajar la cabeza y pedir disculpas. Draco esbozo una lijera sonrisa de satisfacción y dijo:

-Mi padre se enterará de esto.

Y sin más que decir hizó una seña y los de Slytherin se apresuraron a sacar a Ron y a Hermione de la tienda mientras Draco se llevaba a Harry rodeado de los de Slytherin.

Harry nunca había visto a los Slytherin tan alterados, los llevaban técnicamente a rastras. Llegaron hasta la cabaña de Hagrid y Hermione que también estaba fuirosa golpeo la puerta:

-Ya esta bien Hagrid sabemos que estás ahí!

No hubo respuesta, solo los ladridos de Fang, su perro.

-Vamos Hagrid abre deja de...

Abrieron la puerta y no salió Hagrid, sino, Albus Dumbledore.

-Queriamos ver a Hagrid...
-Eso me parecio-sonrió complice.

Entraron en la cabaña, Hagrid estaba sentado, con su pelo embarañado y sus ojos rojos estaban rojos. Lo saludaron y después de una charla motivacional, Dumbledore se fue dejando a las serpientes y a los leones con Hagrid.

-Dumbledore es un gran hombre...
-Lo es.
-Sabes Harry cuando te vi por primera vez, me recordaste a mi, tus padres muertos, solo, pensando que no pertenecias aquí....

Todos lo escucharon en silencio.

-¿Cómo vas con el enigma del huevo Harry?
-Eh... bien.

Era mentira, aun no sabia que hacer con el huevo, y era muy orgulloso para seguir la pista de Cedric.

-Demuestrales Harry, vencelos, demuestrales que no hay que ser de sangre limpia para ser alguien aquí.

Harry se sentía muy culpable, no era lo mismo mentirle a los otros que a Hagrid y no pudo hacer nada para evitar sentir pena por la sonrisa que Hagrid le regalaba.

Esa noche, Harry se puso la capa invisible, tomo el huevo y el mapa del merodeador. Ya era hora de tragarse el orgullo y ver si la pista de Cedirc llevaba a alguna parte.

Harry estaba a punto de salir a los baños de los prefectos cuando vio una cabellera rubia bajando las escaleras, revisó el mapa: Malfoy.

Harry siguió a Draco en silencio, llego hasta el lago y ahí, Draco levanto la manga izquiera de su túnica, pero Harry no pudo ver nada.

Se acercó lentamente.

-¿Draco?
-¿Que haces aquí?
-¿Tú que haces aquí?
-Me gusta el silencio de la madrugada.
-Te vas a congelar, no trajiste bufanda ni nada.
-¿Por qué traes el huevo?
-Necesitaba una pista...
-Yo te puedo dar una.

Harry lo escuchó atentamente, Draco le pidió que metiera la cabeza en el lago y le puso un hechizo de protección para no sufrir hipotermia.

Harry escuchó como Draco abría el huevo y lo olló: Donde nuestras voces suenan ven a buscarnos, porque sobre la tierra no se ollen nuestros cantos. Nos hemos llevado lo que más valoras y para encontrarlo tienes una hora, pasado este tiempo, ¡negras perspectivas! Demasiado tarde ya no habrá salida.