El ultimo gira tiempo -DRARRY-

Cartas 4

Dusk Till Dawn:

No estoy intentando ser independiente,
no estoy intentando ser popular,
solo estoy intentando estar en esto,
dime, ¿tú también?

¿Puedes sentir dónde está el viento?
¿Puedes sentirlo a través
de todas las ventanas
dentro de esta habitación?

Porque quiero tocarte, cielo,
y también quiero sentirte.
Quiero ver el sol alzarse
sobre tus pecados, solos tú y yo.

Enciéndelo, a la fuga,
hagamos el amor esta noche.
Reconciliémonos, enamórate.
Inténtalo
(bebé, estoy justo aquí).

Pero nunca estarás solo.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Te abrazaré cuando las cosas vayan mal.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Cielo, estoy justo aquí.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.

Tu vida a pleno día se ha acabado,
hay ojos sobre ti en todas partes.
Lo sabes, ¿verdad?
Te estoy vigilando, mi equipo te está vigilando.
¿Conoces a tus amiguitos?
Están cabreados, enfadados contigo, hermano.
Tu nombre es basura en las calles.
Oh, sé quién eres.
No sabes quién soy.

Estábamos cerrados como una chaqueta,
así que bájate la cremallera.
Descendíamos los rápidos
para encontrar una ola que encajase.

¿Puedes sentir dónde está el viento?
¿Puedes sentirlo a través
de todas las ventanas
dentro de esta habitación?

Porque quiero tocarte, cielo,
y también quiero sentirte.
Quiero ver el sol alzarse
sobre tus pecados, solos tú y yo.

Enciéndelo, a la fuga,
hagamos el amor esta noche.
Reconciliémonos, enamórate.
Inténtalo
(Bebé, estoy justo aquí).

Pero nunca estarás solo.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Te abrazaré cuando las cosas vayan mal.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.

Chico, dale amor a tu cuerpo,
es solo tú quien puede detenerlo.
Chico, dale amor a tu cuerpo,
es solo tú quien puede detenerlo.
Chico, dale amor a tu cuerpo,
es solo tú quien puede detenerlo.
Chico, dale amor a tu cuerpo,
es solo tú quien puede detenerlo.

Pero nunca estarás solo.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Te abrazaré cuando las cosas vayan mal.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.
Estaré contigo desde el anochecer hasta el alba.
Bebé, estoy justo aquí.

Después de leer las cartas, Harry se levantó con los ojos llorosos. Abrió las puertas que llevaban al balcón y respiró lentamente el fresco aire de la llegada del otoño. Pensar, de que, como era posible, que un hombre joven y fuerte, estuviera tumbado en la camilla de un hospital debatiendo entre quedarse, o irse.

Pusó sus manos en el borde del balcón y observó con fasinación las rosas blancas. Toda la mansión, estaba sucia, con manchas de sangre, y el jardín, lleno de mala hierba. Los elfos domesticos podrían haberlo limpiado todo pero, sin un amo a quien obedecer, no podían hacer nada.

Adelaide, aunque era parte de la familia, no era la dueña legitima de la mansión y, por lo tanto, no podía dar lar ordenes. Harry observó nuevamente las rosas. Para el, la vida era como una de esas. En ese momento, estaban en todo su esplendor, brillando. Pero en un abrir y cerras de ojos, se marchitaban.

Y es que esas, eran mas parecidas a la vida. Estaban encantadas para nunca marchitarse. La vida era así. Porque todos aman la vida y quieren que nunca termine, pero de pronto llega la muerte a arruinar la fiesta. Porque la vida es una hermosa mentira y la muerte es una dolorosa verdad.

Escuchó el picaporte de la puerta abrirse y apuntó con la varita a la persona que tenía enfrente.

-¿Hermione?
-¡Harry! ¡Casí me da un infarto! ¡Baja eso!
-Perdón, pero, ¿qué haces aquí?

Hermione venia bien peinada, arreglada y limpia. A contrario de Harry que iba despeinado, mal arreglado y con muchas ojeras.

-Vengo de San Mungo. Tenía que avisarte.
-Avisarme, ¿de qué?

Harry sabía, por la cara neutra de Hermione que eso, que todos temían ya había ocurrido. Sin quererlo, empezó a derramar lágrimas silenciosas. Aquellas que querían salir desde hace ya semanas y meses atrás.

Harry no estaba listo mentalmente para esa noticia, no lo iba a soportar. Si era lo que creía entonces iba a hechar a Hermione y se iba a encerrar en esa mansión hasta qud muriese de depresión o alguna otra cosa.

Pero primero, tenía que ver como sufrían las personas que le habían hecho eso a Draco. El no iba a tolerar que las personas que le habían hecho daño, anduvieran libres por las calles. Sentía, que si hacía eso, los 2 podrías  descansar en paz.

Sin embargo, antes de que siquiera pudiera pensar en su siniestra venganza, y de como se iba a ahogar en depresión, Hermione habló de nuevo, y esta vez, le borró el pensamiemto de caer en depresión a Harry.

-Malfoy despertó.

Y Harry, derramando lágrimas de felicidad, abrazó a Hermione con todas sus fuerzas.