capitulo 12

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Cami.
- chicos. - dijo serio. - Juliana esta. - se quedó callado.
- ¿¡ESTA QUE!? - dije desesperada.
- está bien, despertó del coma. - en ese momento siento que mi alma vuelve a mi cuerpo.
- ¿¡Enserio doctor!? - hablo Juan Carlos.
- si, pasen a verla.
Corrimos a la habitación y desde la ventana vimos que ella estaba viendo la habitación. Entramos a la habitación y yo me acerco corriendo a la camilla.
- hola. - dijo al verme, yo sin su permiso la beso.
- hola baby. - dije cuando me separé.
- hola. - giro su cabeza y vio a los demás - hola chicos y papá.
La abrazaron y cuando se separaron entro el doctor.
- Juli. - hablo el ya mencionado doctor. - lamento decirte que tienes que usar un yeso en la pierna derecha por 8 meses.
- ¿Pero por qué? Si no me duele.
- muévela.
Juli la movió pero era obvio que le iba a doler, así que cuando la movió hizo una mueca de dolor.
- ves. No puede hacer ningún esfuerzo con ese pie, ¿Conduces? - le pregunto y Juli asintió - bueno pues no vas a poder conducir por 8 meses, ¿Okay?
- está bien.
- en cuanto el brazo ya puedes moverlo, el brazo si está bien.
El doctor salió y nos quedamos nosotros solos hablando, luego de varias horas Juan y los chicos se fueron ya que tenían cosas que hacer, así que yo me quedo con ella.
- bebe. - hablo llamando mi atención.
- dime. - la volteé a ver.
- ¿Como te fue en el concurso?
- pues una tal Camila Esguerra Escobar ganó el primer puesto. - dije con un sonrisa.
- Princesa, ¿¡ganaste!?
- si, ¿Por que?
- ven para acá. - me acerqué a ella y me abrazó.- estoy orgullosa de ti, te amo.
- yo también te amo. - al separarnos quedamos cerca, yo no me resisto y la besó.
- te extrañe. - me dijo cuando nos separamos.
- yo también.
Minutos después vino el doctor y le puso un yeso en la pierna derecha y una venda en donde le impacto la bala. Cuando llegó la noche le escribí a mi papá para que me trajera pijama ya que me iba a quedar, cuando mi papá me avisó que ya estaba afuera le dije a Juli que ya venía, salí, recogí mi pijama y cando volví a la habitación vi que Juli intentaba alcanzar las muletas.
- bebé, ¿Que haces? - dije poniendo mi pijama en un sillón y poniéndome al frente de ella.
- es que quería ir al baño. - hablo bajando su cabeza con pena. - perdón.
- mi bebé. - le subí la mirada. - no me pidas perdón, ven, yo te ayudo.
La ayude con las muletas y fue al baño. Tiempo después vino una enfermera y le trajo la comida.
- baby, ¿Por que no comes? - hablé sentándome en un lado de la camilla.
- baby, es que la comida aquí no sabe muy rico.
- mi amor pero...- no puedo seguir porque me interrumpe.
- ¿Como me dijiste? - ay, por Dios, ¿Por que le dije así? Tal vez no le gusto.
- mi...a...am...amor. - rápidamente bajo la cabeza
- no bajes la cabeza, mi amor. - me sube la cabeza y yo le sonrió.
- como te decia mi amor, tienes que comer.
- es que no sabe rico.
- ven.- agarre la cuchara con un poco de comida y se la puse al frente de ella. - abre la boca baby. - negó. - bebé, abre la boca. - la abrió y yo metí la cuchara. - eres una consentida.
- ¿Sabes que es lo que más me gusta de que me consientas?
- ¿Que?
- tu. Me gustas mucho - sentí como si en mi estómago estuvieran miles de mariposas cuando dijo eso.
- tu también me gustas mucho.
Le seguí dando la comida y cuando terminó deje la bandeja a un lado y a los pocos minutos llego la enfermera y se la llevó.
- Juli - dije llamando su atención.
- dime.
- ¿Por que no duermes? Se ve que tienes sueño.
- ¿Me puedes hacer mimos? - hizo un pequeño puchero.
- eres una consentida.
- por lo menos yo no hago pucheros a cada minuto.
- por lo menos yo no olvidó a mi mejor amiga cuando juego.
- está bien, ganaste.
- ven te hago mimos.
Se corrió y yo me senté y le comienzo hacer mimos, cuando menos pensé ella estaba profundamente dormida. Me paró de la camilla y sin hacer mucho ruido voy al baño y me cambio, cuando salgo acomodo el sillón donde voy a dormir y me acuesto.
Al otro día.
Me levanto porque escucho unas muletas por la habitación, me levanto rápidamente y me encuentro a Juli parada en la ventana intentando cerrar la persiana.
- ¿Que haces? - dije levantándome.
- te estoy cerrando la persiana para que el sol no te moleste. - yo me caso.
- ay bebé. - hablé con ternura. - ven. - me senté en el sillón y le palpe un espacio para que se sentará. - eres la persona más hermosa y tierna del mundo, te amo - la abrace.
- yo también te amo.
Nos abrazamos hasta que una enfermera llegó con una bandeja que contenía el desayuno.
- bebé eso tiene fruta. - dijo Juli.
- te la tienes que comer bebe.
- sabes que no me gusta la fruta.
- si te la comes sin decir nada te hago mimos por una semana entera.
- ¿Me lo prometes? - alzó su meñique.
- te lo prometo.- yo alzó el mío y lo enrredo con en el de ella. Y para finalizar ella besa mi dedo y yo el de ella.
- lo prometiste Esguerra.
- ya come.
Comenzó a comer y cuando terminó el doctor vino, la examinó y le puso otra venda en donde impacto la bala.
- Juli yo te veo muy bien - dijo el doctor.
- o sea que ya me puedo ir.
- si, solo que cada vez que te vallas a acostar a dormir te cambias la venda.
- okay.
El doctor salió y yo me metí a la ducha, me cambié y cuando salí vi por la ventana que una enfermera estaba viendo mucho a Juli. Así que me acerco y le doy un beso. El doctor llegó a la habitación y le dio de alta, cuando salimos vimos al papá de Juli esperándonos afuera, lo saludamos y nos montamos al auto.
- baja con cuidado hija - dijo Juan Carlos cuando llegamos y le estábamos ayudando a Juli a bajarse.
- tranquilo papá, voy a decir estar bien. - agarro las muletas y comenzamos a caminar con dirección al camper.
- si claro, eso mismo decías cuando te pasó lo mismo a los 6 años. - los dos reímos mientras que Juli estaba sería. - Cami te quiero pedir un favor.
- claro Juan, dime.
- cuida a Juli por favor, ella es un poco idiota cuando se lástima.
- ¡Papá! - le dijo entre dientes.
- perdóname pero es la verdad.
- jaja, tranquilo Juan, yo la cuido - le sonrió.
- okay, entonces me voy tranquilo porque se que mi hija queda en buenas manos. Bueno yo me voy porque necesito seguir trabajando, adiós.
Se despidió de nosotras con un beso en la mejilla y se fue, yo ayude a Juli a subir las escaleras. Comenzamos a hablar hasta que a Juli le comienza a sonar el celular.
- hola...mejor, gracias... claro... obviamente si...okay, adiós te amo. - veo que cuelga el teléfono.
- baby, ¿Quién era? - dije cuando tiró el teléfono a un lado.
- era Nata, dijo que venía para acá con Santi, Olgui, makis y sebas.
- okay, entonces yo me voy ya que vienen más personas y te pueden cuidar. - hablo en tono de broma.
- ¡No bebé! - dijo sentándose en la cama. - quedate aquí conmigo.
- si mi bebé me lo pide lo voy hacer.
Juli.
Tener así de cerca a Cami me hacía sentir algo hermoso, sentía que iba a explotar de felicidad, sentía que en cualquier momento quería abrazarla, besarla y no soltarla nunca.
- baby. - hablé.
- dime.
- ¿Qui...quie...quieres...te...tener u...una...cita con...conmigo?.
- dímelo sin tartamudear. - dijo agarrándome la mano.
- suspiré - ¿Quieres tener una cita conmigo?.
- claro que sí. - se sentó en mi regazo y me abrazó.
Luego de unos minutos llegaron los chicos, Cami les abrió, me saludaron y comenzamos a hablar.
- oigan, quiero salir, ¿Podemos?.
- bebé. - hablo Cami. - tienes que repo...- no pudo seguir porque sebas la interrumpió.
- no seas aguafiestas Cami, vamos a caminar. - dijo sebas.
- si le llega pasar algo a Juli los culpo a todos. - hablo desafiante.
- hey, ¿Y por qué a nosotros? - dijo makis.
- porque no están haciendo nada para impedir que Juli salga.
- bebé. - le tomo la mano. - no me va a pasar nada.
- ¿Segura?
- segurisima.
Salimos del camper y nos dirigimos a un parque. Vimos que en el ya nombrado parque había gente montando bicicleta y patinando.
- mi bebé, creo que estar aquí no es buena idea. - dijo Cami.
- bebé no va a pasar nada tranquila.
- si Cami. - dice nata. - no le va a pasar nada a Juli.
Continuamos caminando hasta que vimos que un chico se estaba acercando a nosotros patinando, hizo una acrobacia que le salió mal, así que a tropezones se estaba acercando a mi.
- ¡Baby cuidado! - me dijo Cami.
- ¡Juli! - hablo sebas agarrando a el chico, esa acción hizo que el chico nunca chocará conmigo.
- ¿¡OYE TU NO VES O QUE!? - le gritó Cami a la chico.
- perdón chica. - me dijo. - no te vi.
Se paró del suelo y se fue patinando.
- ¡OYE! - le gritó nuevamente Cami.
- baby, cálmate. No me pasó nada.
- ¡No te pasó nada porque sebas lo impidió!.
- cálmate. - baje mi mirada y vi a sebas. - oye sebas, ¿Estás bien?
- si Juli tranquila. - dijo parándose.
- sebas. - hablo Olga. - tienes sangre en el codo.
Vimos el codo de sebas y si tenía sangre.
- tienes que curarte sebas. - dice Cami.
- eh...no Cami, así estoy bien, además en la casa me curo, mi mamá me cura.
- ¿Tu mamá no estaba de viaje? - pregunto nata.
- ¡Nata! - le dijo entre dientes.
- ¿Así que me mentiste sebas? - le dijo Cami.
Okay esto ya no me gusta.
- enserio Cami, no es necesario, yo lo hago en casa.
- no señor, vamos a su casa a curarlo. - le agarro la mano, pero el la detuvo.
- pero nadie trajo auto.
- yo si. - hablo nata.
- tu eres mi amiga o enemiga.
- soy tu amiga, por eso voy a dejar que Cami te cure.
- vamos. - dice Cami volviendo a agarrarle la mano a sebas y llevandolo a mi camper.
Y a Camila se le olvidó por completo que yo existo. Comenzamos a caminar de vuelta al camper y en todo el camino Sebastián y Camila nunca se separaron. Cuando llegamos al auto de nata, nos subimos y nata arranco el auto y ellos se seguían riendo, siento que mi celular me comienza a sonar, indicando que me estaban llamando.

De Una Noche A Toda La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora