Juliana y Camila se conocen y de inmediato se covierten en mejores amigas. Mientras que la morena se enamoraba cada día más de la peliroja, la peliroja se enamoraba cada día más de juan pablo ulloa, el tipico niño rico, futbolista e inteligente...
Estaba durmiendo tranquilamente junto con mis hijos en la habitación que iba a hacer la de Cami y la mía, mientras que Nata estaba durmiendo en la habitación que iba a hacer de Emma también con su hijo.
Estaba en mi quinto sueño cuando de repente escucho que un bebé comienza a llorar, rápido me levanto y veo que era Teo.
- ¿Que pasó príncipe? - Le puse mi mano en su estómago y eso hizo que su llanto se calmara.
Lo tome con suma delicadeza y baje a la primera planta, me dirigí a la cocina y vi que eran las cuatro de la mañana. Le prepare el biberón porque siempre se levanta a esta hora para tomar su biberón.
Mientras se lo daba en la sala el poco a poco se iba quedando dormido. Cuando al fin se quedó dormido lo cargue hasta la habitación y continuamos durmiendo.
Días después.
Cami.
Hoy nos íbamos de la cabaña, la pasamos genial a decir verdad. Nos pudimos distraer y relajar.
Ahora ya estábamos llegando a Bogotá y Sara estaba dejando a María y Olga en el apartamento. A Makis y a mi se supone que no estaba llevando a la casa de Makis que era donde estaban nuestras esposas e hijos.
- ¿Sara a donde vamos? - Pregunté al darme cuenta que no estábamos llendo a casa de makis.
- Tú solo déjate sorprender. - Respondió.
Continuó manejando hasta que llegamos a una casa demasiado hermosa.
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- Cami, bajate que te están esperando. - Comento Makis.
Me baje, entre a la casa y la comencé a recorrer. Era realmente hermosa y por lo que veo tiene cinco habitaciones.
- Amor. - Llame la atención de Juli.
- Mi niña. - Se acercó a mí y me beso. - ¿Como te fue?
- Excelente, me divertí demasiado.
- Que bueno mi amor. ¿Que te parece la casa?
- Es hermosa. ¿Es de Makis y Nata?
- No, es nuestra.
- ¿Que?
- Es nuestra casa, con cuatro habitaciones tal y como la querías.
- Yo vi cinco.
- Mejor te la muestro para que entiendas todo.
Me tomo de la mano y subimos a la segunda planta donde estaban las habitaciones.
- Está habitación. - Dijo parando en la segunda puerta de la izquierda. - Es la de mi princesa.
