West Sinone.

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Siempre he estado solo. Estoy acostumbrado a ello, a vivir rodeado de personas pero sentirme completamente solo. Como si las personas fuesen sombras a mi alrededor.

Cuando estás en lo más bajo, tienes que cavar a muerte con tus propias manos para salir a la superficie, trepar, empujar y pisotear hasta llegar a la cima, y una vez allí, hacerla tuya. 

Con los años aprendí que nadie iba a dar un triste céntimo por mí. Que todo lo que quisiera tendría que conseguirlo con mi propio esfuerzo y sudor. 

En los barrios pobres nadie te regala nada ni te hace favores gratis. 

Estás solo. Desde que naces, hasta que mueres.

Así funcionan las cosas aquí. 

No puedes confiar ni ser amigo de nadie, porque en cuanto te des la vuelta ya te habrán apuñalado tres veces por la espalda. 

La vida en North Side es un juego de poder y todos luchamos con garras y dientes para conseguirlo. Para llegar a lo más alto. 

¿Qué si quería convertirme en un delincuente juvenil?

La verdad es que no. 

Cuando era un niño, me sentaba frente al televisor del orfanato y me podía pasar horas viendo esas películas en las que buenas familias adoptaban a niños sin nada como yo y vivían felices para siempre. 

Creía que es me pasaría a mí. Que el día menos esperado, una buena familia entraría por la puerta y querrían llevarme con ellos. Pero no fue así. 

Terminé viviendo en un sótano húmedo y mohoso, con un matrimonio que lo único que querían era un chico para que pudiese trabajar recogiendo chatarra. 

Aquel niño que vivía de sueños y esperanzas murió, igual que su idea de ser salvado algún día. 

Solo quiero ser libre, dejar de sentirme prisionero, que me crezcan un par de alas para poder volar lejos. Pero me rodea demasiada oscuridad. 


¿Queréis un consejo? 

No os enamoréis del primer rayo de sol que aparezca cuando todo está frío y oscuro. Porque puede que un día desaparezca, puede que vuestro propio interior podrido acabe espantando ese pequeño rayo de luz que apareció de la nada dispuesto a salvaros. 

Y cuando se vaya, la oscuridad volverá.

Ese fue Mikael Jensen. 

El chico que sacó mi corazón de las profundidades y lo hizo latir de nuevo, destruyendo el suyo propio en el proceso. 

Trueno y Relámpago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora