19

1.6K 253 174
                                    

Chuya.

El bastardo de Dazai me hacia llegar imágenes visuales con ese propósito, como si me las enviase para que las viese, era una nueva forma de molestarme, pero lo que mas me molestaba era el hecho de que pudiese decidir que dejarme ver y que no, que pensamientos deseaba compartir conmigo y cuales se guardaba para si mismo.

Yo no era capaz de algo como eso, simplemente pensaba y algunas cosas se filtraban sin permiso alguno, la mayoría de las veces habían sido cosas con respecto a Dazai cosas vergonzosas que por ningún motivo hubiese elegido compartirle.

Lo peor de todo es que el celo de aproximaba, si no podía filtrar mis pensamientos, muchos de estos podían ir a parar a Dazai de forma involuntaria, solo pensarlo me hacia avergonzar. Y es que en un celo no tendría mucho control sobre lo que pasaba por mi mente, todo giraría entorno al sexo y cosas muy cursis que prefería guardarme para mi mismo. Y el protagonista de estos pensamientos podría terminar por enterarse de ellos. Simplemente una pesadilla.

Me encontraba realmente rogando que los supresores fuesen capaz de ayudarme a lidiar con todo mi celo y no ocurriese lo mismo que hace un tiempo atrás, cuando Dazai fue capaz de burlar los efectos de este y hacer que los efectos de los supresores simplemente desapareciesen de mi cuerpo.

- Será mejor que curen sus heridas – dijo Atsushi para ambos, no pude evitar soltar una expresión de sorpresa, ya me había olvidado por completo de estas

- Oh claro – contesté, miré a Dazai

- No es necesario – comenzó negándose a atender las suyas, arquee una ceja

- Dazai-san, no moleste a Chuya – dijo, no pude evitar soltarme a reír, Dazai lo observó un poco sorprendido para luego igualmente reír

- No me molestes – solté – obedece

- No es justo si son dos omegas contra mi – soltó Dazai, actuando como una victima

- Pobre de ti – le dije

Entonces Dazai se sentó a mi lado, acomodándose frente a mi, una sonrisa que no sabia con certeza como interpretar en su rostro, en silencio comencé a observar su herida, al menos la suya se veía bien, no estaba infectada, la curé como había hecho la noche anterior. La atenta mirada de Dazai seguía cada uno de mis movimientos.

- ¿duele? – pregunté

- ¿no puedes sentirlo? – me preguntó, la noche anterior sentía la incomodidad del dolor a mi costado, producto de su herida, pero el dolor había desaparecido

- No, ya no lo siento

- Interesante – respondió, se quedó un momento pensando, casi podía escuchar la forma rápida en que pasaban sus pensamientos por su mente

- ¿Qué piensas? – pregunté

- ¿tampoco puedes sentirlo? – me preguntó, negué con la cabeza

- Tienes control sobre eso – dije, él sabía a que me refería – es una desventaja – Dazai solamente me observó por un momento

"no es una desventaja, solo tienes que aprender a filtrar" su voz hizo eco en mi mente, era un tanto invasivo el sentirlo de esa forma, sus pensamientos eran demasiado claros y llegaban de forma clara a mi.

Eso me hizo pensar que entonces él estaba eligiendo no dejarme sentir realmente el dolor de su herida. Como siempre el idiota inteligente iba un paso por delante, no podía evitar sentir que constantemente me dejaba atrás.

"que idiota" pensé, pero parecía que ese pensamiento si había llegado a él, Dazai me miraba de forma divertida, o tal vez todos mis pensamientos habían terminado por llegar a él de forma clara.

Como el océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora