La mira dormir desde un rincón lejano en la alcoba de Rey, el juicio fue un lapso de terror para él, temía un resultado desfavorecedor, todo el imperio caería bajo esa circunstancia, la amenaza de la fracción de la primera orden es algo con lo que tuvo que lidiar desde ese duelo en el pasillo.
Rey despierta para verlo dormir sentado a una distancia lejana a ella; descubre el cuidado bajo la mano de Kylo, en un rincón el vestido que se promete enviar al incinerador al siguiente día, el suave arropó de las sabanas, solo él pudo hacerlo sus ojos recorrer las penumbras de la habitación buscando algo que todavía no logra descifrar, es la sensación de que algo no está en su lugar, existe un espacio vacío similar a la distancia que ahora los separa, se acerca a él para despertarlo sin embargo él siente sus pasos leves acercándose, abre los ojos frota sus puños sobre ellos para despejar el sueño, Rey se queda a la mitad del camino para retroceder y sentarse a la orilla de la cama -¿estas mejor?- Kylo pregunta cuando de levanta de su asiento con su capa entre las manos.
-me siento mejor- una mueca tensa en su mandíbula indica a Rey que esa distancia también es emocional.
-bien...- no sabe que más decir, así que pone rumbo a la salida, ella está mejor eso es lo importante, hace algunas horas la angustia de la condena los acercó tanto que las acciones del pasado quedaron en el olvido, eran posiblemente las últimas horas juntos, pero ahora todo retoma la dimensión que corresponde, él no confía en ella.
-¡Ben!- lo interrumpe- justo antes de abrir la puerta, él se detiene sin virar a verla –quédate conmigo- le pide en un suave susurro; él gira para regresar hasta quedar frente a ella, con un toque suave toma su barbilla, el aroma a cuero de su guante llega hasta su nariz; no hay sonrisas entre los dos se asoma la vergüenza, el miedo, en Kylo la desconfianza, en ella el arrepentimiento profundo.
-me alegra que estés bien, no estaba dispuesto a dejar a Ben sin ti... descansa- Rey parpadea ¿eso fue un rechazo? Lo fue de una forma que no lo parece, ella lo acepta bajando la mirada comprendiendo lo que ya sospecha, es un cambio confuso entre el Kylo que tiene cuando Beny está presente y es otro cuando están solos por completo – ¿nunca me perdonaras?- sus palabras salen ahogadas entre lágrimas y un sollozo.
-me alegra que estés bien... por mi hijo, te he perdonado estas aquí con él, fue muy imprudente... y valiente lo que hiciste, no pensaba permitirlo es mi deber como tu esposo y como tal también te he perdonado... entre los dos es todo lo que tenemos ahora- ella aleja su rostro de él, no quiere verlo más, no puede hacerlo porque sabe que encontrara el motivo del cual es totalmente responsable; él huye, sabe que de quedarse un poco más puede sucumbir a ese deseo reprimido que lo lleva por la noches a su alcoba para verla dormir, que lo incita a usar la fuerza de forma inadecuada para adentrarla a un sueño más profundo y así recostarse sobre su pecho, acariciar su cabello y sentir la tibieza de su cercanía; lo que pide Rey es diferente es perdonarla de una forma que simplemente todavía no puede hacerlo, la marcas del abandono y rechazo por años lo hacen más prudente que nada, de antemano sabe que con Rey es un contador y no hay garantía de que sea la última vez; ella es así, se acerca toma mucho de él, ofrece todo para que ella después rechace y abandone, no se expondrá a eso otra vez.
Frente a Beny ambos fingen una cercanía que se desvanece tan solo a la ausencia del pequeño, a veces es un toque de manos, o él toma su hombro cortésmente lo más arriesgado son besos sociales, como un saludo entre amigos, cada situación de estas Rey sabe que la alejan más de él, sin embargo se resigna a continuar por Beny y porque se rinde a fingir y dejar de esperar a que Kylo la perdone como su mujer, es todo lo que puede hacer.
Esa cercanía la mata, ese beso en su mejilla prefiere recibir un golpe directo ahí, que sería más sincero que ese beso hipócrita que él se obliga a dar frente a su hijo, ese deslizamiento sobre su brazo que enardece su sangre en partes iguales de deseo y frustración, que es igual o más de fingido que el beso en su frente al despedirse; solo ellos saben que cuando están frente a frente, la cordialidad persiste sin cercanía, es como tratar un asunto de trabajo de compartir alguna situación sobre Beny, algunos intercambios de impresiones en cuanto al gobierno, y cuando no tienen más que decir él escapa de su presencia.
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DOS ESTRELLAS
RomanceVERSIÓN CORREGIDA Y AUMENTADA La vida da siempre mas oportunidades de hacerlo de nuevo Rey se reencuentra con Ben, mucho cambio desde la ultima vez que lo vio, es el mismo pero con nueva historia en la que ella no esta presente. ADVERTENCIAS: drama...