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MoonJo alzó su mirada, su cabeza dolía, y de su frente recorría la liquida sangre, logró divisar el cuerpo de JungHwa caer y una silueta tras él, ladeó la cabeza quitando su sangre de su ojo izquierdo para poder ver mejor, abrió sus ojos de par en...

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MoonJo alzó su mirada, su cabeza dolía, y de su frente recorría la liquida sangre, logró divisar el cuerpo de JungHwa caer y una silueta tras él, ladeó la cabeza quitando su sangre de su ojo izquierdo para poder ver mejor, abrió sus ojos de par en par al ver de quien se trataba.

- ¿Cariño? - MoonJo estaba sorprendido.

- ¿Cómo puedes bajar así la guardia, eh? - Regañó JongWoo.

MoonJo se levantó y se tambaleó, el omega lo sostuvo de los brazos y lo ayudó a apoyarse en la muralla, la beta comenzaba a quejarse por el dolor y trataba de tomar su teléfono, JongWoo se acercó a ella y pisoteó el teléfono, rompiéndolo y luego colocándolo en una bolsita, MoonJo lo observaba atento.

- ¿Cómo me encontraste? - Preguntó el alfa.

- Instinto, aroma....

MoonJo sonrió.

- Viniste preparado... - Dijo el alfa, mirando los guantes de látex que usaba el menor.

El omega lo ignoró y se agachó para tapar la boca de la beta y arrastrarla hasta el final del callejón, MoonJo se colocó una mano en la cabeza tratando de detener el sangrado mientras admiraba al menor "trabajar". La beta trataba de forcejear para poder escapar, el omega mantenía su cara sin expresión mientras sacaba algo de sus bolsillos y de apoco comenzaba a atar a la chica de manos y pies, luego tomó la cara de la chica y destapando su boca enterró fuertemente una aguja pasándola con hilo hasta el otro extremo del labio inferior hasta el superior, cosiendo, mientras que la beta soltaba gemidos de dolor y trataba de gritar, pero sólo provocaba más dolor en su boca.

- ¿No pudiste quedarte callada? .... Tu trabajo ya estaba hecho, no tenías porque meterte a sacar tus conclusiones, no pedí que me ayudaras.... - Dijo frío el omega mientras cosía la boca de la beta - ¿Duele? ... Es lo único que te mantendrá callada.

El alfa miraba la escena con asombro y orgullo, jamás imaginó al omega haciendo eso, pero le encantaba verlo, sonrió mientras que de a poco comenzaba a marearse por la pérdida de sangre.

- Ah, maldita sea... no es hora de desmayarme, quiero ver a cariño....

- Más te vale ir por ayuda o te irá peor. - Escuchó decir al menor.

El omega se separó de la chica y comenzó a mover un contenedor de basura, girándolo, la chica lo miraba con ojos de suplica y horror y el mayor comenzaba a desmayarse, pero abrió sus ojos de par en par al escuchar un estruendo y además que un espeso liquido le viniera encima, miró directamente al omega dándose cuenta de que este había dejado caer el contenedor metálico sobre el cuerpo de la chica, reventandola, literalmente, dejando un gran desastre sangriento y asqueroso, el alfa levantó la mirada sorprendido hacía el omega, quien se giró lentamente sin expresión en la cara con sus ojos vacíos, el alfa tragó en seco, el pequeño omega era bastante cruel y perverso por dentro, el alfa sintió el peso venirle encima, y miro directamente los ojos del menor.

- Te dije que te fueras o te iría peor... - Murmuró el omega.

- ¿Vas a matarme? - Sonrió el alfa - ¿Puedes?

El omega desvió la mirada tomando la botella rota.

- Oye... - El alfa trató de sonar firme, pero se debilitaba de a poco - ¿Qué crees que haces?

- No quiero engancharme a ti... - Murmuró el omega - No quiero estar contigo... - Levantó la botella.

El alfa suspiró y siguió observando sus ojos, encontrándolos aún vacíos, alzó la mirada mirando la botella y luego cerró los ojos.

- Anda.... hazlo... - Murmuró el alfa - De nada sirve estar destinados si ninguno ama al otro, ¿no? Así que acaba ya con esta maldición que nos une, total, yo soy quien esta arruinando tu vida....

Pasaron algunos minutos, todo era silencio donde sólo se oía la respiración de ambos, el alfa comenzaba a tener la esperanza de que el omega lo perdonaría hasta que sintió aquel frío ardor en el pecho, abriendo sus ojos y levemente su boca, agachó la mirada viendo como el menor enterraba cada vez más los vidrios en el pecho del alfa, provocando algunos quejidos en este, quien con el ceño fruncido y los ojos picando llevo su mirada a la del menor, quien trataba de seguir sin expresión en el rostro.

- JongWoo... - Formuló débilmente el alfa llevando sus manos a las del omega - ¿D-de verdad....no puedes perdonarme...? - La voz del alfa sonaba ronca, débil y triste, mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas - Perdón.... JongWoo....

El omega quitó la botella dejando algunos vidrios enterrados en el pecho del mayor y se levantó, viendo al alfa, desvanecerse en el piso, apretó fuertemente sus puños, tratando de ignorar la presión en su pecho y el llanto de su lobo y comenzó a salir del callejón.

[🌓]

"¿Qué eres, Seo MoonJo?"

"¿Crees que él te perdonará tan fácil y te amará de un día para otro?"

"¿Qué sientes en realidad?"

"Aléjate de mí"

"No quiero..."

"No lo aceptaré... Jamás estaré contigo... te odio..."

"Eres un monstruo"

- Si no puedo cambiar lo que soy.... ¿Cómo seré capaz de cuidarlo?....

El bosque estaba oscuro, pero podía ver con claridad cada cosa que estaba a su alrededor, el cielo estaba negro, la luna estaba ausente, se había ido, ¿cuándo volvería? Las estrellas no se atrevieron a salir y el ambiente se sentía pesado y triste, mientras que el aullido de un lobo era el único que se escuchaba y resonaba en el bosque, un lobo negro, grande y de ojos rojos, aullaba y buscaba desesperado, mientras que al avanzar dejaba un rastro de sangre, espesa y líquida a la vez, caminaba débil, sus patas temblaban y su cabeza se agachaba, fue abandonado por su manada y por su pareja, estaba solo.

Estaba muerto.

Estaba muerto

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Tragedia AgridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora