Tragedia Agridulce

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Aquellos días se sufrió bastante la muerte del alfa, JongWoo estaba totalmente destrozado. En la morgue no podía dejar que calcinaran el cuerpo de su amado alfa, pero terminaron por hacerlo, confirmándole al omega que esta vez si, ya no volvería a ver a MoonJo nunca más, Haneul sabía que su padre había muerto pero aún se mantenía aferrado a la ventana, cerrando y abriendo las cortinas, esperando a que este apareciera y le sonriera como la vez que lo conoció, le era fiel al pensamiento de que su padre era inmortal y volvería, pero no fue así.

Los años pasaban dolorosos, pero la vida continuaba, JongWoo trabajaba mientras Haneul estudiaba en la escuela, la vida seguía, aunque ya nada podía llenar ese vacío que dejó el alfa en sus vidas, JongWoo sonreía y se divertía a los ojos de todos. A los ojos de su hijo era un excelente padre, que lo apoyaba en todo, pocos sabían la oscura historia tras esas sonrisas, pero aún así las personas le tenían mucho cariño y empatia.

- Papá, ¿crees que pase los exámenes? - Haneul ya con 12 años le preguntaba a su padre, mientras JongWoo lo cobijaba en su cama.

- Por supuesto, mi Haneul es muy inteligente, todos están muy orgullosos de ti, y yo estoy orgulloso de ti...

- ... Y si... ¿llego a fallar? ... - Haneul recibió aquella cálida sonrisa.

- Lo intentaremos de nuevo.... Pasar los exámenes no es lo importante... Lo sabes, ¿no? - Besó la cabeza del niño - No quiero que mi niño se estrese estudiando tanto... Las notas no son lo más importante, ¿oíste? Solo debes esforzarte en aprender y mejorar para tu propio beneficio, no para el beneficio de los demás, ¿si, cariñito?

Haneul asintió con una amplia sonrisa.

- Eres el mejor padre del mundo.... ¿Crees que mi otro papi este orgulloso de mí?

JongWoo lo observó por unos segundos para luego sonreír.

- Ese hombre te habría hecho hasta un altar para que te sientas lo mejor del mundo. - Río JongWoo.

- ¿Tan así? - Rió Haneul - Casi no lo recuerdo.... Aunque si, él era divertido...

JongWoo asintió.

- Ahora duerme... Es tarde y mañana son los exámenes...

Haneul asintió y se acomodó en su cama.

- Buenas noches papá, te amo.

- También te amo Han, descansa.

El omega salió de la habitación de su hijo para ir directamente a la cocina donde se preparó un café, para luego sentarse en el sofá, donde se quedó unos minutos mirando un punto fijo, para luego acercar la taza a su nariz y olfatear el aroma del café, cerrando sus ojos mientras recordaba al alfa, suspiró y bebió, tomando uno de sus libros, leyéndolo. Al rato se colocó de pie, y caminó hasta su habitación, tomando un abrigo para colocárselo y salir de casa, caminó un rato hasta llegar a la costa, donde miraba las grandes olas azotar el frío mar, y la grande y hermosa luna iluminar el cielo. Miró la playa, recordando cuando MoonJo lo secuestró y luego lo llevó a la playa para que pudiera relajarse, rió en lo bajo recordando cuando lo empujó al mar, mientras bajaba hacia la playa, para caminar sobre sus pasos, recordando aquel día, deseando regresar en el tiempo, para volver a besarlo. Caminó entre la arena para llegar a las rocas, también habían venido en familia años atrás, cuando SeokYoon también seguía vivo, suspiró con nostalgia y melancolía, hasta que notó gracias a la luz de la luna un mensaje tallado en una de las rocas, se acercó a esta, recordando que MoonJo junto con SeokYoon se habían quedado tallando las rocas la última vez que visitaron la playa, tragó en seco para leer.