Tragedia Agridulce

12

Un día dolía, una semana aguantaba, meses, el corazón no soportaba, 2 años, no bastan para olvidar.

Luego del incidente en aquel callejón el omega salió de éste con las manos limpias y el corazón destrozado, ignoró el sentimiento de pérdida, no quería aceptar el haber amado a aquel alfa, aún así nadie sabía sobre el paradero del alfa, en el callejón sólo fueron encontrados los restos de la beta, nada más, ni siquiera una sola gota de sangre del alfa estaban en el lugar, había desaparecido.

2 años habían pasado desde entonces, habían muchos rumores, un supuesto suicidio en el estudio edén, la señora Eom había muerto, JongWoo vivía con SeokYoon desde hace más de un año, y no había noticias del alfa, lo que lastimaba al omega.

El omega se encontraba recostado en la cama, encerrado en su habitación, anidando con cosas del alfa desaparecido, mientras que el beta lo cuidaba desde el otro lado de la puerta, tratando de ayudar al contrario.

- Hyung.... - El beta trataba de convencer al chico de que saliera de la habitación, y tratara de rehacer su vida - Hyung, vamos.... levántate.... ábreme.... necesitas comer.... no puedes quedarte allí adentro por siempre, recuerda que tienen responsabilidades..... levántate.

JongWoo mantuvo sus ojos cerrados y encorvo más su cuerpo, tratando de sentir el aroma del alfa, que ya casi era nulo, abrió levemente sus ojos al sentir el llanto de un niño y los pasos del beta alejarse, se abrazó a sí mismo y comenzó a llorar como siempre lo solía hacer.

Sobó su nariz contra la ropa del alfa, tratando de sentir la falsa presencia, odiaba aquel sentimiento que lo aislaba de sus pensamientos, las gotas caían, una por una, lentamente y casi en abundancia, el dolor se juntaba en el centro de sus pulmones dificultando el oxígeno, retorciéndose y encorvandose, escondiendo su cabeza entre la suavidad de las almohadas y buscando calor entre las sábanas, su boca tenía un sabor salado y amargo, tragaba sus lágrimas, ahogándose en su propio llanto, la abundante oscuridad consumía de apoco su cuerpo, carcomiéndolo por dentro, atormentándolo y destrozándolo.

Las horas pasaron y la puerta volvió a ser golpeada.

- Voy a salir.... sal un rato, ¿si? Iré solo, comienza a hablarle o se olvidará de ti... - Se escuchó la voz del beta para luego oír sus pasos alejándose.

JongWoo suspiró y trató de sentarse, mientras tomaba aire para controlarse y hacerse cargo de lo que lo esperaba tras equellas puertas, se levantó y caminó hacia el baño para lavarse la cara, miró su reflejo notando su mal aspecto, suspiró  y se alejó hasta llegar a la puerta de la habitación, quedando fuera de esta, pensando un poco antes de abrirla, no se sentía listo, pero era su responsabilidad, no podía abandonarlo, suspiró y con dudas aún, llevó su mano a la perilla de la puerta y la abrió, para luego salir de esta y caminar por los pasillos casi tambaleándose, su cabeza comenzaba a doler, hasta que lo detuvo un pequeño grito al colocarse enfrente de una puerta.

- ¡¡Papi!! - Luego de gritar aquello, el niño soltó unas risas - ¡Estañe a ti!

JongWoo lo miró sin expresión, no sabía como reaccionar, ni como actuar, aún así, forzó una sonrisa, la cual el pequeño devolvió feliz de volver a ver a su ausente padre, el omega se acercó y sentó en la cama, al lado del niño, donde éste sólo se lanzó a abrazarlo, JongWoo apenas correspondió, desviando su mirada, mientras el niño sonreía ampliamente.

- Estás flaco... - Dijo el niño mirando a su padre - ¿No comiste? Tienes hambe.... ¿Cierto? - El niño ladeó la cabeza.

JongWoo bajó la mirada, mirando a su hijo, casi había olvidado que tenía uno, nacido varios meces después de la desaparición del alfa, una noticia amarga para el omega, se sentía desconcertado y desesperado, el beta fue el único que lo quiso ayudar, a su madre le enfureció la idea de que fuera padre soltero que acabó cortando lazos con su propio hijo, lo que destrozó aún más a JongWoo, quien se sintió inútil e insignificante al tener que llevar una miserable vida como un padre omega y soltero, que ni siquiera es capaz de cuidar a su propio hijo.

- Papi... - El niño borró su sonrisa mostrándose preocupado por el mayor, quien solo se quedaba estático, con la vista sobre él.

JongWoo miró al niño, miró sus ojos, eran tan grandes y profundos como los del alfa, sus mejillas rosadas y su ondulado cabello oscuro, los labios también eran como los del alfa, rojos vivo, odiaba eso, odiaba al niño, que para colmo, también tenía que nacer alfa.

- Papá. - El niño tiró de la camisa al mayor para llamar su atención.

- Cállate.... - Habló por fin el mayor.

El niño lo miró con sus ojitos confundidos, y sólo asintió desconcertado, agachó su cabecita y la reposó en las piernas del mayor, el omega sólo mantuvo su mirada en un punto fijo, el niño tomó la mano de su padre y la colocó sobre su cabeza, esperando por caricias que nunca llegaron.

- Papi.... te quiero. - el menor cerró sus ojitos, sintiendo por fin las caricias sobre su cabeza, su corazón comenzó a latir con fuerza se sentía feliz, su padre lo estaba queriendo.

Pero, realmente no era así.

El beta a los pocos minutos regresó a casa con bolsas de compra, las dejó sobre la mesa, y cuando iba a comenzar a guardar las cosas, sintió que algo no andaba bien, volteó la mirada y retrocedió algunos pasos.

- ¡JongWoo! ¡Haneul!.... - Ninguno respondió, cosa extraña ya que el niño siempre corría a saludarlo.

Quería creer que todo estaba bien y que el niño se estaba divirtiendo con su padre, pero sabía que algo no andaba bien, así que comenzó a dirigirse a la habitación donde estaba el menor, escuchando extraños sonidos, se desesperó y entró a la habitación rápidamente, quedando horrorizado.

- ¡¡JongWoo!! ¡¡No!! ¡¿Qué haces?! - SeokYoon se acercó rápidamente para detenerlo.

JongWoo mantenía sus manos sobre el pequeño cuello del niño, presionando éste con fuerza, mientras que el pequeño trataba de safarze, asustado y confundido, SeokYoon empujó al omega tomando al niño en brazos mientras que el pequeño comenzaba a toser y a recuperar el aire, mientras se aferraba al beta, dejando a su pequeño cuerpo temblar.

- JongWoo, ¿qué te pasa? Es tu hijo.... ¿Por qué lo hiciste? - Regañó el beta desconcertado mientras acariciaba al menor para tranquilizarlo.

JongWoo no respondió mientras se sentaba en el piso y miraba un punto fijo, volviéndose de nuevo fuera de su mente, SeokYoon frunció el ceño, ya no sabía qué hacer con aquel omega, se estaba volviendo un peligro, y el niño no paraba de temblar y sus lágrimas ya habían escapado de sus ojitos, JongWoo apenas levantó la mirada levemente dejando ver sus inexpresivos y vacíos ojos, provocando que SeokYoon saliera de la habitación con una extraña sensación de miedo.