Tragedia Agridulce

43

JongWoo se volteó a mirar a MoonJo quien de repente se había quedado estático, con el teléfono aferrado fuertemente sobre su oreja, notó que el alfa temblaba levemente, se acercó a él, posando su mano sobre su espalda suavemente.

Habían estado paseando fuera de casa.

- ¿Pasó algo? - Preguntó preocupado el omega.

MoonJo se volteó al instante, dejando caer el teléfono de su mano, mientras de sus ojos se cristalizaban y respiraba de manera entrecortada, estaba asustado y confundido.

- ¿MoonJo? - El omega se preocupó más por la actitud del mayor, se agachó y recogió el teléfono.

- Posiblemente SeokYoon esté muerto... - Murmuró el alfa.

JongWoo alzó su mirada frunciendo su ceño confundido.

- ¿Qué dijiste?.... - Ambos cruzaron miradas - ¿Por qué dices eso? ¿Qué pasó?

- JongWoo... mira... volveré a Seúl.... tú por favor quédate aquí con Haneul.... - MoonJo se secó rápidamente sus ojos - Necesito encargarme de que esa mujer se detenga... - MoonJo iba a marcharse, hasta que JongWoo lo agarró fuertemente del brazo.

- No te vayas tan pronto....

MoonJo lo miró, fijándose que en la cara del menor se formaba un puchero involuntario, suspiró y abrazó al omega.

- .... Me iré mañana.... así que... por favor, tú quédate aquí.... No quiero que les pase algo... - El omega asintió entre los brazos del alfa.

Haneul los miraba confundido a unos metros, mientras se mantenía en frente de los hermosos lirios que vendían en la florería. Trataron de seguir el recorrido normal para no preocupar al niño, mientras el pequeño seguía distraído entre las cosas que se encontra

Más tarde, decidieron volver a casa. Y mientras cenaban, comían en silencio sin saber que tema elegir de conversación. Hasta que al teléfono de JongWoo llegó una llamada, el omega se levantó y fue a la sala a contestar. Le anunciaron la noticia del accidente, y le confirmaban la muerte del beta, solo pudo ocultar sus labios y tratar de reunir fuerzas para contestar a cada pregunta pero solo cayó al suelo seguido de un llanto, a lo que el alfa se levantó de inmediato y se agachó abrazándolo, mientras tomaba el teléfono para contestar por él, al finalizar la llamada solo se dedicó a tratar de consolar al menor, brindándole suaves palabras y caricias, mientras Haneul los miraba extrañado, sin saber qué pasaba. Aquella noche los tres durmieron juntos, tratando de brindarse compañía y protección, mientras aún trataban de digerir la noticia completamente y pensar en cómo explicarle al niño que ya no volvería a ver a su Hyung.

La noche pasó lenta, los segundos se volvieron horas, ambos estaban intranquilos mientras el niño dormía plácida y profundamente.

- ¿Tampoco puedes dormir?.... - Preguntó en un susurro el alfa.