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Eran altas horas de la madrugada, en un barrio desolado y oscuro, habían enormes edificios abandonados, poblados por gente sin recursos o hasta criminales que tomaban los lugares como guarida

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Eran altas horas de la madrugada, en un barrio desolado y oscuro, habían enormes edificios abandonados, poblados por gente sin recursos o hasta criminales que tomaban los lugares como guarida. Hacía frío, la brisa helada recorría juguetona las calles, y en la azotea de un edificio se encontraba un alfa, sentado a la orilla con sus pies colgando, leyendo un pequeño libro, concentrado en cada palabra. La brisa chocó contra él, haciendo caer su gorra, levantó la mirada y dio un leve suspiro, cerró el libro y se recostó sobre el piso, dejando sus pies colgando hacia el vacío. Cerró sus ojos sintiendo la fría brisa mecer sus cabellos, tomó el libro entre sus manos y lo observó, llevaba de título "Una noche sin luna", y el nombre del autor casi incógnito: Yoon JW. Sonrió levemente.

- ¿Por qué sigo extrañandote? - Dejó el libro a un lado y miró el cielo - ¿Estás mejor? - Sonrió mirando las estrellas - También te vi en el parque.... ¿Quién era ese niño?.... - Cerró sus ojos recordando al pequeño niño que acompañaba el omega junto con el beta.

Una pequeña gota cayó en su mejilla, abrió sus ojos dándose cuenta que estaba comenzando a llover, tomó sus cosas y salió de la azotea, adentrándose al abandonado edificio de frías paredes y un ambiente oscuro. Se había acostumbrado a tanta soledad, bajó por las escaleras hasta llegar a una habitación y guardar el libro, tomó una mochila algo pesada y colocándosela sobre la espalda salió de la habitación, bajando el resto de las escaleras hasta salir del edificio. Se acomodó las mascarilla y siguió sus instintos.

El cielo comenzaba a iluminarse, pero aún así se mantenía cubierto de nubes y la lluvia no se había detenido. JongWoo revisaba su teléfono, se había despertado temprano, lo que consideraba un nuevo logro, se encontró con las noticias sobre nuevos cuerpos de criminales encontrados, suspiró y apagó su teléfono.

"La sangre se desliza por las murallas, de arriba hasta abajo, comenzando a inundar el suelo, llegando hasta mis pies. Cálida, pegajosa y espesa, roja oscura, casi negra. Comenzaba a desesperarme, las voces en mi cabeza no se detenían, gritaban, insultaban, lastimaban, la muerte comenzaba a ahogarme, mis ojos estaban cansados, pero no quería cerrarlos, necesitaba mantenerme vivo, necesitaba volver, necesitaba verte una última vez, necesitaba disculparme, pero ya era tarde, no había salida, ni tiempo, y las oportunidades habían acabado, mi vida, había terminado."

JongWoo leía mentalmente su libro "Una noche sin luna", volteó levemente su cabeza viendo como Haneul lo abrazaba dormido, esbozó una sonrisa y acarició la cabeza del niño, dejando el libro a un lado. El ambiente se sentía confortable, la habitación se encontraba levemente oscura, las gotas de lluvia chocaban contra la ventana, creando un exquisito sonido que encantaba los oídos de JongWoo.

- ¿Ya despertaste? - Se oyó la voz del beta, despacito.

JongWoo giró su cabeza, encontrándose con un adormilado SeokYoon

- ¿Y tú? ¿Ya despertaste del todo? - Se burló JongWoo.

- ¿Cuál lodo? - SeokYoon cabeceaba.

- Ah, ternura.... - Sonrió JongWoo.

SeokYoon se talló los ojos.

- ¿Preparo algo? ¿Tienes hambre? ¿Salgo a comprar?

- Deja de preocuparte tanto, puedo solo....

- Si puedes... ¿De verdad? ¿Puedes hacerlo? Digo... Obvio que puedes, lo has hecho, pero ha pasado tanto, ¿no se te olvidó como socializar o si?

- SeokYoon... - Regañó.

- Perdón... Aún me preocupas, no hace poco que decidiste salir de tu habitación ....y casi acabas con...

- No volverá a pasar.... Está bien....- JongWoo comenzó a estirarse.

SeokYoon hizo lo mismo, y Haneul comenzó a despertarse. Un punto fijo hipnotizó al omega, comenzo a adentrarse en su mente una vez más, ignorando a su alrededor. Haneul miró a su padre por unos segundos y luego decidió seguir a SeokYoon, JongWoo terminó por despertar completamente e ir al baño a darse una ducha, quería investigar por su cuenta lo del "Asesino justiciero", comenzó hacer planes en su cabeza, luego de bañarse y vestirse, fue a desayunar. Al acabar fue directamente a su escritorio y comenzó a escribir sus planes.

[🌕]

Ya era casi mitad de mes, JongWoo salía a menudo, siempre de día, totalmente solo y volvía en un par de horas. Ocultaba su olor de omega con perfumes para que creyeran que era un beta y los alfas no lo acosaran, pero llegó el odiado día que lo hizo encerrarse en su habitación. SeokYoon se colocó tras la puerta luego de que Haneul le avisara que de la habitación de su padre se oían llantos, el beta suspiró, notó que el celo del omega ya había llegado, una pesadilla, los supresores funcionaban pero el omega se hacia más débil y delicado, se volvía sensible, tanto físico como mentalmente y eso lo preocupaba.

Haneul se encontraba sentado a mitad de la sala, su padre estaba "enfermo" y SeokYoon había salido a comprar quien sabe qué cosa. Se aburría. Con su mirada buscaba qué hacer, hasta que oyó extraños sonidos en una de las ventanas que despertaron su curiosidad, fue rápidamente a empujar una silla y subirse, corrió las cortinas para encontrarse con unos grandes ojos.

El niño pestañeo unos segundos y luego ladeó la cabeza, cosa que el contrario imitó. El niño lo miró detalladamente; ojos grandes y oscuros, piel pálida y con una mascarilla negra, al igual que una gorra en su cabeza del mismo color, con greñas igualmentenegras asomarse de su cabeza. El niño golpeó suavemente la ventana y notó como el mayor alzaba una ceja, el pequeño se colocó de puntillas y trató de alcanzar el seguro de la ventana para poder abrirla, pero vio al contrario cerrar sus ojos, se estaba riendo, el niño frunció el ceño y cerró la cortina, luego abrió esta levemente, esperó a que el mayor lo viera y enseñó su lengua con molestia para luego bajar de la silla y buscar otra cosa con qué entretenerse.

Por otro lado el alfa, fuera de la ventana, notando que su plan para saber quién era el niño había fallado, se dio media vuelta sonriendo levemente a causa de la ternura que sintió, pero alguien más estaba delante de él.

- ¿Qué es lo que quiere? - Preguntó el beta desafiante.

El alfa, entrecerró sus ojos, mirando al menor con algo de odio.

- Sólo iba de paso y el niño me llamó la atención... parecía estar solo...

- ¿Y a usted en qué le afecta? No está solo... Está con su papá.

- Ah... Disculpa.... ¿Eres tú su otro padre?

- Si, lo soy. - Afirmó el beta.

El alfa frunció el ceño, gruñó internamente, asintió y se fue luego de disculparse. ¿Cómo es que aquella simple respuesta doliera tanto?, comenzaba a arrepentirse de haber hecho la pregunta, se maldecía por haber sido tan curioso, ahora mismo tenía más que aclarado que el omega ya no lo necesitaba y quizás nunca lo necesitó, siempre fue obligado por él mismo y las feromonas, no existe tal cosa como el destino, su lobo gruño.

- Te equivocaste de destino.... Sabes desde siempre que nuestro destino es estar solos.... - Murmuró el alfa.

El alfa siguió alejándose, negando su dolor y afrontandose a su injusta realidad.

El alfa siguió alejándose, negando su dolor y afrontandose a su injusta realidad

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Tragedia AgridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora