«Diablos, diablos ¿Qué van a pensar al verlos en este estado? ¿Qué si es un matrimonio conservador o algo así?» Kihyun seguía en el carro, pensando qué haría.
«Tal vez podría dejarlos aquí mientras hablo con los dueños y les invento que Min y Honey salieron con Hyungwon y que llegarán más tarde, así cuando los dueños estén dormidos, vendré por ellos y los llevaré adentro. ¡Es brillante!»
Bajó del carro, arregló su ropa y se puso en camino al interior. Cuando entró no vio a nadie en la sala ni el comedor.
—Tal vez estén arriba. —Mientras subía recordó que solo dejaron un cuarto disponible, así que fue directamente a este.
La puerta estaba cerrada pero las luces encendidas se veían por debajo de ésta. Supuso que estaban ahí adentro, pero decidió esperar un poco más, en caso de que estuviera equivocado.
Subió en silencio a su cuarto, quería darse un baño y salir a la piscina, solo que lo que fuera que hiciera haría ruido y no quería que los dueños se dieran cuenta de que ya estaba ahí. Decidió ir acostarse y esperar unos minutos para después bajar a comprobar si los dueños se habían dormido.
Llegó a su cuarto, y en la oscuridad se recostó en la cama, cerrando sus ojos, relajándose. Comenzó a recordar el momento en que lo contrataron, aún no podía creerlo. Además, el haber leído los artículos del hijo y del CEO le ayudaron demasiado, el que supiera cosas así de la empresa y del jefe era una forma de una mostrar interés en querer trabajar ahí.
«¿Qué habría sido de mí de no haber coincidido con él en ese elevador? Aunque recordar ese momento me disgusta un poco, pues fui grosero al no verlo a los ojos cuando me disculpé, y ni siquiera pude darles un saludo correcto a las estilistas. Eso es de muy mal gusto. Pero no fue mi intención, me distraje con el hombre».
Ese último pensamiento se quedó en su cabeza. Intentaba recordar alguna vez que un hombre tuviera ese efecto en él. Y de repente apareció la imagen de él, algo tenía, pero no sabía qué era. ¿Qué tenía de especial y porqué lo hacía sentir extraño? Odiaba no tener la respuesta.
No se dio cuenta cuando se estaba quedando dormido con sus pensamientos, pues antes no sentía nada de sueño. Así estuvo varios minutos hasta que algo hizo que abriera sus ojos de golpe. Era el roce de lo que no podía ser otra cosa más que otra persona. No reaccionó, solo se quedó quieto, hasta que suspiró fuertemente por el trabajo que le costaba respirar normalmente.
Eso hizo que la persona se incorporara de la cama rápidamente y prendiera las luces, encontrándose con el chico bajito al que saludó en el elevador el día anterior, mirándolo con asombro desde su cama.
Sus bocas estaban abiertas levemente, ninguno encontraba las palabras adecuadas.—¿Qué haces aquí? —Soltó Kihyun sin pensarlo mucho.
—¿En mi cuarto? —preguntó confundido el hijo del CEO.
—Tu... Oh, disculpa, no sabía que este era tuyo. La verdad es que no sabíamos en dónde duermen tú y tu pareja. Cuando observamos los cuartos el que está en el segundo piso tenía cosas en él y supusimos que era el suyo. —Explicó rápidamente poniéndose de pie.
—¿Mi pareja? —sonrió, creyendo graciosa esa confusión. En cambio, el pelirosa no entendía nada y su rostro lo reflejaba, por lo que el alto se dispuso a explicar el asunto, pero fue interrumpido.
—Te pido sinceras disculpas de nuevo, mejor me retiro para que puedas descansar, yo dormiré con mi amigo, no te preocupes. —Hizo una reverencia y rodeó al alto, pues estaba bloqueado la entrada con su cuerpo. Se disponía a salir de ahí, cuando oyó la voz del moreno.
—¿Quieres ir a la piscina?
Sus ojos se abrieron de sorpresa, mordió su labio inferior y lo miró sin saber si hablaba en serio.
—Claro, ¿por qué no? —sonrió nervioso, sin saber quién le dio permiso a su boca de hablar—. Solo tengo que cambiarme y hacer algo antes.
—Te veo ahí, yo también me cambiaré. —Hizo un gesto señalando la ropa que usaba, inadecuada para nadar.
—Bien —asintió y abrió la puerta—. Oh, casi olvido mi equipaje.
—¿Necesitas ayuda con eso?
—No, no te preocupes, no pesan tanto. Gracias. —Volvió a sonreír y el otro le devolvió el gesto.
Mientras bajaba con un poco de dificultad las escaleras, solo pensaba en cuál era la probabilidad de encontrarse con él ahí. La que fuera, había sucedido.
Metió sus pertenencias al cuarto de Hyungwon; al parecer no se salvarían de ser compañeros de cuarto ni en la isla. Se cambió por una playera de natación de manga larga y un bañador también de color negro. Esperó junto a la puerta hasta oír que el moreno bajara las escaleras y llegara a la piscina. Cuando oyó el sonido de un clavado corrió al auto por sus amigos.
—Ya llegamos —despertó a Jooheon—. Vamos, los llevaré a su cuarto —tomó las piernas de su amigo y después de las manos para incorporarlo, éste lo tomó de la cintura.
Lo metió a la casa lo más silencioso que pudo, y el otro cooperó por lo cansado que estaba. Lo acostó de lado en la cama y después corrió por los demás. Repitió todo con Min, solo que cuando iban en las escaleras su amigo comenzó a despertar más.
—¿Por qué traes esta ropa? ¿Fueron a nadar sin mí? —Preguntó lo último con un tono más fuerte, actuando como si estuviera dolido.
—Shh, guarda silencio —susurró—. No fuimos a nadar, esta es... mi pijama. —Sabía que era una estupidez, pero también sabía que no se daría cuenta y aunque sí lo hiciera, mañana no recordaría esa tontería, o al menos eso esperaba.
Llegó al cuarto y lo acostó de lado junto a Honey. Les quitó los zapatos a ambos y les echó una manta encima. Cuando llegó al carro Hyungwon ya estaba despierto.
Abrió el carro y repitió todo por tercera vez. Su amigo había cooperado en todo momento hasta que estaban llegando a la puerta principal.
—Yo puedo solo. —Se zafó de los brazos de Kihyun y dio un traspié con la alfombra, golpeándose con la puerta.
—¿Qué decías? —volvió a tomarlo de la cintura y el otro rodeó su cuello con su brazo—. Tienes que guardar silencio, los otros están dormidos. —Subieron con dificultades por las largas piernas de Hyungwon que se cruzaban entre ellas.
No quería que se ahogaran si vomitaban así que a los tres les colocó almohadas en la espalda y en el estómago para que no se recostaran de otra manera. Tal vez era un poco paranoico, pero no quería arriesgarse a que pasara algo malo.
Cuando llegó a la puerta de cristal que daba al jardín trasero, respiró profundo para calmar su acelerada respiración por todo lo que había estado haciendo, deslizó la puerta corrediza y salió.
Mientras se acercaba vio al chico, tenía una playera para natación como la suya, pero el agua hacía que se pegara más a su cuerpo, marcando sus bíceps y abdominales.
—Hola. —Kihyun dejó ver su gran sonrisa, tímido.
—Hola —Le devolvió la sonrisa y se acercó a donde Kihyun entraba a la piscina—. Creí que no vendrías.
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𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 // SHOWKI
FanfictionKihyun es un fotógrafo profesional, Shownu un nadador experto y famoso, deseado por muchas personas. Ninguno había sentido jamás atracción por un hombre hasta que se conocen. Sin embargo, la carrera de Shownu no puede permitirle una relación así, po...