Más Allá De Nosotras

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La ultima cena de David y Víctor como novios, mañana era el gran día del casamiento y del encarcelamiento para toda la vida, ahora mi pregunta era, ¿David estaba seguro? Lo recuerdo decir más de una vez que el matrimonio le parecía una farsa y que no perdería su tiempo en ello.

Para esta noche había preparado el patio trasero para que toda la familia pudiera asistir, mis padres ya se encontraban aquí y faltaba el resto de la familia... La familia de Víctor.

Luciano estaba con su novia, aquella muchacha que conoció la primera vez que llego aquí, seguían juntos ¿Cómo hacia alguien para estar tanto tiempo y no aburrirse en el proceso?

—¿Y tú seguirás sola toda tu vida? —pregunto mi padre entrando a mi habitación, estaba terminando de arreglarme, me quedaban los últimos retoques y estaba lista. Había decidido ponerme un vestido al cuerpo de color negro y mi cabello suelto.

—Quizás, el amor no es una prioridad en mi vida —se acerco a mi y deposito un beso en mi frente.

—Estas bellísima, creí que tú te casarías primero

—No, nunca estará en mis planes el casamiento. —El se rio, ambos sabíamos que era mentira, de niña soñaba con casarme en un palacio, al estilo de las princesas. Típico sueño deprimente de una niña de 5 años.

Termine de arreglarme y bajamos juntos, las escaleras habían sido decoradas con una alfombra negra que hacia juego con el blanco. Para mi gusto, la decoración era un asco, Víctor sabe hacer cosas mejores no se que le sucedió.

—Iré a servirme una copa de vino, te alcanzo luego —el asintió y se alejo de mi cuerpo, mis pies tomaron rumbo hacia la cocina, necesitaba un trago y uno fuerte si era necesario.

—Señorita ¿Qué esta buscando? —la mucama de la casa me atrapo buscando una copa.

—Una copa para el vino

—Déjeme, le sirvo una —la señorita comenzó a buscar entre los estantes una copa y de la heladera saco una botella de vino, demasiado cara por la etiqueta dorada. Me extendió mi líquido y salí de la cocina para encontrarme con mi familia.

¿Alguna vez han sentido que alguien los observa? Yo en este momento, sentí la mirada penetrante de algún ser en este lugar y aunque me incomodo no la busque, no tenia intención de ver quien era el descarado. David había invitado a demasiada gente para ser solo una cena familiar, yo en lo personal pensaba que seria algo intimo y pequeño.

—Veo que ya encontraste el vino —susurraron en mi oído, una voz potente y gruesa. Víctor.

—Si

—Por el color rojizo veo que estas probando uno de los caros, importados de hecho —Con solo escucharle la voz a este imbécil ya me irritaba, me agradaba, siempre me agrado, pero ahora no estaba de humor y ahora no podía quererlo cuando se estaba llevando para siempre a mi querido David. —Esos los trajo Wilhemina de su ultimo viaje a Rusia

Wilhemina...

Un nombre que no esperaba escuchar, en ningún momento de mi estadía aquí había tan solo pensado que ella iba estar presente en esta cena y era obvio, su hermano se iba a casar. No me tembló el corazón cuando escuche su nombre, ni me provoco un revoltijo en el estómago, no sentí nada y eso era una prueba acertada de que había dejado de sentir hace mucho tiempo.

Rusia...

Extraño que ande viajando cuando ella misma me comento en su momento que odiaba estar viajando, pero las personan cambian y ella no seria la excepción.

—Mira que bien —comente, mientras fundía mis labios en un trago de vino y saboreaba ese néctar. —Me parecía, tu no tienes tan buen gusto para el vino