En una sola mirada, todo cambió. Ese bastón, al principio percibido como odioso, se convirtió en el hilo que tejía nuestro hechizo de amor. Puede sonar increíble, pero cuando nuestras manos se tocaban, el cielo y el infierno danzaban en sincronía.
F...
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Mi cumpleaños número 26, ¿Quién creyó algún día que llegaría a esta edad? No lo puedo procesar, llevo 2 tazas de café y 3 medialunas.
5 de 30 exámenes corregidos y en cada calificación me pregunto ¿Qué he hecho con mi vida? Una pregunta que básicamente no tiene respuesta desde mis 18 años. Pero basándonos en lo que físicamente he realizado, fue recibirme de profesora de Literatura, conseguir un trabajo de 4 horas diarias en una pequeña secundaria de Luisiana "Abbeville", porque si, ya no estaba en la misma ciudad que David y aunque eso me costo demasiado, pude separar muy bien mi vida personal con mi vida laboral. Era necesario.
No me quejo de mi sueldo, pero si del clima espantoso, de las flores que no logro hacer crecer en mi jardín y de las rosas que se marchitan, de mi corazón que esta mas frio que mi hogar.
Desde los tres años que tengo viviendo aquí David a logrado visitarme solo 4 veces, mi madre 2, mis abuelos, bueno mi abuelo murió hace un tiempo atrás y la abuela se ha quedado con David, pero ella se ha vacacionado un tiempo conmigo. Mi padre, el si ha hecho un buen tiempo para ver a su hija preferida, 12 veces en un año y creo que fue para recompensar el tiempo que no ha podido verme.
Mi teléfono vibraba como loco, mis conocidos comenzaban a saludar por mi año más de vida, el reloj en la pared a cada segundo hacia un movimiento y en ese momento clave mis ojos sobre la foto de Wilhemina junto a mí.
Llevar una relación a distancia es demasiado complicado, más cuando ninguna tiene tiempo para tomar el móvil o pedir unos días en el trabajo. Intente ir en las vacaciones, pero me sobre exigí laboralmente y mis días se ocuparon en preparativos.
Así que decidimos dejarlo, fue durante el primer año que estuve aquí, aún no logro quitar su foto y es que no puedo hacerlo, sé que ella está bien. Es un buen recuerdo, me hace saber porque estoy aquí y cuales fueron mis motivos.
Como diría mi madre: "El destino es impredecible"
—¿Mas café? —pregunto Robin mi compañero de hogar, es profesor de Arte y un muy buen acompañante en beber vino. Hace unos deliciosos espaguetis.
—Si, me viene bien. —extendí mi tasa de color violeta, fue un regalo de Venable marcando su territorio mediante el color, siempre o simplemente para recordarme que ella esta aquí, conmigo.
—Llego esto en la mañana —comento entregándome un sobre blanco con detalles dorados, una pequeña firma que se leía a la perfección con letra cursiva bien definida.
"Para Miller Olivia"
Dentro de este se podía observar una elegante tarjeta de invitación a un casamiento, ¿Quién es el idiota que se casa? Me pregunte antes de leer el nombre de los tortolos y que eso provocara que mi corazón se detenga por unos segundos.
—David —susurre al acariciar la tipografía sobresaliente de la hoja, pero... ¿Cómo es que no me dijo nada? Estuvimos hablando hace unos días por llamada y en ningún momento se le paso por la cabeza decirme que se iba a casar, ese hombre esta demente. Tome mi móvil dispuesto a llamarlo, pero el horario me detuvo, yo tenía que terminar de corregir mañana debía trabajar y si tenía tiempo le reclamaría por este hecho desastroso.
¿Casarse? ¿A los 35?
Ese hombre esta demente y ni hablar de Víctor.
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