22

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"El 22 es mi número favorito, durante las vacaciones descubrí que tu espalda era decorada por 22 lunares, una cicatriz de nacimiento y un bello beso que dejé esta mañana." 

El libro de literatura parecía haber sido escrito por una niña de 15 años, tan simples palabras y sin poder coordinarlas con algo importante o con las actividades propuestas. Volver a mi estado universitario, no me agradaba mucho, mi pequeño receso festivo llego a su fin hace algunas semanas atrás y Venable con muchas más ganas de molestar. 

"A veces presiento que estoy reviviendo una historia ajena, muy lejana a la mía."

— ¿Olivia? —Pregunto una voz detrás de mí. Cerré el libro que me había quitado parte de mi mañana y miré los ojos de aquella humana que había captado mi atención.

— Cate, que gusto volver a verte.

— Por un momento pensé que te habías cambiado de institución. Me parecía demasiado raro no cruzarte

— Bueno ahora ya me tienes aquí. —Sonreí

— Así es —Expandió una sonrisa. —Pero debo ir a dar clases, ¿Te parecer si te invito un café?

— Me parece una buena idea ¿En que horario?

— ¿Estas libre a las 3 pm? —Pregunto mirando el reloj en su muñeca, no estaba disponible a esa hora, debía ir a trabajar, pero de seguro Nick entendería esta situación de rebeldía.

— Si lo estoy.

— Bueno, te veo aquí a esa hora. —Asentí y me compartió una ultima sonrisa para luego marcharse. 

Observe como Cate se marchaba a su siguiente clase, el día estaba frio, el invierno había decidido por fin aparecer y hacer de estos días un calvario. Y aunque el poco sol alumbraba mi rostro, no calentaba lo suficiente como para sentirme a gusto en el pequeño campus. 

— ¿Hiciste el trabajo de Literatura? —Pregunto Ali, quien se sentó a mi lado y saco sus cuadernos.

— Estoy en eso, probablemente no la entregue.

— Si quieres te anoto en el mío, ella no lo notara... —Insistió preocupada

— No, no, yo hablare con ella luego. —Era muy seguro que me comería un castigo.

Levante la vista en busca de calor solar, pero en lugar de eso la figura de un hombre caminaba con sensualidad hacia mi. 

— ¿Qué haces aquí? —Pregunte y me levante para saludarlo.

— Quería verte estudiar. —Dijo en tono de burla. —Tenia que entregarle unas cosas a Miss Venable. —Mi compañera de clases Ali, carraspeo la garganta para que la presentara.

— Oh lo siento, ella es Ali Backhous mi compañera de clase, Ali el es Nick Hopkins mi jefe.

— Un gusto señorita Backhous. —Dijo y tomo la mano de mi amiga para besarla, el tan elegante y educado, Ali estaba que se le caía la baba por él.

— Un gusto señor Hopkins.

Que extraño es el coqueteo, ¿Así me veré yo de estúpida cuando Venable me habla? Seguro, no me extrañaría.

— Me llevo a la señorita un momento. —Dijo y me tomo de la mano para caminar hacia dentro del edifico.

— Le gustaste a Ali

— Si eso note, todas las mujeres me adoran

— Es un poco arrogante decir eso, ya que no todas las mujeres te adoran. —Se detuvo a mirarme, había dicho algo que quizás haya dañado de ego y toda su personalidad.

Más Allá De NosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora