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Cenamos, bebimos y nadamos.

¿Qué estoy haciendo con mi tiempo libre?

Son las tres de la mañana a mi lado esta recostada sobre la arena mirando las estrellas, creando una historia extraña y que al principio oía, luego deje de escuchar, comenzó hablando de historia, literatura y termino diciendo las razones por las que deberíamos estar juntas.

Luego es como dije, dejé de escuchar.

Suspire profundo y apoye mi cabeza sobre mis rodillas, lo único humano aquí era mi piel y las ganas de irme a recostar, pero este momento era tan único porque la veía... Y no, no era la Wilhemina Venable que sostiene un bastón, te analiza con la mirada y luego te puede mandar a la mierda si así lo desea, era otra.

Ella decía la verdad, había cambiado y en estos 13 días que paso entendí que sí, era especial, quizás antes no era el momento... o simplemente cuando toda esta noche acabe y vuelva a ser yo, la olvide.

Pero necesitaba amor, necesitaba amarla y que por primera vez en nuestras miserables vidas funcione y no esté el fin de aquello que tan preciado tiene que ser "El amor"

Su cabello naranja caía sobre la arena completamente húmedo, sus ojos miraban las estrellas y debes en cuando me miraban a mí, ese pequeño momento en el que conectamos mi estomago daba un brinco y mi corazón se derretía al sentir que jamás, pero jamás podría olvidar a una mujer como ella. Su piel siempre tan blanca y el universo se encargo de que esa galaxia a la que ella mira la tenga plasmada en la piel, porque sí, ella es una galaxia de lunares y constelaciones que aún no acabo de descubrir.

Quizás si sea ella el amor de mi vida y todo este tiempo he perdido el tiempo buscando la magia en lugares diferentes, cuando siempre estuvo frente a mis ojos.

—¿Me estas escuchando? —pregunto cuando claramente se dio cuenta que la miraba, pero no le prestaba atención.

—Si —mentí. —Sigue —susurre como para no ser maleducada y que no se de cuenta que todo este tiempo yo estuve admirando su belleza y ella hablándole al viento.

—Bueno como te decía, me gustaría vivir en la playa como aquí y no en esa aburrida casa con vista a las estúpidas personas que tienen una vida aburr...

Y aquí vamos de nuevo, la deje de escuchar.

Creo que una vida junto a Venable no sería tan mala, tendría drama todas las mañanas cuando no encuentra su taza favorita o yo le esconda el café como lo vengo haciendo todos estos días, pero no me culpen es encantador verla buscar las cosas frenéticamente y como hace esa pequeña mueca en su rostro al enojarse conmigo, porque al final yo le digo donde esta.

Pero por otro lado pienso en todo el daño que nos hemos hecho y me pregunto ¿Vale la pena intentarlo una vez más? ¿Nos hundiremos? ¿O podre amoldarme a ella o ella se podrá amoldar a mí?

Estos trece días lo único que ha logrado hacer es confundirme mas y hacerme sentir que me he equivocado al dejarla la ultima vez.

Pero volviendo a la realidad eso no importa mucho, en dos días tengo mi vuelo de regreso a Luisiana y no se que sucederá, hablo de que lo ha intentado y si estoy enamorada de ella como la primera vez, pero ¿Qué cambia que yo sienta algo?

Nada.

Lo hable con mi madre, le comenté mi situación y trate de buscar en personas ajenas una respuesta que no me lastime el corazón y que ella tampoco sufra, porque su esfuerzo se anotado muchísimo. Mi madre opino que me vaya, si allá estoy bien y no tengo de que preocuparme, mi padre por el contrario a pedido encarecidamente que me quede al igual que David. Mi hermano da igual el ni siquiera está aquí.

Más Allá De NosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora