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El tiempo seguía pasando inexplicable y casi que ni me daba cuanta que estábamos a nada de comenzar julio, ya eran muchos meses separada de mi familia. Mi madre se había venido a vivir conmigo hasta que llegue mi padre y nos haga compañía, era aburrido despertar y verle la cara a mi madre. Por otro lado, le insistí mucho a Luciano para que se venga a vivir conmigo, pero el contesto "Le soy muy fiel a David y él ya me advirtió de esto" Exactamente esas fueron sus palabras para que no se viniera conmigo, a el le gustaba estar en esa casa. Mi historial académico había finalizado, buenas notas, buen presentismo y nada para quejarme. Realmente me iba muy bien.

Levante la cabeza de la tierra y mire a las personas pasar a mi alrededor, esta era la época en la que la florería se llenaba de gente y las ventas subían muchísimo, alguien tendrá un buen sueldo este mes. Mis manos estaban empapadas de tierra húmeda y mi intento de mantener la concentración en la herbolaria fueron interrumpidas cuando la voz de un hombre me hizo levantar nuevamente la cabeza.

—Siempre me ha gustado verte trabajar la tierra —la voz provenía de Nick, estaba diferente y no es la primera vez que lo veo, debes en cuando se paseaba por aquí para saludarme, pero esta mañana de viernes fue muy diferente, se paseaba con una segunda intención.

—No se si tomarlo como un cumplido —conteste algo incomoda volviendo a mirar la lavanda que esperaba impaciente a ser clavada en la tierra.

—Un cumplido de hecho —se puso nervioso de inmediato y comenzó a realizar ese juego con los dedos que hacia cuando algo no le estaba saliendo muy bien. Cerro los ojos, tomo un poco de aire y con valor volvió a mirarme. —Quería invitarte a salir esta noche... se que tienes muchas razones para decirme que no y lo entiendo, pero no soy el mismo de hace un año.

—Sabes que diré que no —tome las raíces de la lavanda y la enterré en la tierra para comenzar a taparla.

—Por favor, solo esta noche, si te disgusta algo de la cena serás libre de irte —volví a mirarlo, no parecía venir con malas intenciones y se escuchaba demasiado sincero, quizás me haría bien salir con alguien diferente...

—Esta bien —conteste en un suspiro y el muchacho lucio una sonrisa de logro conseguido. —A las 8, te pasare la dirección de mi hogar por mensaje de texto.

El chico asintió y se despidió de mí, no sé si hice lo correcto en aceptar, pero yo necesitaba salir de mi hogar, hablar con gente y bueno Nick no era la mejor opción, pero parecía estar demasiado cuerdo, mas cuerdo que la ultima vez. Continúe haciendo mi trabajo, mi jefe decía que mi mala concentración podría afectar a las plantas, el las estudiaba muy a fondo y a veces me gano una que otra llamada de atención por tratar mal a las plantas.

El cielo estaba nublando, pero el calor abundaba, las nubes tenían ganas de largar algunas gotas de lluvia para refrescar el ambiente y lo necesitaba, una de mis cosas favoritas era la lluvia en verano. Me levante de la tierra y me acerque al lavado para quitarme los restos de tierra de las manos, mis compañeros de trabajo estaban saturados, atiendo clientes, me alegraba saber que me mandaron a las plantas.

Tomé las bolsas de tierras y las subí a la carretilla para dirigirme a otro puesto...

Mañana tenía una pequeña reunión familiar en la casa de David, él me había dicho que tenia una noticia muy importante que dar y que le gustaría que este presente, hubo muchas reuniones en estos meses, pero me he negado rotundamente a estar cerca de Wilhemina, aunque ella no este en el mismo lugar, con solo saber que vivía a unas cuantas casas ya me afectaba la psiquis. En fin, insistió mucho para que acomode mis horarios y no tomara turnos de trabajo ese día, me aviso hace una semana para asegurarse que no me excusaría con algún pretexto tonto para no asistir y aunque no tenia muchas ganas de ir, mi madre ya me obligo a que asita.

Más Allá De NosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora