Luego de un día tranquilo, con disculpas y demás, mi madre me estaba dejando en la puerta de mi hogar, le tuve que decir que me traiga porque otro taxi no pensaba pagar, mi billetera pedía auxilio.
Afuera de la casa estaba estacionado el vehículo de Venable, eso significaba que ya había llegado y que podían pasar dos cosas una vez que yo entrara por la puerta, que se disculpe por la atrocidad que insinuó o que me asesine por algo que rompí.
Abrí delicadamente la puerta, deje mi bolso encima de la mesita de entrada y camine como si nada hubiera pasado hacia la cocina, había un riquísimo aroma a salsa... levante la tapa de la olla y si, era salsa, otra vez.
Ayer comimos ravioles, hoy será ¿Espagueti? Quizás...
Estire mi mano hacia el cierre de mi vestido y lo baje para sentirme un poco libre de la presión de aquella tela, busque un vaso y me serví un poco de agua, sin mentir así eran todas mis noches, llegaba con sed y comía, el resto era historia.
—No te oí llegar —susurro detrás de mí, me giré sobre mis talones y esta estaba parada en la puerta. No vestía igual que esta mañana, traía ropa mas cómoda, una remera gris y unos pantalones sueltos del mismo color, no poseía nada en sus pies. No dije nada solo la miré de arriba a bajo y mi mirada la hizo sentir incomoda, comenzó a jugar con sus dedos y a morder su labio inferior.
—Si acabo de entrar —conteste y pase por su lado.
—¿Podemos hablar sobre lo de esta mañana? —pregunto detrás de mi
—Soy todo oídos —comente y me detuve a mitad del pasillo
—En el living, dame un segundo que apague el fuego —pidió y desapareció de mi vista para reaparecer unos segundo después. —Tienes el cierre bajo —Me dijo mirando mi piel y asentí. Caminamos hacia el living, pero no me senté en el sillón y ella tampoco lo hizo. —Quiero pedirte perdón por lo que dije, se que estuvo mal y que no debía haberte tratado de esa forma.
—Te lo acepto —conteste y me cruce de brazos —Pero lo que no te acepto es que hayas metido en esto, mi pasado, ya que no te da el derecho de hablar de mi como si fuera cualquiera —Wilhemina miro hacia otro lado. —Y mucho menos mencionar algo que ni si quiera sabes si sucedió, que yo me haya acostado con otra persona en el pasado no te incumbe ni un poco, porque si mal no recuerdo me elegiste a mi para casarte, por lo tanto, toda actividad que haya sucedido conmigo y mi cuerpo, en el pasado no es asunto de tu importancia. —blanqueo los ojos
— Lo sé y lo siento, estuve mal y admito mi error. —Suspiro —No quiero seguir peleando, mañana es nuestra boda y yo.... ¿Mi florero? —Pregunto mirando encima del pequeño mueble del living, abrí los ojos a tope, me había olvidado por completo de aquella cosa de porcelana.
— ¿Qué florero? —Pregunte mirando hacia otro lado y tratando de disimular que nunca lo había visto en mi vida.
— Es violeta, lo deje aquí hasta que le encontrara un lugar especifico —Dijo y se acerco al mueble para buscar entre los cajones.
— Nunca lo vi —Dije y Wilhemina me miro de inmediato, sus ojos conectaron con los míos, ella lo sabía, ella sabía que yo lo había roto. —Me voy a recostar, creo que me duele la cabeza
— ¿Qué le hiciste al florero Olivia? —Pregunto recuperando su postura y acercándose a mí, comencé a correr escaleras arriba y escuchaba sus pasos apresurados hacia mí. —¡Lo rompiste!
— ¡Fue sin querer! —Grite mientras intentaba llegar a la habitación y en un intento fallido de cerrar la puerta, esta la empujo y caímos juntas al piso. Ella encima de mí. Me tomo de las manos y las subió a mi cabeza, coloco sus piernas al costado de mi cadera. —¿50 sombras de Venable? —Pregunte y ella se rio.
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Más Allá De Nosotras
FanfictionEn una sola mirada, todo cambió. Ese bastón, al principio percibido como odioso, se convirtió en el hilo que tejía nuestro hechizo de amor. Puede sonar increíble, pero cuando nuestras manos se tocaban, el cielo y el infierno danzaban en sincronía. F...