Semana veinticuatro.

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Si quieren que mañana (O pasado a más tardar) Les suba el próximo capitulo comenten!

Domingo.

Aun no podía dormir. La llegada de Clara no era esperada. Diego seguía haciendo la valija, ayer tuvo que grabar unas escenas... Algo aburrido, así que no lo acompañé. Miraba como hacía la cama.

—¿No quieres dormir?— negué con la cabeza.

—Estoy bien... Te voy a extrañar mucho. Y ellas también.

—Tranquila ya volveré, ven— se acercó y me dio un beso.

—Te amo, amor... Aunque sabes que tengo muchas inseguridades y miedos... Además de que no soy la mejor persona del mundo...

—Eres la mejor persona de mi mundo. Y tranquila. Siempre te amaré.

—¿Siempre?— le pregunté.

—Siempre.

—¿Querés sentir? Están pateando...

Se acercó a mí y se acostó al lado de donde yo estaba. Con una mano sentía las pataditas y con otra me acercaba a él. Las distancias se acortaron, hasta no existir distancia alguna entre nosotros. Bajó su mano hasta mi cuello.

—No...— lo frené.

—¿Qué ocurre?— dudó.

—¿Si les hace mal? ¿Si las lastimamos?

—¿Acaso en todas estas semanas les hicimos mal?— negué—. Ven...

Me acurrucó entre sus brazos. Me dio un beso en la frente.

—Yo te amo Lodovica, y si no quieres por mi está bien.

—Moriré amándote. Aunque discutamos y todo te amo, si tengo celos es porque te quiero solo para mí. Si un día me voy, mi alma seguirá contigo. Aunque sea insoportable, o muy sensible, te amo. Y nada cambia eso.

—Yo también te amo, amo toda vos, con tu personalidad, con las cosas que haces, con como sos. Amo como te queda tu pancita, me parece que con ellas en tu vientre eres lo más lindo del mundo.

—¡Yo me siento como una vaquita!— confirmé.

—Como una vaquita hermosa.

Me dio un beso en la frente y sentí esa comodidad única, que hacía que me sienta como en casa, como quería sentirme. En sus brazos se resolvían mis problemas, él hacía que me calme porque lo amo. Era esa comodidad que te tranquiliza, que te acuna por así decirlo. Un abrazo más sincero que cualquier canción de amor, un abrazo más lindo que cualquier canción de cuna, un abrazo con más sentimientos que los que un humano puede demostrar al mismo tiempo.

—Lodo, nunca te olvides que te amo.

—Nunca lo haré...— tomé su cara entre mis manos y lo besé.

—Ahora... Quieres...

—Una última vez hasta que nazcan...

¿Qué más decir? La pasamos bien, no es que no. En la mañana se despertó temprano para terminar de hacer su maleta mientras yo intentaba dormir un poco más.

Nunca me planteo cuanto amo a Diego ¿Por qué será que uno siempre piensa en lo malo, en los defectos del otro en vez de las cosas buenas? Casi siempre una mala noticia, o algo que sale mal puede opacar muchas cosas buenas, y sin embargo las cosas tendrían que ser diferentes.

No tendríamos que centrarnos en la oscuridad, sino en la luz. Donde exista luz, existirán sombras.

Nunca nada será completamente bueno, pero es así, para que exista una utopía siempre tiene que haber una distopía.

La cosa más linda (Dievica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora