Capitulo 15: La casa de Daemon(parte 1).

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Su mirada no decía nada, estaba tan callado como si pudiera hablarme con su silencio, ni siquiera lograba escuchar sus respiraciones ya que mis oídos estaban sordos, sentía un agudo sonido en ellos,sentía que Daemon en cualquier momento atacaría mi cara con su puño ¿Era capaz? No lo sabía. Quería salir corriendo no soportaba la idea de que me estuviera comiendo con su silencio,quería que habláramos pero no sabía con que palabras comenzar.

-Ho..la-dije tartamuda y sonreí tan estúpidamente.

Él ignoro mi saludo, no respondió y se quedo parado mirándome con esos ojos tan extraños pero a la vez provocadores.
Trate de irme pero Daemon me detuvo con una mano en mi hombro, evitando que saliera corriendo.

-Carrie-por fin contesto y se cruzó de brazos-¿Acaso sabes que significa la palabra trato?.
-Claro que lo se-le saque la lengua-no soy ignorante.
No iba a dejar que este chico me humillara enfrente de mi, era bastante obvio que sabía que significaba la palabra trato, no era una tonta ignorante.
-¿Encerio?-puso sus manos en la cintura-porque creo que hace como una hora tu y yo teníamos un trato el cual rompiste.
-¿Una hora?-me puse pensativa-¿Estuve desmayada una hora?.
-Carrie-dijo Daemon al ver que quería cambiar de tema.
-Gracias por preocuparte por mi-sonreí sarcásticamente.
-¿Sabes?-acercó su duro cuerpo hacia mi y me tomo de la cintura-El trato se ah roto ,he ganado tu lugar en la escuela Carrie, ahora tu vida será imposible.
¿Reaccione? No. Deje que me tocara,que el maldito hijo de...me tocara la cintura ya que eso no era parte del trato.
-¿Qué?-me aparte de el, yo estaba dispuesta a cumplir el trato-Escucha Daemon...
-Te daré una oportunidad-su dedo tapó mis labios-se lo importante que es para ti tu lugar social.
-Gracias.
-Pensé que esto iba a ser fácil-puso sus manos en sus Jeans ajustados-pero es todo lo contrario, hoy a la salida en mi casa ¿Bien?.
-Pues ya que-sonrió y me voy.

Encuentro pegadas en mi casillero notas de "Perdón" "Fuimos unos idiotas" era bastante claro que le pertenecían a Ron y Nathan. Era bastante cruel dejar que mis amigos me suplicarán pero era divertido hacerlos sufrir un poco,darles una pequeña lección.¿Qué no me iban a estar rogando? Si, claro.
Daemon me esperaba afuera apoyado sobre un auto color negro, me miro contento y se acercó a mi.

-¿Cargo tus cosas?-me pregunto tomando el bolso de mano.
-Puedo hacerlo sola-le arrebate mi bolsa.
Mire a sus ojos un momento,luego deje de mirarlo y entendí que eso no era parte del trato.

-¿Pero sabes que?-me gire hacia el-Estoy muy cansada,así que ten-le aventé mi bolso-cárgalo.
Observe que no había ningún auto que tuviera sospechas de que fuera de Daemon.
-¿Caminando?-le dije.
-No-saco unas llaves-mi padre me lo ha prestado, esta por aya-señalo el auto y ambos fuimos por el.
El auto o más bien dicho camioneta era una Lobo FORD color verde oscuro.

-¿No había autos más grandes?.
Observe la gran máquina,era gigante y no sabía ni como subir en ella.
-Sube-me abrió la puerta del copiloto.

Entré en la camioneta a la cual olía a hierbabuena y especies revueltas en el aire. Observe los discos que Daemon tenía en la camioneta pero no había alguno que llamara mi atención algunos de ellos eran de la época de los 80's otros no los reconocía. Prendo la radio pero no conocía ninguna estación de radio y la música que oía era extraña para mis oídos. Observe a Daemon sonreír por mi ceño fruncido ya que no sabía de alguna estación,tan sólo cambiaba de estaciones, era como sí toda mi vida hubiese vivido en una cueva.
-¿Qué tipo de música te gusta?-hablo Daemon.
Deje de darle vuelta a la radio, estaba rendida y le puse atención a Daemon.
-The Beatles, Nirvana,McFly...algo así-baje el vidrio de la ventana, hacia calor.
-Te puedo ayudar con eso-saco su iPhone negro-No creo que la música de mi padre te guste.
Conecto su celular a un cable que conectaba la camioneta para que la música que estaba en el celular de Daemon se escuchará desde las bocinas de la camioneta. Puso una canción, la conocía era la de "Here comes the sun" de los Beatles. Esa sí era buena música, me alegraba que tuviera esa canción en su celular,me alegraba su gusto de música.
-¿Te gusta?.
-¿Estas loco?-alce las manos hacia arriba-¡Me encanta! Cualquier canción de los Beatles me encanta.
Comencé a cantar la canción con total alegría y diversión. Mire a Daemon quien por su expresión se burlaba de mi.
-Anda-le di un liguero golpe en su brazo con mi mano-canta conmigo.
-¿Qué?-soltó una breve risa-yo no canto, no es lo mío.
-Es vergonzoso cantar sola-me crucé de brazos.
El me observo negando divertidamente con la cabeza, entonces comenzó a cantar la canción junto conmigo, primero empezó lentamente, su voz se escuchaba temblorosa y supe que le incomodaba cantar junto al lado mío. Trate de darle confianza, comenzó a cantar con más ganas, con todo el corazón, incluso yo también que hasta saque un poco la cabeza del auto y sentí el airé pasar por mis mejillas. Mire fijamente a Daemon ambos cantábamos con el corazón puesto en la canción, Daemon había agarrado confianza y empezaba a cantar como si realmente ambos nos conociéramos de hace mucho y no nos diera pena cantar tan horrendamente.
-Ya cállate-puse mis manos en mis oídos-ya entendí porque lo tuyo no es cantar.
-Graciosa ¿he?-dio una risa sarcástica-eres suertuda de no escucharme cantar más , porque ya llegamos.
Dio vuelta en una calle con un nombre tan extraño "Calle Covadonga". Pasamos tres casas y nos detuvimos en una gran casa, el color era un café oscuro y no estaba pintada completamente había partes de cemento que podía ver. Tenía dos ventanales en forma de arco en lo alto de la casa, dos árboles gigantes tapaban la entrada de la cochera y era imposible de ver.
-Están remodelado la casa-dijo Daemon aparcando en la cochera.
Y a eso se debía que todavía no habían pintado la casa completamente, ni habían podado el pasto conpletamente, ni talado los árboles completamente. Apenas se estaban ajustando a la ciudad de Seattle, iba a ser un gran cambio para el y su familia.
La puerta principal era de madera antigua degradada y con una manija dorada con pequeñas piedrecitas brillantes alrededor. Daemon sacó una llave y abrió la casa. Si por fuera era grande, la casa por dentro era inmensa, un enorme candelabro dorado colgaba por la sala principal, había dos entradas una a la derecha y otra a la izquierda supuse que una llevaba a la cocina y otra a la mitad de la casa. Pinturas estilo victoriano rodeaban la casa, también había fotos familiares pero en ninguna estaba Daemon así que pensé que en todas esas veces el había tomado la foto. Objetos antiguos bombardeaban la casa, todo parecía comprado de la tienda de antigüedades o más bien comprado de la casa de mi abuela. Pero era una bonita casa.
-Esta hermosa-dije abriendo la boca por la sorpresa.
-Así es-tomo mi bolso y lo colgó en el perchero-ven.
Me tomo de la mano y me llevo por la entrada derecha y lo que supuse era real, subimos las escaleras con mucha prisa y mientras corríamos por el pasillo largo y ancho de la casa, algo golpeo en mi tobillo, no pensé dos veces y lo patee. Me gire a ver lo que había pateado y era un carrito de juguete de control remoto.
-Oye-escuche la voz de un niñito furioso por su carro-¿Pateaste mi carro?.
-No-me mordí el labio-fue Daemon-señale a Daemon.
-¿Qué?-tomo por los hombros al niño-Peter vuelve a tu habitación.
La mirada del niño no decía más que rabia y enojo por su juguete, lo miro y luego pateo a Daemon en la espinilla.
-Que se siente que te pateen ¿eh?-El Niño le saca la lengua y se va corriendo, supongo que es a su cuarto y cierra la puerta.
-Lindo hermano-muerdo mis labios con una sonrisa.
-Si.
Ambos seguimos caminando hasta poder llegar a su habitación, su casa es larga y no se con que más sorpresas encontrarme. De repente sale una niña corriendo de su cuarto llorando con el rímel negro corrido y se estampa, no contra Daemon, contra mi.
-Daemon, fíjate por donde vas-levanta la mirada.
Me mira fijamente incrédula, su mirada no dice más que repulsivo odio, me mira de pies a cabeza intentó controlarme, es sólo una niña no puedo pegarle a una niña ¿oh si? No,no claro que no.
-¿Quien eres tu?-me levanta una ceja-¡Intrusa!-comienza a golpearme en el estómago con sus puños-¡Intrusa!-es muy chaparra para alcanzar a golpearme la cara pero le cálculo que tiene unos quince años-¡Sal de aquí!.
-Fanny-Daemon la aparta de mi tomándola de la cintura.
-¿Qué no vez que es una intrusa?-trata de agarrarme pero no me alcanza.
-Ella es mi novia-la baja en el suelo.
-¿Tu novia?-comienza a reír.
-Soy su novia-sonrió amablemente.

Aunque sea decir esa simple palabra me daban ganas de vomitar.

-Hermano-niega con la cabeza-que...desafortunado.
-¿De qué hablas?-frunzo el ceño.
-Bueno digamos que mi hermano ha traído a chicas tan bonitas a casa ¿y tu?-me mira de nuevo de pies a cabeza-tu pareces una mierda con cabello.
-Fanny-Daemon le tapa la boca.
-Suelta me-Fanny se apoya en la puerta de su habitación-has caído bajo hermano, estas no son las chicas que quiero para ti.
-No puedes decirme con quién salir Fanny-se cruza de brazos.
-Tal vez no-mira hacia mi-pero me decepcionas,no pensé que salieras con chicas huecas como ella-me señala y luego cierra la puerta fuertemente.

Pude respirar, había estado conteniendo la respiración para evitar golpear la cara de su hermana pero es que no podía controlarme, esa chica andaba de suerte.

-Lo siento-su disculpa suena sincera-esta pasando por esos cambios de adolescente.
-No te preocupes ¿habrán más sorpresas como esas?.
-No,creo que son todas-ríe.
Llegamos a la que se supone que es su habitación y no es nada comparado con lo que creo que vería.
Las paredes son blancas, tiene un sofá color negro, hay póster de bandas desconocidas para mi en las paredes sólo reconozco uno de los Beatles. Tiene una sola ventana, una ventana con cortinas color plata que hace que brillé la habitación, no creo que fuera la habitación de un chico malo parecía la habitación de un chico fresa.

-¿Te gusta?.
-Bueno, es mejor que la mía.

Paso sin permiso por su habitación y me siento en su sofá.

-Mi hermana nos ayudara con tu cambio-se sienta a mi lado.
-¿Hablas de tu hermana la loca?-frunzo el ceño.

Se hecha para atrás a carcajadas, me coloca un mechón detrás de la oreja.

-No Carrie-me erizaba la piel escucharlo decir mi nombre-ella no.
Comenzó acercarse hasta mis oídos, no lo detuve, no sentía que estaba haciendo algo malo, tan sólo estaba tan cerca de mis oídos y respiraba en ellos, pero sólo eso.
-Cariño.
Se abrió la puerta de repente y ambos nos separamos, una señora de cabello Rubio, con un delantal que sostenía un cuchillo me miraba intensamente.
¿Su madre? ¿Su ex novia? ¿Otra de sus hermanas? ¿Su prima? ¿Me mataría por estar tan cerca de Daemon?.
No, porque al que habría de matar debería de ser a Daemon.
;).

Conociendo a chica mala ;)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora