Capitulo 18: Mi casa(parte 2).

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-Yo siempre gano-susurro mi madre.
Llegamos a mi casa todas agitadas por el viaje, mi madre recibió una llamada de mi hermana diciendo que se iba a quedar a dormir en la casa de una amiga suya.
Me dirigía a mi cuarto, lo que quería en este momento era una dulce siesta eternamente, pero para mi mala suerte mi madre se negó a mi siesta.
-Tengo que hacer de cenar.
La mire preguntándome ¿Y eso a mi que? Pero ella sólo me miraba como si yo fuera a decir alguna palabra.
-Tienes que ayudarme.
-Es una maldita broma-rodé los ojos.
-No es ninguna maldita broma-se coloco su delantal-tu me ayudarás.
Duramos unas dos horas preparando una simple pasta de spaguetty con salsa boloñesa. Al final terminamos arreglando la mesa, limpiando la casa y dejando una buena presentación para mi invitado, quiero decir mi tal novio. Coloque los tenedores y cuchillos en la mesa, mi madre llego con servilletas de tela color oro y cambió los tenedores y cuchillos por una vajilla elegante y de color oro intenso y brillante. Tanto esfuerzo en ayudar a hacer algo y ella lo quita, podía a ver estado enfurecida pero no lo estuve por alguna extraña razón.
-¿Y eso?-señale lo elegante que se veía la mesa.
-Tiene que verse formal-se puso pensativa-coloca esos dos tenedores de color oro al lado de tu plato.

¿Así qué mi madre ya nos había asignado un plato a mi y a mi invitado?.

-¿Porqué quieres que lo haga?-levanté una ceja.
-Pues tiene que tener presentación querida-junto sus manos.
-Ah bueno, bueno-trague saliva e imite un tono masculino-Con ustedes la mesa.
-No seas payasa-me dio un sopapo en la cabeza.
Quería presentación ¿no? Aveces las madres son difíciles de entender.
-Me voy a arreglar-subí para arreglarme para la dichosa cena.
Tenía puesto un vestido negro corto y unos tacones plateados altos que casi no podía ni caminar ¿Daemon quería que fuera un princesa? Bueno,pues sería una princesa. Pinte mis labios de un color rojo intenso que destacaba de todo del vestido, delinee mis ojos de un negro potente, no quería tener mucho maquillaje quería dejar un poco de la antigua yo, pero estaba cumpliendo el trato y a la vez estaba siendo yo misma con mi color favorito el negro. Estaba sirviendo la bebida de esta noche cuando escuche el timbre sonar.
-¡Yo abro!-le grite a mi madre.
Abrí la puerta esperando ver a un Daemon con un traje elegantemente formal,con una sonrisa de dientes blancos y una increíble alegría fingida.
Ni lo uno,ni lo otro,ni lo tercero. En primera no era Daemon,tan sólo era esa simple y caprichosa hermana de Daemon, la de cuantos ¿10? ¿9? ¿8?.
No es mi culpa que esta chiquilla pareciera una niña pequeña.
-¿Qué haces tu aquí?-me cruce de brazos.
-Hola ¿cómo has estado?-me sonrió-me da gusto-se respondió a sí misma.
-Te vuelvo a preguntar-la barrí con la mirada-¿Qué haces tu aquí?.
-No tengo por que darte respuestas-me sacó la lengua-si las quieres que mi hermano te las diga, porque yo no.
-¿Dónde esta?-asome la cabeza para asegurarme de que estaba pero no veía a nadie.
-Estoy segura que estaba aquí hace un momento-se giró hacia la calle.
-Bueno creo que no vendrá,regresa a tu casa, te veo luego adiós-iba a cerrar la puerta pero ella la detuvo con su pie.
-Ahí esta-me abrió la puerta.
Mire a un Daemon vestido con pantalones negros y una camisa blanca formal de manga larga, tenía sus manos en sus bolsillos delanteros y estaba caminando mirando el suelo como si estuviera pensativo.
Una sonrisa iluminó mi cara, era bueno saber que no tenía ganas de venir, ni de hablar ya que así sería más fácil que la cena se terminará más rápido, Daemon alzó la mirada y me miro, esos ojos tan misteriosos ocultando cualquier emoción me provoco un escalofrío. No dejaba de mirarme nuestras miradas estaban juntas sin poder separarlas o apartarlas, el sonrió y me saludo con un gesto amable de su mano al cual yo le respondí de igual manera. Maldita sea, Daemon cargaba con un buen ánimo hoy , al parecer la cena iba a ser eterna.
-Hola-se acercó a darme un beso en la boca pero puse mi mano en su pecho.
-No subas el nivel-le susurre.
-Me dan asco-su hermana hizo una mueca de asco.
-Te explicare el porque mi hermana...
-Explicaciones más tarde-trague saliva-sí ustedes quieren,pasen.
-Yo me quedo aquí-su hermana se cruzó de brazos.
-Tu no te quedas aquí-la jalo del brazo-vienes con nosotros Fanny.
-Como sea-rodó los ojos.
Mi madre estaba parada con una copa de vino en su mano y nos miro sonriente.
-Querida madre-sonreí-te presento a mi novio y a su hermana.
-Siéntense-asintió hacia las sillas.
Daemon sacó una silla e hizo que me sentara en ella como todo un caballero. Fue un silencio incómodo a la hora de sentarnos, nadie se miraba tan sólo veían sus platos llenos de comida, la comida se come, no se ve ¿cierto?. Pues estas personas a mi alrededor creen que con la mirada lograrán acabarse la comida, al contrario yo me estoy muriendo de hambre.
Mi madre me miro coquetamente y supe que estaba apunto de hacer una locura o decir algo loco.
-¿Y cuál es tu edad?-junto su manos en la mesa y miro a la hermana de Daemon.
-Tengo 15-le sonrió Fanny nerviosa.

Tenía un raro don para adivinar las edades, siempre he acertado en eso, ahora pienso que eso debería ser un trabajo estoy segura que ganaría mucho dinero. Sigue soñando Carrie, sigue soñando.

-¿Y la tuya?-mi madre miro a Daemon.
-Ah-Daemon se mordió el labio-tengo 17.
-Tu-lo señalo-estas saliendo con una menor ¡te cortare el pe...
-¡Mamá!.
-¡El Peyejo!.
Menos mal que había dicho Peyejo.
-Disculpe señora pero no entiendo que tiene que ver mi edad con la de su hija.
-¿Has reprobado un año?¿Eres un flojo?¿Tienes buenas calificaciones?.
-Escucha Mamá, tengo 16 -suspire-casi cumplo los 17.
-Yo los acabo de cumplir-Daemon se encogió de hombros.
-Contigo no estoy hablando-bufo-¿Puedes mantener a mi hija?.
-Mamá-suspire-No.nos.vamos.a.casar-dije cada palabra detenidamente.
-Claro que puedo mantenerla-Daemon miro a mi madre divertidamente.
-¿Qué?-negué con la cabeza-¡Claro que no!-comencé a reír.
-Que gracioso-mi madre comenzó a reír.
-Tu hermano-su hermana nos acompaño en risas-no puedes ni cuidar a tu ratón, menos podrías mantenerla.
Daemon se puso incómodo y su cara se sonrojó, sonrió pero sabía que estaba avergonzado ¿que? Era la realidad en un millón de años el me mantendría.
-Señora-se aclaró la garganta-tengo un trabajo ,aunque ustedes no lo crean.
-¿Vendes droga?-levanté una ceja.
-No Carrie,no-suspiro-soy mecánico en una mecánica.
-Ah no me digas-reí-pensé que eras mecánico en una lechería.
-Puedo hacerlo-levanto ambas cejas.
-Aja si,como sea.
-Eres muy apuesto-mi madre le sonrió.
-Mamá, es mi novio.
-Ah ,Gracias-susurro Daemon.
-Tu madre debe ser muy bonita y tu padre seguro guapo-movio con su tenedor el spaguetty.
-Cálmate-le susurre a mi madre.
-Bueno-se movió incómodo-no conozco a mi madre biológica, los padres que tengo ahora amm....-bajo la mirada.
-¿Eres adoptado?-pregunto tranquilamente mi madre.
-Algo así, es como una adopción libre, mi madre conoce a mi madre biológica, me envían cartas y mensajes de voz pero nunca los he visto en persona a mi padres biológicos.
-¿Porqué no están contigo?.
Mi madre lanzaba cada pregunta ¿Daemon adoptado? Podía jurar que era muy parecido a su madre. Un golpe me llenó el corazón cuando mire a Daemon agachar la mirada, pude ver el dolor en sus ojos.
-No lo se-levanto su mirada de ojos vidriosos.
-¿Ella es tu hermana de sangre?-miro a Fanny.
-Somos de sangre-dijo rápidamente Fanny nerviosa.
-No, no es así-suspiro-¿Conocen a la familia Miller que trabaja para los mantenimientos de nuestra escuela?.
-Daemon-Fanny se movió incómoda en el asiento.
-Claro-dijo mi madre.
-Bueno mi hermana es su hija-se mordió el labio como si lo que estaba apunto de decir fuera doloroso-no la quisieron...
-¿Daemon porque les hablas de eso a ellas?-Fanny tenía los ojos vidriosos y la voz temblorosa.
-Como no la quisieron, mis padres la adoptaron,pero nunca la han buscado...
-Daemon basta.
-Nunca la han vuelto a ver desde que la despreciaron, no la querían...
-¡Basta!-Fanny se levanto del asiento de repente y aventó su silla.
Salió de nuestras vistas cerrando fuertemente la puerta. Aquello que Daemon había dicho había sido cruel, aunque me cayera de lo peor esa tal chica, se veía el dolor en sus ojos azules, se le notaban los nervios por la forma en que movía su cabello rojizo con su dedo, se le oía el dolor en su aguda voz.
;).

Conociendo a chica mala ;)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora