Capitulo 46: Reconciliacion.

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-¿Estas bien?-me pregunto Daemon mientras me sujetaba del hombro.
-Si, sólo necesito aire-sentía que me asfixiaba.
-Carrie, tengo que llevarte al hospital te vez fatal-me sujetó ambos hombros mientras me miraba directamente a los ojos.
-No, tu ve a buscar a tu hermana yo estaré bien...-sonreí-muerta-susurre.
-¿Que?-frunció el ceño.
-Nada, olvídame y corre por tu hermana.
-¿Crees que aún pueda alcanzarlos?-suspiro-No se qué hacer-se agarró el cabello frustrado-Se llevaron a mi hermana, tu respiras como caballo y yo soy un idiota que no sabe que hacer.
-¿Cómo caballo?-me reí-No tiene sentido.
-Para mi lo tiene, déjame ya-bromeo conmigo y después agacho la cabeza.

Me dio a saber que estaba mal que el sonriera cuando su hermana estaba desaparecida y la tenían unos chicos maldita mentes sexy's pero maldita mente malos, ese era su único defecto.

-Creí que tu tenías la solución a todo.

Estaba practicando algunos trucos para calmar mis respiración, no sabía identificar entre un ataque de asma o cuando en verdad estaba cansada, en ambas ocasiones respiraba de manera apresurada. Pero estaba segura que este era un ataque de asma, apenas empezaba a creer que lo era.

-No en todos los casos, ¿Sabes? La mayoría de los casos...

De un momento a otro ya no escuchaba lo que decía y sentí que mis piernas no me respondían entonces caí al suelo de un duro golpe.

-¡Carrie!-fue lo último que escuche.

Abrí los ojos y vi a Daemon apoyado en la ventana. Intenté levantar mi cabeza y tuve una punzada de dolor.

-Daemon-dije casi en un murmuro.

Era la única palabra que podía pronunciar. Ya había tenido que estar en el hospital una vez ¿Con esta iban dos? Que mala espina que siempre que estuviera con Daemon me pasara algún accidente, no me daba buena suerte estar a su lado.

-Carrie-vino rápidamente a mi lado-¿Cómo estas?.
-Pues ¿Tu que crees?-me cruce de brazos-Mendigos hospitales, ya sabes que no me gustan, lo único que me gusta es la bendita comida gratis.
-Aquí no hay comida gratis-me señalo con su dedo burlándose.
-Mierda-golpe mi puño con la palma de mi mano-¿Que esperas para sacarme de aquí?.
-Cambiando de tema...
-No me cambies el tema, imbécil...
-Cambiando de tema-me tapó la boca con su mano-¿Porqué no me dijiste que no te sentías bien?.

Quite su mano de mi boca de manera brusca y enojada.

-Si lo hice.
-No es verdad-negó con la cabeza.
-Si es verdad.
-No es cierto.
-Si-levanté los brazos frustrada.
-No-se agarró el cabello fuertemente.
-No-oculte mi sonrisa con la manta del hospital.
-No-se río de mi.
-Demonios-murmuré-Perdí.
-Contéstame la pregunta.

Me costó unos segundos en pensar una respuesta sin tener que oírme sensible o como toda una cursi, estaba tratando de que volviera "Carrie la insensible".

-No quería que por mi culpa dejarás de buscar a tu hermana-mire el pisó.
-Amo a mi hermana-trago saliva-pero también...

Fuimos interrumpidos por una señora gritona que entro en el cuarto mientras venía hacia mi. Esa señora era claramente mi madre.

-¡Carrie!-intento abrazarme pero le hice una mala cara y se alejó-¿Cómo estas?.
-Aún no he dicho que quiero verte-mire hacia todos lados esepto hacia ella.
-¿Que tengo que hacer para que me perdones?-dijo mi madre con ojos llorosos.
-Creo que no encajo aquí-dijo Daemon con un brazo detrás del cuello y después se fue.

-Me mentiste durante mucho tiempo ¿Como podría perdonarte?-tenía los ojos llorosos.
-Porque soy tu madre y estoy muy arrepentida-comenzó a llorar.
-Es difícil...me costara mucho trabajo perdonarte-la mire-Entiéndeme.
-Y lo hago, te doy el tiempo que quieras, pero por favor vuelve a casa-me tomo de la mano.

Mire a Daemon, pronto sus padres se enterarían de la noticia y vendría a su casa a toda prisa, Daemon ya no estaría sólo y sus papás estarían con el ¿Y yo?...definitivamente ya no podría estar en su casa.

-Esta bien-asentí y ella me abrazó.
-Te amo mucho-me empapo el rostro de lágrimas.
-Si yo igual-sonreí fingidamente-Basta de amor, ¿Cómo esta, Nina?.
-Excelente, salió de vacaciones a Orlando por cosa de la escuela, le dije lo que había sucedido contigo y me dijo que vendría a verte pero no pudo porque no le permitieron regresar, pero vendrá en tu cumpleaños-aplaudió de sorpresa-Casi lo olvido ¿Que piensas hacer para tu cumpleaños?.
-¿Que pienso hacer?-me reí-Más bien ¿Que piensas hacer? Mis planes son muy diferentes a los tuyos.
-Estaba pensando en traer payasos y unas lindas piñatas...
-¡No!-grite-Guárdate esa idea, es mi cumpleaños y lo haré a mi manera.
-Sólo era una idea-se defendió.
-Pues guárdala en un cajón, ponle llave al cajón y pierde esa llave, sino esta demás quema el maldito cajón.
-Bien, cariño ¿Entonces que quieres hacer?.
-Será una fiesta recordada por todos.
-No me agrada la idea.
-No te pregunte.

Para mis 17 quería hacer una fiesta que todos recordarán, los 17 venían en camino y estaba preparada para eso.
Pero no sólo era eso, Fanny estaba perdida, había perdido a mis mejores amigos, me entere de que mi padre había muerto, Daemon se iría de mi vida, pero había recuperado algo hermoso y fantástico, reconciliarme con mi madre.
Mi vida se había desmoronado y no tenía algún control sobre ella. Al menos me había pasado algo bueno, los doctores me dijeron que no fue un ataque de asma sino que me desmaye por no comer ¿Y porqué las respiraciones agitadas? Descubrí que tengo pésima condición física.
Mire a Daemon que estaba fuera de la habitación mirando a los pacientes, tenía la mirada perdida y parecía agotado, últimamente sólo se veía así. Ya no se le veía la chispa en sus ojos, esa sonrisa deslumbrante aparecía pocas veces, pero lo entendía estaba pasando por cosas muy duras y aún seguía entero, eso admiraba de él.
El giró la cabeza y nos miramos fijamente, nuestras miradas eran lejanas pero a la vez las sentía tan cerca y maldita sea no me gustaba para nada nuestro contacto visual ¿porqué? Simplemente su mirada me trasmitía algo y no quería que lo hiciera. Finalmente fui yo quien alejó la mirada, pero fue un gran error porque mi madre se dio cuenta, gracias a Dios lo ignoró.
-Carrie-me gire a la voz de mi madre-ayer llego una chica preguntando por ti.
-¿Así?-fruncí el ceño-¿Quien?.
-No supe su nombre, pero parecía que en verdad necesitaba hablar contigo.

Una preocupación me invadió el cuerpo, sabía su nombre, la conocía y sabía lo que había hecho...nadie mejor que ella para hacerlo.

-¿Rubia, chamarra negra, con una motocicleta?-mi madre asintió.
-Así era la chica, porque según recuerdo había una motocicleta negra estacionada enfrente de mi casa.
-¿Cuanto llevo aquí?.
-Desde ayer, eso me dijo el doctor.
-¿Que?-comencé a sacar mis conclusiones-Entonces ayer secuestraron a la hermana de Daemon y Sam repentinamente se aparece en mi casa.-murmuré.

Pero si ella sabia que me quedaba en la casa de Daemon ¿porque iría a mi casa? Si Sam quería algo de mi entonces hubiera ido a la casa de Daemon ¿Será que esta detrás del secuestro de Fanny? Tenía miles de preguntas que responder, pero estaba segura que Sam tenía algo que ver en la escena del crimen, me sentía como toda una detective.

Conociendo a chica mala ;)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora