Corto la llamada de inmediato, dejando el móvil de Luke sobre la mesa auxiliar, y en cuanto retomo mi posición anterior, suelto un bufido. Realmente no me ha servido de nada el tiempo hablando con él. Intento acomodarme de nuevo en el sofá, quedándome tumbada boca arriba, con la mirada perdida en el techo del salón, pensando en mil cosas y a la vez en ninguna. Intento cerrar los ojos, convenciéndome de que debo dormir, pero mi cabeza no parece que quiera descansar, por lo que termino repasando una y otra vez la conversación anterior.
De repente, escucho un par de golpes. Pum, pum. Parecen venir de la puerta principal. Mi corazón da un vuelco, puedo sentir los latidos como si me estuviese palpitando en los oídos. Intento convencerme de que tal vez haya sido sólo algún vecino que vuelva de fiesta, y se haya tropezado. Pero entonces, se vuelve a repetir el sonido. Pum, pum. Me quedo sentada, agarrando la manta con fuerza, al mismo tiempo que mis ojos se quedan observando fijamente la entrada. Y una vez más. Pum, pum, pum. Cuento un tercer golpe. Por un momento siento como si me quedara sin respiración, empiezo a recorrer con mi mirada toda la estancia. Pum, pum, pum, pum. A mitad de recorrido vuelvo a centrarme en la puerta, al escuchar de nuevo el golpeteo, en esta ocasión parece sonar mucho más fuerte, o no sé si es a causa de mi nerviosismo y de que mi atención está totalmente centrada en ello. Pum, pum, pum. Solo puedo pensar en Joe, o en los tíos que nos persiguieron, y por primera vez, tengo realmente miedo.
Entonces se ilumina parte de la habitación, y el sonido que hace el móvil de Luke al vibrar sobre la mesa, me resulta aterrador, hasta el punto de dar un pequeño salto sobre mi asiento. Habría gritado, si no fuera porque ni siquiera sé si sigo respirando. Tengo la impresión de que llevo conteniendo el aliento desde el primer golpe. Me inclino ligeramente hacia mi izquierda, para poder leer el nombre de la persona que está llamando. "Calum". Pienso que seguramente será por la conversación anterior, así que simplemente pulso la pantalla para colgar.
En el momento en el que el teléfono deja de vibrar, todo se queda de nuevo en un absoluto silencio. Yo suelto todo el aire que había estado conteniendo estos minutos. Pum, pum, pum, pum, pum. En esta ocasión, por mi boca sale un grito ahogado, y aunque me sigue temblando todo el cuerpo, decido ponerme en pie, avanzar los metros que me faltan hasta llegar a la puerta de la entrada. Con el pulso todavía más acelerado que hace unos segundos, reúno el valor necesario para poder acercarme a la puerta, me pongo de puntillas y pego mi cara a la superficie para poder ver el otro lado a través de la mirilla.
A pesar de la falta de luminosidad, puedo comprobar que se trata de una silueta masculina, se mueve de un lado al otro del descansillo. Veo que mueve sus brazos al mismo tiempo, pasándoselos por la cabeza. Parece desesperado. Observo como tras bajarlos, parece sacar algo de un bolsillo de su pantalón. Mi corazón se detiene, hasta que veo que una luz se enciende a la altura de su pecho, es la pantalla de su móvil. Y gracias a ello, su cara se ilumina.
- Joder.- Mascullo, al mismo tiempo que llevo mi mano al pomo de la puerta, para abrirla tras haber girado las llaves que estaban en la cerradura. Él me observa un segundo, y tras hacerme a un lado, interpreta que puede pasar, una vez está en el interior del apartamento, vuelvo a cerrar la puerta.- ¿Qué coño haces aquí?- Pregunto en un susurro mientras giro la llave, sabiendo que Luke no se habrá enterado de nada, y que probablemente esté ya dormido.
- ¿Qué modales son esos, Brooke? Aún por encima que hago el esfuerzo de venir hasta aquí.- Su voz está al mismo nivel que la mía, y veo como se acerca a un extremo del salón, para encender una lámpara de pie, que llena el lugar de una cálida luz tenue. Compruebo que lleva puestos unos pantalones de chándal, y una camiseta bastante oversize.
- No recuerdo haberte pedido que vinieras.- Protesto, manteniéndome cerca de la entrada, de modo que hay bastante distancia física entre ambos.
- Bueno, a tu modo lo has hecho.- Él me observa de arriba a abajo durante unos segundos.- Bonito pijama.- Comenta en un tono burlón, yo bufo y niego con la cabeza.
- ¿Qué es lo que quieres?- Cuestiono cruzándome de brazos, siguiendo sus movimientos con mis ojos, viendo como se acerca poco a poco al lugar en el que me encuentro.
- Ayudarte a dormir.- Pronuncia esas palabras cuando ya se encuentra frente a mí, al mismo tiempo que alarga uno de sus brazos, para acariciar con suma delicadeza una de mis mejillas.
Escucho el molesto ruido que hacen los utensilios de cocina al chocar entre sí, por lo que abro los ojos de repente. Tras comprobar que sigo en el salón, y que la luz ya entra por la ventana, veo como Luke está en la cocina, probablemente preparándose algo para desayunar. Yo frunzo el ceño, miro a mi lado en el sofá, no hay nadie. Y sin embargo puedo sentir como si su cuerpo siguiera ahí. Sacudo la cabeza un par de veces, justo antes de que Luke aparezca con un café en la mano.
- ¿Te he despertado?- Pregunta todavía con la voz rasgada.- Lo siento
- No te preocupes.- Él sonríe con amabilidad, antes de sentarse a mi lado.
- ¿Has conseguido dormir bien?- Cuestiona tras darle un sorbo al contenido de su taza.
- Supongo.- Me quedo unos segundos observándole con el ceño fruncido.- ¿Y Calum?- Luke me mira realmente confundido.
- ¿Qué pasa con él? ¿No debería preguntarte yo? Lo último que sé es que ibas a llamarle con mi móvil.- Su respuesta solo consigue confundirme más.
- ¿No está aquí?- Luke me observa todavía más perdido que antes.
- Claro que no, ¿qué te pasa?- Suelta una pequeña risa, como si se pensara que le estoy gastando una broma. Yo simplemente niego con la cabeza en silencio.
¿Ha sido todo un sueño? ¿Realmente habré soñado todo lo que recuerdo de esta noche? ¿Qué coño es lo que ha pasado en realidad?