Luke reparte las cervezas para los cuatro, y durante la primera parte de la conversación, nos limitamos a comentar cosas sobre sus anteriores trabajos, y la gran evolución que ha hecho este último al cambiar su fotografía a algo un poco más transgresor, saliendo de su zona de confort. Aunque la mayor parte del tiempo quienes más palabras intercambiamos, somos él y yo, Calum se mantiene en un segundo plano, haciendo aportaciones muy puntuales, y Riley parece estar en otro mundo, como la mayor parte del tiempo. No es una chica a la que le interese todo el mundo artístico, de hecho está terminando sus estudios en derecho, a veces parece que pertenece a otro universo totalmente contrario al nuestro, todavía no llego a comprender cómo son pareja, cuando la impresión que me da siempre, es que no tienen absolutamente nada en común.
- ¿Y tú se puede saber de dónde has salido?- Pregunto mirando directamente a Calum, quien estaba dando un trago a su cerveza. Me mira alzando una ceja durante unos segundos.- Me parece raro que si sois amigos, no te haya visto nunca.
- Por razones que a ti no te importan, llevo desde los veintiún años fuera de aquí, he vuelto hace unos meses, y a Luke lo conozco desde el instituto, fin.- Responde en un tono bastante seco.
- Ya te he dicho que a veces es un poco complicado.- Interviene Luke con un tono gracioso en la voz.
- Ya lo veo, pero si no le gusta interaccionar con la gente, que se meta en una cueva.- Suelto centrando mi atención en Luke, viendo como suelta una pequeña risa a la vez que niega con la cabeza.
- A lo mejor es que simplemente no me apetece interaccionar contigo.- Vuelvo a escuchar esa voz grave tan característica, que hace que mis ojos se vuelven a encontrar con el tono tan profundo de los suyos.
- Tampoco creo que te haya hecho nada como para que seas así de imbécil.- Espeto cruzándome de brazos.
- No me inspiras confianza.- Yo ruedo los ojos negando con la cabeza.
- Con un poco de suerte, después de hoy no nos volveremos a ver.- Respondo sonriendo de forma sarcástica, pero él mantiene su semblante totalmente serio, como siempre, desde que ha llegado no le he visto sonreír ni una vez, más allá de esas pequeñas muecas que se quedaban a medio camino.
- A ver si es verdad.- Contesta de forma cortante, algo que parece hacerle gracia a Luke.
- Bueno, chicos, ya vale.- Interviene entre risas.- Creo que esto no va a acabar demasiado bien, y tengo mucho trabajo por delante con las fotos, así que... No os querría echar, pero ¿os podéis ir?- Vuelve a reír tras sus palabras, mientras sus ojos se centran unos segundos en Riley, que vuelve a estar inmersa en su teléfono móvil.
- Sí, no me había dado cuenta de lo tarde que se estaba haciendo.- Comento tras mirar la hora en mi reloj. Me pongo en pie y tras ponerme el jersey que traía antes, me aseguro de que tengo todas mis cosas en el bolso, por si se me ha olvidado algo al haber sacado algunas cosas para potenciar mi maquillaje durante mi sesión.- Riley, ¿mañana te apetece tomar un café en casa?
- Claro.- Ella me mira con una sonrisa y yo asiento una vez con la cabeza, antes de caminar hasta la puerta, algo que también hace Calum, tras colgarse a la espalda la funda en la que lleva el bajo con el que hizo su sesión. Ambos nos dirigimos al ascensor, ya que Luke vive en un sexto piso, y creo que los dos estamos lo suficientemente agotados como para bajar todas esas escaleras.
- Deberías saber que el rollo de chico malo, está pasado de moda.- Comento tras darle al botón del ascensor, viendo que todavía tiene que subir desde el primer piso.
- ¿No te cansas de dar por culo nunca?- Pregunta sin ni siquiera girar su cabeza hacia mí al contestar.
- La verdad es que no.- Me encojo de hombros, mientras observo como las puertas del ascensor se abren ante nosotros, mostrando el pequeño lugar totalmente vacío.
Ambos entramos en silencio, y en esta ocasión es él quien presiona el botón con el número cero, para poder bajar hasta el hall del edificio. Todo el trayecto de bajada, que seguramente no haya superado ni un minuto, se hace bastante pesado e incómodo. Él mantiene su mirada fija en el frente y yo le miro de vez en cuando, mordiéndome el labio inferior, ligeramente fascinada por el ángulo perfecto que forma su mandíbula desde esta perspectiva.
Noto mi respiración totalmente acelerada, lo que me obliga a respirar por la boca, buscando que al tomar bocanadas de aire algo más grandes, me ayude a regular de nuevo la velocidad a la que se mueve mi pecho. Observo su cuerpo separarse lentamente del mío, con la misma pesadez en su respiración. La zona central entre sus clavículas, brilla ligeramente a causa del sudor en esa zona y yo me limito a seguirle con mi mirada, viendo como con un pequeño movimiento, termina por salir por completo de mí, algo por lo que tengo que morder mi labio inferior. Cuando se aparta completamente, me incorporo quedando sentada, todavía tratando de relajar mi interior.
Él camina por el apartamento, tras haberse quitado el preservativo, para poder tirarlo en una papelera. Y una vez lo hace, se acerca de nuevo, yo recorro su cuerpo desnudo con mis ojos, algo que no he podido hacer anteriormente, ya que prácticamente no nos hemos separado. Empieza a vestirse, primero recuperando sus boxers de color negro, para posteriormente ponerse esos pantalones grises tan apretados en su zona más central. Cuando se los termina de abrochar, echa un vistazo rápido a su alrededor.
- ¿Y mi camiseta?- Pregunta sin dejar de recorrer la estancia con sus ojos.
- Allí.- Indico señalando con mi dedo índice la entrada, él se dirige hacia allí para poder terminar de vestirse.- ¿Te vas ya?
- ¿No esperarías que me quedase a abrazarte?- Cuestiona alzando una ceja, como si la respuesta fuese más que obvia.
- Claro que no.- Respondo al mismo tiempo que me pongo en pie, para acercarme a una silla donde había dejado el día anterior una sudadera, por la que me pongo para poder tapar mi cuerpo.
- Creo que lo tengo todo.- Dice tras meter ambas manos en sus bolsillos.- Pero si no es así, se lo das a Luke, y ya él me lo entregará.
- Sí, no te preocupes.- Él asiente con la cabeza ante mis palabras, y tras echarse a sus espaldas la funda de su bajo, se despide con un movimiento de cabeza, justo antes de abrir la puerta y salir por ella, dejando que unos segundos después se cierre.
Yo dejo escapar un suspiro, mientras camino hasta llegar al sofá, después de haber sacado mi teléfono del bolso, comprobando que tengo un par de mensajes de Ashton, preguntando por como ha terminado la sesión. Pero en este momento decido no responder y simplemente quedarme pensando en que tal vez haya sido la primera vez en que echo un polvo que termina de una forma tan fría. Aunque tampoco me esperaba otra cosa, siendo totalmente sincera.
Seguramente te estés pensando qué ha podido pasar para este final de día, pero creo que me voy a pensar si realmente te mereces tanto mi confianza como para contarte algo tan íntimo.