Una despedida amarga.

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El coche continúa envuelto por ese ambiente posterior al sexo, una atmósfera pesada, con los cristales totalmente empañados, y el sonido de nuestras respiraciones acompasadas, mientras tratamos de recuperar la normalidad. Mi cuerpo sigue totalmente expuesto a él, quien a pesar de tener la cabeza ligeramente echada hacia atrás, continúa mirándome de arriba a abajo, una y otra vez. Tras unos instantes, lleva sus manos a su miembro, para deshacerse del preservativo, dejándolo a un lado envuelto en un pañuelo de papel. Yo termino moviéndome para sentarme al otro lado de su cuerpo, antes de tomar mi ropa interior y comenzar a ponérmela.

- ¿Ha cambiado tu visión sobre mí?- Pregunta al mismo tiempo que él también se empieza a vestir.

- Bueno, aún te queda mucho por mejorar.- Respondo mostrándome divertida, antes de pasar entre los asientos delanteros, para así poder agarrar con una mano mi vestido.

- Eso lo dices sólo para que te vuelva a ir detrás y volvamos a follar.- Comenta mientras se abrocha el cinturón, tras colocarse la camiseta por dentro del pantalón.

- Eso es lo que quieres tú, que te dé la posibilidad de volver a repetir.- Calum niega con la cabeza un par de veces.- Bueno, pues si ninguno queremos, hasta aquí han llegado nuestros encuentros.

- Supongo.- Responde en un tono cortante, antes de inclinarse lo suficiente como para alcanzar la manilla de su puerta, para así abrirla y salir del coche sin mediar palabra, seguramente buscando alguna papelera para tirar el preservativo.

Yo agradezco la oleada de aire renovado que entra al dejar la puerta abierta, y tras unos segundos, decido salir. Me aliso el vestido en cuanto estoy de pie, pasando varias veces mis manos por encima de la tela, intentando que se note lo menos posible lo que ha pasado.

- ¿Quieres que te acerque a tu casa?- El sonido de su voz a mi espalda hace que no pueda evitar dar un pequeño salto, al no esperarme que apareciera tan pronto y por este lado.

- No hace falta, gracias. Voy a buscar a Luke.- Respondo girándome para poder mirarle a los ojos, él se limita a asentir un par de veces con la cabeza. Y creo que esta es la situación más incómoda que hemos vivido hasta el momento.

- Bueno, pues entonces me voy ya, ha sido un placer.- Se despide simplemente con un movimiento de cabeza, al que respondo de la misma forma, aunque ni siquiera sé por qué lo hago, viendo como él empieza a caminar hasta la parte delantera del coche, para subirse en él. 

Yo me apoyo en la columna que hay a lado, escuchando el sonido del motor al encenderse, y esa niña en mi interior, criada a base de películas donde el chico siempre termina dándose la vuelta y volviendo a por la chica, lucha por salir, pensando que tal vez en algún momento decidirá salir de nuevo del coche, y aunque sea terminará por darme su número de teléfono. Pero nada de eso sucede, como era más que obvio, él simplemente da marcha atrás, para poder salir del lugar en el que estaba estacionado y tras una pequeña maniobra, consigue enderezar el coche, para por último alejarse de aquí. 

En cuanto le veo desaparecer por completo, suelto un ligero suspiro, sin tener ni idea de si en algún momento algo hará que nos volvamos a encontrar, o si esta habrá sido la última vez que nos veamos, antes de que se esfume de la misma forma en la que apareció, de repente y sin dar ningún tipo de explicación. Decido volver a entrar en el edificio, sintiéndome realmente extraña, creo que nunca había tenido una sensación de incomodidad conmigo misma tan fuerte, después de haber mantenido relaciones sexuales con alguien.

Cuando entro de nuevo en la galería, me siento ligeramente aturdida, por la cantidad de ruido y la afluencia de personas. Me quedo quieta por unos instantes a lado de la puerta, tratando de encontrar a Luke, algo que no me resulta demasiado complicado gracias a su altura. Avanzo esquivando a las personas, hasta llegar a su lado, él me mira justo antes de despedirse de la persona con la que estaba hablando y se acerca a mí con una sonrisa bastante amplia.

- Parece que las fotos están teniendo bastante éxito, a lo mejor consigo algo más fijo después de esto.- Yo sonrío tras escuchar sus palabras, a pesar de que mi mente continúa en otro lugar, lejos de aquí.- ¿Dónde te habías metido?- Pregunta tras observarme unos segundos.- No tienes buena cara, ¿te encuentras bien?

- Sí, sólo estoy un poco agobiada con toda la gente que hay aquí, pero eso es algo bueno para ti.- Sonrío de nuevo, apretando con mi mano uno de sus brazos, como una forma de brindarle mi apoyo, pero él sigue mirándome con la misma expresión de incredulidad en la cara, hasta que su ceño se frunce antes de hablar.

- ¿Qué coño te ha hecho Calum?- Pregunta en un tono bastante tosco, para nada propio de él.

- Nada, no te preocupes, de verdad.- Contesto tratando de tranquilizarle, volviendo a apretarle la misma zona que antes.

- Brooke, dime la verdad, por favor.- Me pide hablando con calma, yo dejo escapar un largo suspiro antes de abrir la boca para hablar.

- No es nada, simplemente hemos vuelto a echar un polvo, y ya está, él se acaba de ir y punto. No me ha hecho nada que yo no quisiera, si esa es tu preocupación.- Me encojo de hombros, y me cruzo de brazos buscando abrazarme a mí misma.

- Algo habrá hecho para que te sientas así, puedo entender que no me lo quieras contar a mí, porque tampoco tenemos demasiada confianza en estos temas, pero a diferencia de tu círculo de amigos, yo sí conozco a Calum. Y desde que ha vuelto he podido ver como es capaz de arrasar con todo a su paso y no mostrar ni un poco de empatía por lo que deja detrás, así que páralo ya. Si os volvéis a encontrar, no caigas otra vez.- Me advierte una vez más, yo simplemente asiento con la cabeza ante sus palabras.

- De verdad, no tienes que preocuparte, lo tengo controlado, simplemente hoy no me encuentro muy bien.- Explico tratando que se crea mis palabras, aunque su rostro sigue mostrando que no es así.

- ¿Quieres que nos vayamos?- Pregunta tras unos segundos, yo niego con la cabeza.

- Tú quédate, seguramente tengas todavía muchas cosas que hablar, pero yo sí que me voy a ir, necesito descansar y despejarme un poco.- Luke asiente un par de veces, antes de inclinarse para rodearme con su brazos, como si tratara de reconfortarme. 

Cuando nos separamos, yo simplemente me doy media vuelta y camino hasta dar con la salida a la calle, una vez en el exterior tomo una gran bocanada de aire, para después empezar a caminar sin un rumbo fijo, sabiendo que todavía no quiero volver a casa. Decido llamar a Ashton, sabiendo que si lo hablo con él, sabrá entenderme y aconsejarme mejor que nadie, pero no responde a la llamada. Y un minuto después recibo un mensaje de su parte, diciendo que ahora mismo está acompañado y no puede hablar, pero que si es urgente vuelva a llamarle. Decido escribirle simplemente que no es nada, sabiendo por su respuesta que la persona con la que está debe ser Harper, por lo que prefiero no vivir otra escena de celos por su parte.

Así que simplemente me limito a pasear durante casi una hora por las calles más centrales de San Francisco, intentando buscar en mi mente la explicación a por qué esta sensación no me abandona. Supongo que nunca había vivido el sentir esa indiferencia por parte de una persona con la que me acabo de acostar por segunda vez, y sobre todo después de ver la implicación que ha tenido hasta que ha conseguido que pasara. Es como un niño que insiste una y otra vez en que sus padres le compren un juguete, y en el momento en el que por fin lo tiene en sus manos, decide jugar cinco minutos, para después dejarlo a un lado sin hacerle caso.

Espero que todavía recuerdes lo que te he contado sobre mí cuando nos conocimos, y que lo tengas muy presente de aquí en adelante. Subo tan fácilmente como bajo.

Rollercoaster. (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora