Secretos.

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Después de varios minutos de verles a lo lejos gesticular cada vez más. Observando como Luke camina de un lado a otro mientras Calum mueve insistentemente sus manos, después de haber dejado el casco a un lado de sus pies. Compruebo como Luke dirige de nuevo sus pasos hacia el lugar en el que esto esperando, al mismo tiempo que Calum pronuncia el nombre de su amigo cada vez en un tono de voz más elevado, a lo que solamente obtiene por respuesta repetidas negaciones de cabeza. 

Cuando Luke termina de recorrer toda la distancia que nos separaba, termina soltando un gran bufido, antes de dejar caer su cuerpo sin ningún cuidado sobre el suelo, tras haberse servido de apoyo con una de sus manos. Yo le observo en silencio un momento, antes de volver a fijar mi atención en Calum, quien todavía sigue en el lugar de antes, sólo que ahora parece estar hablando por su teléfono móvil, al mismo tiempo que se agacha para tomar de nuevo su casco, para después empezar a caminar sin rumbo en un radio de unos cinco o seis metros.

- ¿Se puede saber qué os pasa?- Pregunto finalmente, volviendo a centrar mi atención en Luke, quien se está mordiendo el interior de una de sus mejillas, mientras mantiene su mirada fija en los movimientos que realiza Calum en la distancia.

- Nada, son cosas nuestras.- Responde de forma claramente cortante, como si no quisiera dedicarle ni un segundo de atención a esta conversación.

- Tenéis una amistad un poco rara.- Comento intentando llenar mi tono de humor, para tratar de cambiar su semblante completamente serio, pero no parece surtir ningún tipo de efecto.- ¿Qué te ha propuesto una sesión mal remunerada?- Cuestiono tras unos instantes de silencio.

- No, los trabajos que él suele hacer no acostumbran a estar relacionados con este mundo.- Yo frunzo el ceño al escucharle, ya que tras haber coincidido en aquella sesión en la que estaban también sus amigas, había supuesto que todos estaban metidos en este ámbito laboral.

- ¿De qué trabaja?- Luke me mira por primera vez desde que ha vuelto, pero sólo por un segundo, antes de volver a fijar su mirada en Calum, quien parece seguir teniendo una acalorada conversación telefónica.

- Ni él mismo lo sabe.- Contesta por fin en un susurro. Yo me quedo callada repasando en mi mente esas palabras, tratando de buscarle una explicación. Tal vez sea que sus trabajos sean esporádicos, y haga un poco de todo, y por esa razón no sepa decirme un trabajo en concreto.- ¿Te importa si acabamos la sesión en otro momento?- Pregunta rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros.

- No, no hay problema.- Respondo, él me dedica una sonrisa sin llegar a mostrar los dientes, justo antes de incorporarse y empezar a recoger todo su equipo de fotografía, guardándolo meticulosamente en su mochila. Yo termino por levantarme también, sujetando mi bolsa de deporte con los cambios de ropa que he usado hoy.

- Te aviso en cuanto pueda ¿vale?- Yo asiento con la cabeza, y él se acerca para darme un corto abrazo. Posteriormente se da media vuelta y se aleja volviendo a encaminarse hacia Calum, quien al ver a Luke parece colgar su llamada, y segundos después ambos empiezan a caminar hacia la salida del parque.

Yo decido dar una vuelta por el lugar, simplemente disfrutando del buen tiempo y de la paz que me transmite, al no estar demasiado lleno de gente. Una hora después, opto por salir para empezar el camino de vuelta a mi casa, el sol está empezando a ponerse, y el ver todas las calles inundadas de ese tono anaranjado por el atardecer es algo que disfruto enormemente. Por lo que termino animándome a alargar un poco más el trayecto hasta mi edificio tomando calles que no me llevan de forma tan directa a mi hogar.

Cuando estoy pasando por la acera de la parte derecha de la calle Harrison, que se encuentra a algo menos de veinte minutos de mi destino, puedo distinguir en la acera de enfrente a Calum y a Luke, acompañados de un par de chicos. Los cuatro están parados en medio de la calle, conversando, aunque no parece que lo hagan muy amigablemente. Yo detengo mis pasos, apoyándome contra la fachada de uno de los edificios, observando la escena. 

Los dos chicos a los que no conozco van vestidos con cazadoras vaqueras de color negro, tienen el pelo más o menos del mismo largo que Calum, sólo que ellos no lo llevan teñido de ningún color, y a uno de ellos le asoma un tatuaje bastante grande por un lateral del cuello. Veo como Luke trata de empujar en más de una ocasión a su amigo, como si quisiera salir de aquí cuanto antes, sin embargo él no se mueve y continúa enzarzado en la conversación con esos dos desconocidos, al menos para mí.

Yo decido sacar mi móvil, para al menos intentar de disimular el hecho de estar aquí parada en medio de la nada, como si estuviese esperando por alguien. Y continúo fijándome en ellos de forma intermitente, realmente notando la curiosidad invadirme al no saber qué es lo que se traen entre manos. Ellos siguen hablando, y los rostros de los chicos con cazadora vaquera se vuelven más serios con cada minuto que pasa, sus ceños se fruncen y sus rasgos se endurecen por la forma en la que parece que están apretando sus mandíbulas. 

Todos se mantienen totalmente ajenos a mí, hasta que en un segundo veo como Luke se gira un momento, lo suficiente como para que sus ojos se encuentren con los míos, veo su rostro desencajarse, como si no supiera como reaccionar, y a causa del tiempo que se queda estático simplemente mirándome, Calum pone su mano sobre el hombro de su amigo, tratando de captar su atención, antes de seguir con su mirada el punto al que miraba Luke. En el instante en el que ambos nos miramos, veo como él niega con la cabeza en repetidas ocasiones y cuando dirijo mi atención a los otros dos, compruebo que ellos también me miran. 

Mi corazón se acelera de golpe, no sé exactamente por qué, pero tengo un mal presentimiento. Veo como uno de ellos abre su boca, pronunciando algunas palabras que no puedo entender, y a pesar de que parece hablar con una sonrisa, su expresión es más bien tenebrosa. Justo al terminar de hablar, ambos dan un paso en mi dirección, causando que tanto Luke como Calum se giren de nuevo hacia ellos, y es éste último el que pone uno de sus brazos para impedir el avance de los otros.

Todo lo demás pasa a tanta velocidad que ni siquiera soy consciente de ello, hasta que Calum detiene su moto tras varios minutos desplazándonos en ella a toda velocidad por las calles más abandonadas de San Francisco. Cuando me bajo de ella, tras rechazar su ayuda para hacerlo, todavía notando mis piernas temblar, no puedo evitar poner mis manos en su pecho y empujarle con toda mi fuerza, sin conseguir moverle ni lo más mínimo.

- ¿En qué mierda estáis metidos?- Pregunto aún sabiendo que por la dureza en su expresión no parece tener intención de ofrecerme ninguna respuesta.

Rollercoaster. (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora