La conversación de whatsapp empieza con Riley reclamándole a Luke que dé señales de vida. Cuando él le responde no hace más que pedirle que deje la fiesta y vaya a hablar cara a cara con ella, algo a lo que Luke se niega en repetidas ocasiones, lo que hace que el tono en los mensajes de Riley se vuelva mucho más agresivo y demandante, sobre todo echándole en cara el hecho de que en la forma de escribir se nota sobradamente que él está borracho. Finalmente todo termina con ella amenazándole con que si no está dispuesto a dejar una fiesta por ella, que se ha acabado, a lo que él responde con un simple "vale". El resto de la conversación son mensajes de ella sin ningún tipo de respuesta por parte de Luke.
- Parece que ayer se le fue un poco de las manos.- Comento ofreciéndole de nuevo el teléfono, a lo que él asiente con la cabeza, mientras deja el aparato a un lado, sobre la mesa.
- No lo sé, supongo que eso sería lo que me impulsó a hacer algo contigo.- Suelta antes de dejar escapar un suspiro.
- Hombre, gracias.- Respondo en un tono de diversión, fingiendo estar ofendida por su comentario.
- Bueno, sabemos que tú también volviste enfadada después de que Calum te rechazara, así que me parece que yo también fui una vía de escape para ti.- Él se encoge de hombros y yo me quedo unos segundos pensando en sus palabras.
Empujo la puerta del local apoyando todo mi cuerpo sobre ella, haciendo que se abra con cierta dificultad, ya que ni mi peso es demasiado, ni en estas circunstancias la fuerza es mi aliada. Al entrar de nuevo noto toda la pesadez del ambiente rodearme de nuevo. Camino con algo de dificultad por la pista, hasta llegar al lugar en el que recuerdo que estaba con Luke y la otra pareja. Cuando consigo alcanzarles, veo como él está mirando su móvil con el ceño ligeramente fruncido. Al situarme a su lado, alza la mirada para centrarla en mí, observándome con curiosidad y diversión, justo antes de guardar su móvil para acercarse a mí.
- ¿Y tu amigo?- Pregunta con su boca cerca de mi oído, a pesar de que la música no está tan alta como para que me tenga que hablar a esa distancia.
- Pues acaba de decidir que no le apetece follar, a pesar de que me ha estado calentando toda la noche, así que directamente lo he mandado a la mierda.- Explico sin darle importancia, a lo que él reacciona riéndose suavemente.- Estoy demasiado borracha y cachonda como para conformarme con un par de besos, ni que tuviéramos quince años.- Luke vuelve a reír tras escuchar mis primeras palabras.
- ¿Te apetece bailar?- Vuelve a preguntar tras unos segundos en silencio, en un primer momento le miro con confusión y sorpresa, pero finalmente acabo aceptando, creyendo que es la mejor forma de dejar de darle vueltas al rechazo que acabo de vivir con Calum.
Ambos nos dirigimos con torpeza hacia la pista, lo cual ocasiona que no riamos en varias ocasiones, a causa de nuestros pequeños tropiezos. En un primer momento bailamos manteniendo las distancias, pero cuando me quiero dar cuenta, tengo sus manos posadas sobre mi cintura, y sin saber muy bien por qué, decido acortar más la distancia entre ambos, rodeando su cuello con mis brazos, mientras nos seguimos moviendo al ritmo de la música que suena en este momento.
Entre risas y roces, llega un momento en el que sus labios presionan los míos de repente, por lo que ni siquiera sé como reaccionar los primeros segundos, pero termino siguiendo sus movimientos. Lo que termina haciendo que sus manos viajen hasta mi trasero, posicionándolas en ese lugar antes de apretarlo con fuerza pegándome más a él. El beso empieza a intensificarse, de igual forma que nuestras caricias empiezan a recorrer más partes del cuerpo del otro.
Entramos en su apartamento con torpeza y sin dejar de besarnos ni un segundo. Al pasar a su dormitorio nos desprendemos de la ropa del otro sin ningún tipo de cuidado, causando que nuestras risas inunden el lugar en más de una ocasión. En el instante en el que estamos completamente desnudos, empujo con suavidad su cuerpo, haciendo que se quede sentado sobre el borde del colchón, y sin esperar ni un segundo más, me sitúo sobre él, colocándome para que empiece a introducirse en mí. Haciendo que las risas que había hasta hace unos segundos, sean sustituidas por numerosos gemidos.
- ¿Brooke?- La voz de Luke me saca de mis pensamientos, haciendo que vuelva a centrarme en él, tras sacudir un par de veces mi cabeza.
- Perdona ¿qué decías?- Pregunto observando como se pone en pie para poder llevar sus cubiertos al fregadero y así empezar a lavarlos.
- Te preguntaba que si quieres que vayamos a hablar hoy con Riley.- Yo me quedo en silencio unos segundos, mientras me muerdo el labio inferior.
- Sí, creo que es lo mejor, si la cagamos no queda más remedio que afrontarlo, supongo.- Dejo escapar un suspiro, sabiendo que por lo que parece que consigo recordar, es tan culpa suya como mía, así que lo más justo es dar la cara los dos y enfrentarnos a lo que probablemente hará que ella desaparezca de nuestras vidas.- Pero prefiero pasar antes por mi casa para poder cambiarme de ropa.- Él asiente con la cabeza, a la vez que termina con su tarea, volviendo a dirigirse a la mesa.
- ¿Debería decirle que venga? Porque no creo que sea un tema como para contárselo en casa de sus padres.- Comenta soltando una pequeña risa al final.
- Creo que sí, porque si no no vamos a salir vivos de allí.- En esta ocasión reímos los dos a la vez, cuando de repente el sonido de nuestras risas se ve interrumpido por el del timbre. Ambos nos miramos un instante en silencio, y al menos en mi caso, mi corazón empieza a latir con demasiada fuerza contra mi pecho.- Dime que estabas esperando un paquete.- Él niega con la cabeza, antes de empezar a caminar hasta la puerta, observando por la pantalla de su telefonillo, para poder ver quien es.
- Pues no te vas a poder cambiar de ropa.- Son las únicas palabras que salen de su boca, antes de sostener con una mano el interfono, pronunciando la siguiente palabra.- Pasa.- Para después darle al botón que abre el portal del edificio. Yo me quedo estática, sentada en la misma postura que antes, simplemente con la mirada fija en la puerta del apartamento, viendo como Luke la abre, quedándose a un lado, esperando a que ella haga su aparición.