Intentar explicarse.

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Avanzo a través del parque, con pase firme, hasta alcanzar la salida del mismo, repitiendo en mi cabeza todas las cosas que podría seguir echándole en cara a Calum sobre el lío en el que me ha metido. ¿Qué se supone que debería hacer ahora? ¿Qué harías tú? ¿Mudarme? Seguramente me acabarían encontrando de la misma forma que encontraron mi actual domicilio, cuando ni siquiera me han llegado a ver cerca de la entrada, y sabían exactamente hasta el piso en el que vivo, por lo que supongo que de alguna forma ya me habrían visto en alguno otra ocasión con él. ¿Encerrarme en casa y esperar a lo que pueda pasar? No lo veo como una opción. ¿Matar a Calum? Tal vez, aunque seguramente si tiene una deuda tan grande, no creo que lo dejaran pasar ¿y a por quién irían? A por la imbécil que piensan que tiene algún tipo de vínculo emocional con él, aunque tal unión no exista.

- ¡Brooke! ¡Brooke!- El escuchar mi nombre a todo volumen y cada vez más cerca, consigue sacarme de mis pensamientos, por lo que detengo mi paso justo cuando estaba a punto de llegar al cruce que conecta la avenida en la que se encuentra el parque, con mi calle.- Espera.- Me giro para poder comprobar que mi mente no me engaña, y sigo diferenciando esa voz en cualquier circunstancia.

- Si no quieres que te mate, lárgate, porque hasta ahora es la posibilidad que mi mente baraja con mayor peso.- Espeto cruzándome de brazos al ver a Calum acercarse hacia mí trotando, cada vez bajando más su velocidad, seguramente al comprobar que ha conseguido detener mi camino.

- Lo sé, te entiendo perfectamente, ¿podemos ir a tu casa? Por favor.- Su tono de voz es bastante más diferente a como acostumbro, parece nervioso, pero no altivo, sigue sonando firme, pero no con esa arrogancia que le caracteriza.

- ¿A qué coño quieres venir a mi casa? Si pretendes robarme para pagar tu deuda, te aseguro que no tengo nada con el suficiente valor.- Él rueda los ojos y niega con la cabeza con suavidad.

- Sabes perfectamente que no quiero eso, si lo que buscara fuese robarte, podría haberlo hecho de muchas formas en ocasiones anteriores.- Aclara antes de soltar un suspiro, al mismo tiempo que rasca su nuca con una de sus manos.

- Pues es la única razón por la que querrías ir a mi casa, porque lo único que podrías sacar de mí a parte de dinero, es un polvo, lo cual no va a suceder. Y no hay nada más que tengamos que hacer nosotros juntos en ningún lado.- Hablo la mismo tiempo que cruzo la correa de mi bolsa por mi pecho, para que me sea más cómodo cargar con ella.

- Quiero explicarte todas esas dudas que tienes.- Yo frunzo el ceño tras escuchar sus palabras.

- Es que ahora quien no las quiere soy yo, porque estoy segura de que en este momento solamente te interesa dar tu brazo a torcer, para tranquilizar tu conciencia en caso de que me pase algo a mí o a mi casa, por tu puta culpa. Y he decidido en estos minutos, que mejor que te jodas y vivas con ello.- Y tras pronunciar las últimas palabras, escucho el ruido característico que hace el semáforo para indicar que el paso está abierto a peatones, por lo que sin pensar demasiado, me doy media vuelta y empiezo a caminar por él, sorteando a todas las personas que avanzan en dirección contraria.

- No lo hago por eso.- De repente escucho de nuevo su voz a mi lado, por lo que le miro de reojo antes de negar con la cabeza y empezar a acelerar más el paso, hasta que noto como su mano agarra con fuerza uno de mis brazos, tirando de él hasta hacerme detener mi avance, justo en el instante en el que alcanzamos la otra acera.- ¡Para joder!- Pronuncia alzando notablemente su voz.

- Lo que me faltaba ahora es que te pongas a gritarme ¿quién te crees que eres para tratarme así?- Pregunto moviendo con brusquedad mi brazo, intentando que me suelte, a pesar de que no surte efecto, y su mano sigue envolviéndome justo por la zona bajo mi codo.- No sé con qué clase de tías habrás tratado con anterioridad, pero yo no voy a dejar que ningún tío actúe sobre mí, como si tuviese algún tipo de potestad sobre mis decisiones.

- Te estoy pidiendo por favor, que me dejes resolver tus putas dudas.- Vuelve a suspirar con desesperación antes de continuar hablando.- ¿Podrías no llevarme la contraria todo el jodido tiempo?- Protesta liberando poco a poco mi brazo.- Llevas desde ayer dándome por culo sin parar para que te lo diga, y ahora que quiero hacerlo, sales con que ya no te interesa, ¿te das cuenta de lo absurdo que es?

- Te acabo de explicar por qué no quiero que lo hagas, ¿eres imbécil o sordo?- En cuanto escucha mis últimas palabras, Calum suelta un bufido sacudiendo la cabeza.

- Esta es la última oportunidad que te doy, si quieres que te explique algo, vamos a tu casa y hablamos tranquilamente, sin montar este espectáculo en medio de la calle.- Yo me cruzo de brazos y me muerdo el labio inferior unos segundos, antes de volver a abrir la boca para responderle.

- ¿Qué parte de que no quiero no has entendido? ¿Quieres que te haga un dibujito explicativo? Y es que además, lo último que quiero es te metas en mi casa, que no me fío ni un puto pelo de ti.- Termino de hablar manteniendo mi postura firme, tratando de reflejar seguridad y que no voy a cambiar de parecer, diga lo que diga.

- Mira, paso, que te jodan.- Sentencia antes de darse media vuelta, para empezar a caminar en dirección opuesta, yo me quedo quieta hasta que le veo desaparecer tras girar en la esquina, dejo escapar un suspiro y me paso ambas manos por la cara, con algo de desesperación.

En un arrebato que ni siquiera sé muy bien de donde sale, pongo ambas manos a los lados de su cara, girándola hacia mí, para que sus ojos se centren en los míos por unos segundos, los justos antes de que acabe con la distancia que hay entre ambos, presionando mis labios contra los suyos. En un primer momento no reacciona, parece que no se lo esperaba, pero no tarda demasiado en posar sus manos sobre mis caderas, ayudándome a subirme a horcajadas sobre su cuerpo, al mismo tiempo que el baso va subiendo de intensidad. 

Sé que te preguntarás una vez más cómo hemos llegado hasta aquí y sobre todo con quién, pero no te preocupes, en esta ocasión recuerdo cada detalle de todo lo sucedido, y lo descubrirás en los próximos capítulos... O tal vez no.

Rollercoaster. (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora