Mi Única Adicción (Suerte #7.8)

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Bueno chiquill@s. Como sospecharan, esta es la última actualización del año. Así que aprovecho para agradecerles por haberme acompañado a lo largo de estos doce meses, en serio lo agradezco mucho y es realmente gratificante poder compartir con ustedes las cosas que se me ocurren. Sé que este año no fue demasiado bueno para nadie, que vivimos momentos difíciles y de incertidumbre y que el panorama no parece mejorar demasiado. Sin embargo mantengamos la esperanza de que este nuevo año que se nos presenta traera mejores cosas para cada uno de nosotros. Creo que lo importante es la actitud con la que afrontamos cada situación y si somos optimistas, hasta las situaciones más agobiantes tendrán una solución.

Mis mejores deseos para ustedes, su familia y amigos. Disfruten, coman, celebren (siempre con responsabilidad). Que este 2021 este cargado de nuevas oportunidades y llenó de momentos memorables y felices. No olviden que l@s quiero un montón. 🎊🎊🎊.

Capítulo dedicado a:  MoritadavidX  Espero que lo disfrutes 😉😘.

Cap (1/3)

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Jaxon estaba emocionado porque por fin era jueves, el día que tanto había estado esperando desde que estuvo en casa de Alexis la semana anterior. Pero aun cuando la perspectiva de una cita estaba volviéndolo loco a causa de los nervios y la espectativa, aun podía notar el hecho de que Gus estaba actuando extraño.

Y no era algo que recién notaba, pues su rubio amigo llevaba días de un humor raro. No podía decir si era enojo o si era abatieminto lo que a veces cruzaba por sus ojos, tampoco estaba siendo irónico y un poco cínico como la mayoría del tiempo. Solo estaba raro y aun cuando Jax trató de averiguarlo, no lo había conseguido. Empezaba a preocuparse en serio.

Terminó de abotonarse la camisa mientras observaba a Gus tendido en su cama, con el teléfono en las manos. Parecía un poco irritado por algo si es que  la manera en que torcía sus labios daba algún indicio. Jax sospechaba que su humor extraño tenía que ver con Leo o con Zach, o quizá con ambos, pero no sabía si preguntarlo sería lo correcto. Había aprendido que presionar a Gus era un pase seguro para una discusión o para hacer que se cerrara aun más. Era como caminar sobre un campo minado y procurar no hacer explotar todo.

—¿Cómo me veo?— preguntó cuando terminó. Gus se sentó en la cama y le dio una larga mirada. Si no llevara tantos años conociéndolo, probablemente se hubiera sonrojado bajo la atención de esos ojos grises.

—Increible— los labios del rubio se curvaron en una sonrisa picara— apuesto a que Exis querra saltarse la cena e ir directo al postre.

—Cállate— esta vez si que estaba sonrojándose un poco.

—Pareces un tomate— Gus se pusó de pie y alcanzó su mochila de donde extrajo una pequeña bolsita— Tengo algo para tí.

—¿Qué es? — Tomó la bolsa de papel y la abrió. Su rostro se puso aun más rojo— ¡Gustave! ¿Acaso piensas que voya a acostarme con él en la primera cita?

—No me veas así, solo es por si acaso. Y aun si lo hicieras en la primera cita ¿qué hay de malo en eso? Siempre que sea consensuado nadie tiene porque decir nada al respecto. Además no digo que tengas que hacerlo, solo quiero asegurarme de que tengas protección, al menos hasta que el italiano te muestre que está limpio.

No supo que decir a eso porque tal vez a veces era un poco desquiciante, pero Gus siempre estaba cuidando de su espalda y eso era algo que agradecía profundamente. Aun si lo hacía sentir abochornado a niveles sorprendentes.