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Cap (1/3)

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Trató de no retorcerse mientras sus ojos se mantenían fijos en la pantalla donde se estaba reproduciendo una película. Era una de ciencia ficción, porque a su novio le gustaban mucho. Sin embargo era difícil concentrarse cuando esos traviesos labios se deslizaban por un lado de su cuello, dando pequeños mordiscos y besos que solo hacian cosquillear su estómago y otra partes de su anatomía que era difíciles de ignorar. Así que se mordió el labio inferior para contener el gemido que trepó por su garganta.

—Oye, creí que estabamos viendo una película — murmuró cerrando los ojos, disfrutando de la atención.

—Hmmm— Alexis deslizó una mano por su cintura y lo atrajo un poco más cerca. Uh, eso se sentía demasiado bien— lo sé, pero es que estás aquí a mi lado y lo único en lo que puedo pensar es en lo mucho que me gustaría besarte.

Dios, le encantaba ser besado y tocado por el chico italiano. Siempre era tan suave y sensual en sus atenciones, que Jax caía un poco más enamorado con cada día que pasaba. Y pues, la película estaba interesante, pero en aquel momento ya no podía prestarle más atención. Así que se giró un poco en el sofá para tener una posición más cómoda. Alexis sonrió y no tardó en acomodarlos de tal forma que estaban medio tumbados en la superficie.

—¿Y qué pasa con Layna?

—No te preocupes por ella, estaba estudiando para una prueba y cuando está estudiando, se coloca audífonos y escucha música a volumen alto.

—¿Y en serio Puede concentrarse de esa manera?

—Ella dice que sí— el chico italiano se encogió de hombros y luego dejó un camino de besos desde su barbilla hasta su oreja haciéndolo estremecer y suspirar por lo bien que se sentía. —Ahora bien, si prefieres ir a mi habitación...

—¡Sí!

Se sonrojó por lo rápido que esa pequeña afirmación dejó su boca. Pero Alexis no se burló de él, en cambio le dio una mirada cargada de ternura antes de ponerse de pie lentamente, para luego tenderle la mano.

—Entonces vamos.

Cuando sus dedos se cerraron en los del chico italiano, Jax sintió que su corazón latía al doble de rápido. Sabía lo que pasaría en esa habitación, es más, lo quería porque no tenía sentido negar lo mucho que le gustaba su novio, lo mucho que le atraía y le tentaba. No pudo evitar que sus ojos recorrieran la atlética figura frente a él, se mordió el labio inferior y se dejó llevar a la habitación. Era la primera vez que entraba en ella, así que no pudo evitar recorrerla con la mirada. Estaba muy ordenada y tenía un aire elegante, justo como el dueño.

Alexis le había hablando de su familia, de su vida en Italia, aunque nunca le había preguntado directamente si eran una familia acomodada, aunque así parecía porque Alexis a veces se comportaba con esa confianza de alguien que está acostumbrado a la buena vida. No es que Jaxon fuera un experto en el comportamiento humano, sin embargo trabajar en puestos que lo hacían interactuar directamente con las personas como lo eran su puesto en la farmacia y en la cafetería, lo habían ayudado a notar ciertas cosas.

—Me gusta tu habitación — dijo con sus ojos pegados en el estante al otro lado de la habitación, uno que tenía varios libros, unos a los que Jax esperaba poder echarles un ojo más tarde.

—A mi me gusta más justo ahora— sonrió cuando lo sintió acercarse por detrás para rodearle la cintura con los brazos y hablarle al oído.

—¿Por qué?

—Porque estás aquí — una sonrisa embelesada tiró de sus labios y lo único que pudo hacer fue girarse en sus brazos y hacer que sus bocas volvieran a encontrarse.

Mi Única Adicción (Suerte #7.8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora