2

10.9K 1.3K 945
                                    

Capítulo dedicado a: uandiareperfect 😉

Cap (3/3)

====≠==========

Empujó la puerta de aquella cafetería a la que asistía con regularidad. En realidad no era muy adepto al café, pero el olor era algo que sin duda lograba hacerlo relajar, eso y su mesero favorito, quien siempre conseguía hacer que se sintiera menos estúpido acerca de todas las elecciones de su vida.

Fue hasta la última mesa del fondo, esa que nadie quería usar porque estaba cerca del baño. En realidad nunca entendió por qué tanta aversión. La cafetería era un lugar bastante decente y limpio por lo que nunca había sido desagradable para él sentarse ahí. Era la mesa de los rechazados, al menos así le gustaba llamarla.

Dejó su mochila contra la silla y sacó su libreta, esa que siempre llevaba a todos lados y la cual le servía para distraerse siempre que no tenía su portátil a mano, una vieja Dell que había visto tiempos mejores, pero que seguía siendo lo suficientemente buena, sobre todo cuando no tenía el dinero para comprarse una nueva.

Sacó un bolígrafo del bolsillo de sus jeans y empezó a escribir. Era muy fácil para él perderse en ese tipo de cosas, más aun cuando las ideas y la inspiración estaban a tope. Así que en cuestión de minutos estaba lo suficientemente abstraído como para no notar al chico que se paró a su lado y sonrio diveritido al verlo tan perdido en su mundo.

—¿Qué pasa hoy en Guslandia?— dijo el chico con una voz tranquila.

Alzó la cabeza solo para toparse con los ojos azul claro de la persona que consideraba su amigo más cercano. Claro que nunca lo diría em voz alta, primero porque no creía en esas cursilerias y segundo porque si Cass lo escuchara decir eso, seguro haría pucheros con sus ridículos y afelpados labios.

El chico frente a él era quizá solo un par de centímetros más bajo que él, cabello castaño bastante claro, cuerpo atlético y una carita de niño bueno que se resaltaba aun más por la insana cantidad de pecas que salpicaba su nariz y parte de sus mejillas. Si Gus no le tuviera tanto cariño, seguro ya lo habría metido en su cama. En serio era muy guapo.

Su nombre era Jaxon Bishop.

—Guslandia es ridículo— dijo rodando los ojos con irritación, que en realidad era su estado natural. —Prefiero el Gusverso.

El pecoso soltó una carcajada. Entre sus manos sotenía una charola.

—Bueno, ya que tu ego no soporta que lo minimicen, cambiemos en el termino — le dio una sonrisa dulce —¿Entonces que pasa en el Gusverso? ¿Sigues enganchado con la fantasía o volviste a lo paranormal?

—Nop, esta vez es sobre un asesino serial—  mintió y puso una amplia sonrisa en sus delgados labios, la cual no llegaba hasta sus ojos grises, aunque raramente lo hacía. — Es como una pre-biografía, sabes.

—Ya, porque plnaeas convertirte en un asesino serial. Que aterrador.

—No me subestimes, niñito. Quizá tu seas mi primera victima.

—Eso es bastante turbio para alguien que estudia psicología y acabas de delatarte — Jaxon ladeó el rostro. —Aunque también te daría la ventaja. ¿Planeas ser algo parecido a Hannibal Lecter o el coleccionista de huesos?

—Ew, no voy a comer ninguna parte de ti. Al menos no muerto... pero si quieres puedo darte una probadita ahora que estás vivo — le meneó las cejas de manera sugerente ganádose otra carcajada.

Mi Única Adicción (Suerte #7.8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora