Cap(2/2)
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Golpeó sus nudillos suavemente sobre la puerta mientras seguía revisando los papeles que llevaba en sus manos.
—¡Adelante!— dijo una voz catarina y eso lo hizo sonreir antes de abrir la puerta que daba a despacho de Stephan Knightley. —¡Hola Leo!
En cuestión de segundos tenía frente a él a una linda y sonriente niña de cabello rubio y ojos de un curioso tono azul verdoso. Esa era Vanessa Knightley. Se inclinó en una reverencia educada digna de un cabellero de antaño.
—Buenos días, pequeña señorita— ella correspondió fingiendo tomar los bajos de un vestido junto a una inclinación agraciada. Se rieron y luego Leo le acarició el cabello. Ness era adorable. —¿Día de acompañar a tu padre al trabajo?
—Sip, a papá y Deni.
Entonces Leo alzó la cabeza y notó que su hermano mayor estaba ahí, sentado descuidamente en una de las comodas sillas frente al escritorio. Y más allá estaba Stephan, luciendo bastante concentrado en lo que sea que estuviera leyendo en el ordenador.
—Buenos días— saludó con una sonrisa logrando atraer la atención del abogado.
—Hola Leo— recibió una sonrisa amigable. Stephan le agradaba mucho, siempre lo considero alguien confiable y el que ahora cuidara de Raúl solo hacía que Leo le tuviera más aprecio. —No sabía que estabas aquí.
—Si, llegue hace poco para ayudar a papá con algunos archivos — se adentró un poco más hasta llegar a la silla que su hermano ocupaba— me pidió que te entregara esto, es sobre el caso del que te había hablado el otro día.
—Oh, claro. Lo recuerdo — le entregó la carpeta y ya con sus manos libres aprovechó para acariciar el cabello oscuro de su hermano. Le encantaba que se lo haya dejado crecer.
—Deja de manosearme— se quejó Raúl, más no hizo nada por alejar sus manos.
—Es relajante.
—Apoyo eso— dijeron Stephan y Ness al mismo tiempo para luego reirse y no le pasó desapercibida la manera en que su hermano es se sonrojó levemente y carraspeó.
Nunca y en serio, nunca, dejaría de estar emocionado al ver a su hermano actuar más espontaneo que nunca. Era una enorme evolución, porque poco quedaba de aquel chico cerrado y enojado con el mundo, aquel que sufría en silencio y prefería guardarse todo antes que mostrarse vulnerable ante los demás. Había sido un arduo camino para Raúl, uno que ahora se veía recompensado pues la vida estaba dándole la felicidad que no se había permitido sentir antes. Leo estaba muy orgulloso de él y por eso no dudó antes de inclinar levemente la cabeza del mayor hacia atrás y dejarle un beso en la frente.
—Que ensimoso eres — murmuró, pero estaba sonriendo.
—Te encanta.
—A Deni le gusta que lo mimen, pero finge que no— Vanessa se subió a la otra silla. Era gracioso que sus pienas no llegaran hasta el suelo— se pone todo blando cuando papá lo abraza.
—Eso no es cierto, enana.
—Si lo es.
—Que no.
—Que si.
Empezaron a contradecirse como era costumbre y Stephan rodó los ojos para luego sonreirles cariñosamente, era obvio que estaba acostumbrado a tal situación. Estaba por decir algo gracioso sin embargo su teléfono empezó a timbrar en ese momento. Lo sacó creyendo que podría tratarse de Exis o incluso de Zach, pero se quedó un poco descolocado cuando vio el nombre en la pantalla. Un contacto que había agendado apenas unos días atrás.
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Mi Única Adicción (Suerte #7.8)
RomancePreciosa portada cortesía de @c.rivas28 Historia que forma parte de la saga suerte. Derivada específicamente de "Una lección de amor (suerte #7.7)". Porque el destino es caprichoso y a veces también es travieso e impredecible. NO copias NO adaptaci...