Mi Única Adicción (Suerte #7.8)

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Capítulo dedicado a: GresiaAlejandra  😉

Cap (3/3)

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Habían pasado casi veinte minutos desde que los tres entraron en la casa y se acomodaron en la sala. Pero ninguno había dicho nada desde entonces. Gus estaba sentado el sofá de una plaza que estaba justo frente al de Zach y Leo había elegido el sofá más grande.

Era un poco torpe que ninguno supiera que decir, pero a pesar de todo, Zach comprendía que en esta ocasión era su turno de ser el primero en hablar. Después de todo cuando Leo le confesó sus sentimientos solo se quedó en silencio. No actuó de manera diferente cuando Gus también confesó sus sentimientos, por lo tanto era su turno de hablar y contarles como se sentía con toda la situación. No irían a ningún lado si no hacía a aun lado la aprensión. Tomó una respiración profunda.

—Lo siento— fue lo primero que salió de sus labios. Leo ladeó el rostro con una sonrisa, mientras Gus se tensaba.

Zach podía entender la reacción del rubio. Ese 'lo siento' era demasiado ambiguo. Para Gus podía significar un "lo siento, pero no podemos corresponderte" o un "lo siento pero esto no funcionará", así que Zach se apresuró a aclarar las cosas antes de que todo se fuera a al carajo.

—Lamento haberme quedado en silencio el día que te acorralé para que hablaras conmigo— la expresión cautelosa del rubio se transformó en sorpresa— debí decir algo y evitar que te fueras de esa manera, pero yo...— se pasó una mano por el cabello— no voy a mentir diciendo que no sospechaba sobre tus sentimientos hacía mi. Pero es que llevavas tanto tiempo siendo distante conmigo que el fondo aun dudaba que sientieras algo así por mí. Y escucharte decirlo en voz alta fue demasiado con lo cual lidiar. Aun así lamento no haber dicho cualquier cosa para evitar que te sintieras rechazado.

—No te culpo. Quiero decir, estaba dolido, no voy a decir lo contrario— esos ojos grises se clavaron en los suyos haciéndolo sentir electrizado por todos lados — pero entiendo que esto no es fácil para ti. Apuesto a que aun  estás lidiando con lo que sientes por Leo, con la repentina atracción hacia un chico. Y el que yo vinera y también volcara mis sentimientos sobre ti debe ser un poco agobiante.

—No agobiante— sacudió la cabeza — pero si que me pone un poco nervioso.

—Entiendo— Gus se removió en su asiento frunciendo levemente los labios como si le costara decir las siguientes palabras — también lo siento por haberte alejado todos estos años y por luego huir. Tienes razón al decir que salgo corriendo cada que la situación se pone difícil.

—Eso no es cierto, lo dije solo porque estaba frustrado y...

—No— Gus levantó una mano haciéndolo callar— es la verdad, aun si me molesta aceptarlo. ¿Recuerdas aquel  que día cuando te dije que me daba miedo depender de ti y por eso me alejé?

—Sí.

—Pues era solo parte de la verdad. Sí, me asustaba depender de ti porque siempre fue tan sencillo estar a tu lado y sentirme seguro, como si nada pudiera dañarme. Cuando tuve que mudarme fue difícil no solo porque estaba dejando a mi mejor amigo atrás, sino porque creo que ya Estaba enamorado de tí. Probablemente era muy joven para entenderlo y cuando crecí fui lo suficientemente terco como para negármelo a mi mismo. Lo único que pude hacer fue alejarte una y otra vez, porque no creí que llegaras a corresponderme y era mejor ser borde contigo que exponer mi corazón y dejar que se hiciera pedazos otra vez. Me alejé sin determe a pensar que mantenerte lejos te haría daño.