Mi Única Adicción (Suerte #7.8)

9

Cap (3/3)

==============

Era una estupidez. Lo sabía de sobra y aun así se encontró a si mismo llevando a Leo hasta su edificio. Iba a arrepentirse de ello, estaba casi seguro de que un par de días, e incluso, un par de horas después estaría dándose cabezasos mentales contra la pared por dejar que su lado compasivo y culpable ganara.

¡¿Pero es que como podía dejarlo a su suerte luciendo todo desgreñado y lastimado?! Ni siquiera él, que trataba de actuar de manera fría, pudo evitar sentir que su corazón se encongía al ver como los golpes que Leo recibió se iban inflamando conforme los minutos pasaban. Tenía uno en el pómulo derecho, el labio partido en el lado izquiero que lucía doloroso y encima los nudillos inflamados Y eso sin mencionar los golpes que seguro llevaba bajo la camisa.

Joder, eran un desastre. Porque a Gus también le dolía el puñetazo que el bastardo de Carl le metió en el estómago. Dolería como una perra al día siguiente. Iba a medio camino de las escaleras hasta su piso cuando Leo soltó un gemido lastimero.

—¿Qué sucede?— preguntó alarmado.

—Es que dejé a Exis en el club— se quejó. —Ha de estar muriendo de preocupación.

—Tu novio sobrevivira un rato sin ti— dijo rodando los ojos. Leo lo empujó.

—Cállate. Exis es solo mi amigo.

—Uh-huh— sabía que era cierto, pero no estaba mal molestarlo un poco... o tal vez no. Sacudió la cabeza— estaba con Jaxon, ellos estarán bien.

—¿Por qué lo dices? Y creí que no querías que Exis estuviera cerca de tu amigo. Al menos eso dijiste la otra vez.

Lo consideró por un momento. No conocía a Alexis Bianco lo suficiente, pero si a Jaxon y sabía que si el chico se sentía amenzado no dudaría en defenderse... era algo que aprendías cuando tu vida no era fácil. Y cuando era atractivo como Jaxon y tenías un montón de idiotas tratando de conectar contigo. Pero el punto es que sabía que su amigo estaría bien.

—Tu amigo no parece tan desagradable.

—Exis es bueno, a veces un poco coqueto pero jamás lastimaría a Jaxon, de eso puedes estar seguro.

—Más le vale, o terminara con un puño en medio del rostro y una patada en las bolas— Leo se rio y luego se quejó sosteniendo su abdomen. Sip, el chico tenía más golpes además de los visibles.

Siguió guiándolo por las escaleras hasta que llegaron al rellano de su piso. Lo llevó por el pasillo. Estaban casi en su puerta cuando la de enfrente se abrió y por ella apreció una linda chica de cabello oscuro teñido de amarillo en las puntas. Era Jade, su vecina, una perra insufrible que no le agradaba ni un poco. Era la típica entrometida que quería estar enterada de la vida de todos los demás.

—Vaya, Hastings. ¿Así que ahora tienes que golpearlos para que te pongan atención? — dijo ella recostándonse en el marco de la puerta. Llevaba unos diminutos shorts negros y una camiseta sin mangas color verde bastante transparente. Era notorio que no llevaba un sosten por debajo.

—Puede ser— se rio sin humor — pero al menos funciona mejor que ponerme camisetas tan trasparentes y mostrarle las tetas a todo el mundo. Ten un poco de respeto por ti misma.

— Suena como si estuvieras celoso. Pero te entiendo, mis tetas son lindas— Jade sonrio a Leo de manera coqueta y Gus casi pudo sentirlo tensarse a sus espaldas— ¿no lo crees, guapo?

—Uh...yo...

—Aw. Eres del tipo tímido— se despegó de la pared y se acercó un par de pasos. —Me encantan los chicos tímidos.