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Capítulo dedicado aPaoJimenez4  Te lo debía 😉

Cap (3/5)

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Una sonrisa fácil se deslizó en su rostro mientras entraba a el vestibulo en el piso principal del bufete. Saludó a las tres secretarias, pero se acercó a la señorita Bender, la secretaria de su padre.

—¿Mi papá está ocupado?

—No, joven Leo. De hecho acaba de terminar con uno de sus clientes.

—Oh, genial. Iré a verlo entonces.

—Adelante ¿gusta que le lleve algo de beber?

—Gracias señorita Bender, pero estoy bien. —Ella sonrió dulcemente y lo despidió con un asentimiento de cabeza.

Iba a mitad del pasillo cuando se topó con Howard Archer. El hombre se detuvo y luego avanzó hacía el con una sonrisa encantadora. El hombre siempre había sido muy amable con él, por lo tanto no le sorprendió, ni le molestó cuando se acercó para revolverle el cabello.

—Es bueno verte, Leo.

—Lo mismo digo, Señor Archer.

—¿Alguna vez me llamarás sólo Howard?

—Tal vez— lo vio rodar los ojos y luego reirse. Después de un pequeño saludo, siguieron su camino.

Leo dio dos toquecitos en la puerta antes de deslizarse dentro de la oficina de su padre. Había pasado toda una semana desde el asunto de Garret y decidió que ya era hora de contarle a Beuford lo que realmente pasó aquel día y la razón por la que tanto él como Gus lograron volver. Intuía que obtendría una reacción por demás sorprendia, justo como lo había hecho Zach cuando se lo dijo en compañía de su rubio.

Aun seguía teniendo curiosidad acerca de Robert Santoro, esa era otra razón para hablar con su padre al respecto. Pero más que nada era su necesidad de asegurse de que al menos un miembro de su familia estuviera al tanto de la verdad.

Beuford estaba sentado tras su escritorio revisando algunas carpetas, pero cuando lo vio entrar no dudo en cerrarlas y prestarle toda su atención. No había duda de que el haber sido secuestrado era algo que tardarían un poco en superar, porque incluso su padre estaba más cariñoso y protector de lo normal.

—Hijo, que gusto verte— el hombre se levantó y fue hacía él para abrazarlo y darle un beso en la frente.

Aceptó el gesto de buena gana recostándose contra su pecho. Ser mimado y llenado de cariño no era algo por lo que fuera a quejarse. No es que alguna vez le haya faltado, al contrario, siempre lo había tenido. Pero jamás se casaría de ello. Además había estado pasando bastante tiempo con Beuford los últimos días, sobre todo para estar al tanto de lo que pasaría con Garret.

De por si los cargos por secuestro eran irrefutables y tendría una condena por ello. Stephan se las había arreglado para presionar y lograr que le negaran la libertad bajo fianza. Pero a su lista de delitos, también se sumaba una investigación por fraude empresarial, la cual había sido cerrada y en la cual Garret fue encontrado culpable. Y como la guinda del pastel, tenía una demanda por agresión física y acoso contra un joven que al parecer trabajaba con él. Además de un cargo por portación ilegal de drogas. Garret estaba hundido y no había manera de que se librara de todo por lo que era acusado. Su sentido de la justicia estaba bailando de felicidad ante eso; pero muy en el fondo Leo estaba muy triste por Garret. Podría haber sido un monstruo, un mal hombre que no merecía su amor, ni su perdón, pero seguía siendo quien ayudó a darle la vida aun si no fue su intención. No entendía porque tuvo que llegar tan lejos y hacer tanto daño. Esperaba que algún día lograra la redención, al menos para no sentirse tan mal consigo mismo. 

Mi Única Adicción (Suerte #7.8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora