Mi Única Adicción (Suerte #7.8)

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Capitulo dedicado a: Naranja_Amarga  😉

Cap (1/3)
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Giró la llave en la cerradura y al nada más hacerlo, escuchó las risas que seguramente provenían de la sala. No perdió tiempo en entrar y averiguar de qué se trataba. Cuando vio aquella escena desarrollándose frente a él, su estómago cosquilleo con el vuelo de miles de mariposas al tiempo que algo cálido estallaba en su pecho.

Ahí en el centro de la sala, sentados en el suelo, estaban sus tres hermanos riéndose por la torre Jenga que se inclinaba precarimente. Pero no eran las piezas de madera las que lo tenían alucinando, aunque en el fondo se preguntaba de dónde habían salido. Lo que le puso el corazón a mil era el chico italiano que también estaba sentado en el suelo y que estaba sacando una de las piezas de madera en la torre. S expresión de concentración era totalmente sexy con el ceño ligeramente fruncido y la punta de la lengua sobresaliendo de entre sus labios.

Alexis no calculó bien su movimiento y terminó provocando que la torre se desplomara con un traqueteo. Walter se cubrió el rostro y encogió los hombros como protegiéndose del sonido, mientras Kurt y Bea se soltaron a reir.

—¡Exis, la derribaste!— Walter se prendió del brazo del chico italiano con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Lo sé cucciolo, casi lo tenía — el chico hizo un mohín exagerado y luego empezó a recolectar las piezas para armar la torre de nuevo— ¿Otra ronda?

—¡Sí! — gritaron los tres chicos con entusiasmo.

Jax por su parte estaba tratando de no morir de amor al ver lo bien que Alexis se llevaba con sus hermanos. Una vez salió con un tipo que en cuanto se enteró de que tenía hermanos, se apresuró a decirle que no sería una  jodida niñera. Obviamente Jax lo terminó ese mismo día porque sin importar nada, sus hermanos siempre serían una prioridad.

—Hola cielo— su madre se acercó a él para darle un beso en la mijilla. Los demás aun seguían ajenos a su presencia.

—Hola má. ¿Hace cuanto llegó?

—Una media hora. Dijo que ya no le daba tiempo de alcanzarte antes de que salieras del trabajo y por eso prefirió venir directo aquí.

—Oh.

Había planeado presentárselo a su madre pronto, al parecer eso ya no sería necesario. Pero estaba bien, a ella parecía agradarle el chico.

—Es muy educado— dijo su madre mientras los veía riendo de nuevo porque Kurt casi hace caer la torre desde el principio. —Traía ese juego con él. Me sorprendió un poco que Wally aceptara jugar con ellos, ya sabes que es un poco sensible al bullucio. 

—Conoció a Alexis el otro día y creo que le agradó— respondió bastante sorprendido. Su hermano pequeño era muy receloso con los extraños e incluso con ellos que eran su familia, solía mostrarse distante. Y sim embargo ahí estaba, sentado junto a Alexis, sonriendo de vez en cuando, socializando.

Definitivamente tenía que contarle al terapeuta del niño la próxima vez que lo visitaran. Apostaba a que tendría algo que decir al respecto.

—Me alegro que así sea, ahora ve a saludar. Seguro ha de estar esperando verte.

—Uh, sí— se sonrojó un poco ante la risita cómplice de su madre y terminó de entrar a la sala para anunciar su presencia.

No tuvo que dar más de unos cuantos pasos antes de que Alexis lo notara. Sus ojos de ese fascinante tono azul grisáceo se llenaron de calidez en cuanto se posaron él.