La Nerd Más Hermosa; Horan1

Capítulo 13

Debía admitir bien que en ningún momento había esperado obtener un abrazo por parte de Niall. Mucho menos que fuese él el que me pidiera eso. Al primer momento me pareció demasiado extraño, pero fui capaz de lanzarme a esa pequeña misión —aunque en realidad no lo era— y vaya que me sentí mucho mejor cuando sus brazos rodearon mi cuerpo y me pegaron al suyo.

Estaba mi rostro oculto en su cuello, fui capaz también de oler la fragancia que llevaba encima.

¿Por cuánto tiempo nos estuvimos abrazando?

Si me lo preguntaban claramente no sabría qué dar como respuesta, porque ante el tacto de sus brazos en mi cuerpo, fue que perdí la noción del tiempo.

Había olvidado qué se sentía ser abrazada por él. Hace tanto tiempo que no era así...

Su abrazo había sido tan cálido y de verdad que muy necesario para mi. Lo que no sabía es que sí para él también había sido necesario, es decir, él no parecía estar mal, pero a veces las personas que se ven bien por fuera, por dentro pueden estar muriendo. Solamente quería saber si mi abrazo llegó a ser de ayuda.

—¿Quieres volver ya?

Cabe mencionar que después del abrazo que ambos nos dimos fue hace unos minutos atrás. Después de ello, apenas y fuimos capaces de vernos a los ojos, sin decir más.

¿Estaba todo bien?

—Están por ser las nueve y media. Sólo tú decides si quieres irte ya o no. Por mi no habrá ningún problema.

Le restó importancia.

Otra cosa más que me encantaría saber al respecto y que acaba de surgir apenas con las palabras que mencionó es, ¿Estará él disfrutando de este momento a mi lado?

Con ansias esperaba que sí.

—Estoy muy cómoda aquí... —Murmuré por lo bajo, mirando hacia la fuente.

En la fuente había una pareja sentada ahí desde hace unos largos minutos; reían, se besaban, abrazaba y de todo. Se veían tan felices estando juntos, ¿Alguna vez podré tener una pareja o amor así de lindo?

—Podemos quedarnos otro rato si tú quieres...

Asentí lentamente: —En realidad, será mejor que comencemos a caminar hacia el auto, está algo retirado. —Dije, esta vez mirándolo— Caminemos tranquilos, igual, terminaremos llegando a casa en algún momento, ¿No?

Al haber dicho eso obtuve nada más que un ligero asentimiento de su parte, quizá debí ser yo la que se tenía que poner de pie al haber mencionado las últimas palabras, en cambio, permanecí sentada en la banca, justamente como él también lo hacía. Sin hacer ni decir nada. 

Era puro el silencio que nos rodeaba, aclarando el ligero ruido de la fuente, donde el agua se escuchaba caer. 

—Pues bueno... —Susurré. Me puse de pie en muy poco tiempo y con una pequeña sonrisa en mi rostro.

—¿Ya nos vamos?

—Eh, ¿Si? —Me encontraba confundida— Pensé que ya querías que nos fuéramos...

—Vamos... —Sonrió y señaló hacia el camino por el que habíamos regresado.

Caminamos lento y sin apuro alguno, al igual que no decíamos nada al respecto de lo que habíamos estado haciendo minutos atrás o las cosas que habíamos dicho en su momento. Pensando bien y recordando todo —cosas que volvían a mi—. Mi mente muchas veces le gustaba jugar conmigo y provocar que comenzara a dudar sobre todo; odiaba cuando las cosas se tornaban de esta manera.